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--¡Llegaremos tarde!- grité.

En un segundo, todos mis hermanos estaban fuera de la casa.
--¿Cuál es la prisa?- dijo Rosalie.

Rodé los ojos y entré al auto.

Alice suspiró, miró a un punto fijo y luego de unos segundos sonrió y miró a Edward.

--Ésto será interesante-dijo.

Se metieron al auto y Jasper condució hasta el instituto. Todas las miradas se posaron en nosotros, que puedo decir, somos la onda.

Nos bajamos del auto y caminé junto a Edward.

--¿Qué clase te toca?-pregunté.

--No lo sé- contestó sin interés.

Bufé, aguafiestas.

Me dio un golpe en el hombro que estuve a punto de devolver si no fuera por que la chicharra sonó.

Nos dirigimos cada quien a su respectivo salón a iniciar con las aburridas clases que me sé de memoria.

Al terminar, salí y busqué a mis hermanos para que fueramos al comedor, no los encontré así que dispuse a ir yo sola.

Al entrar, vi que ellos ya estaban sentados en una mesa, frunci el ceño, ni siquiera me esperaron.

Comencé a caminar hacia ellos y escuché a la "nada discreta" de Jessica hablar sobre mi.

--Ella, es Arydea Cullen, la menor de todos ellos-pausó- sí, lo sé, parece la chica perfecta, ¿no? Debe ser una arpía.

Sonreí, Jessica envidiandome desde tiempos inmemorables.

Llegué a la mesa donde mis hermanos estaban y me crucé de brazos.

--Ustedes merecen ir al infierno-les dije.

Emmet sonrió burlón.

--Ahora dilo sin llorar-dijo.

Rodé los ojos y caminé dispuesta a irme.

--Espera-dijo Edward-- iré contigo.

Lo miré, él miraba hacia enfrente, miré hacia donde él  y me di cuenta que miraba a una chica que estaba en la misma mesa que Jessica, parecía ser nueva.

Bufé y caminé, presentí a Edward detrás de mí y al pasar cerca de Jessica le golpeé la cabeza con mi codo "accidentalmente".

--Lo siento- dije sin mirarla y conteniendo la risa.

Edward y yo salimos del comedor.

>>>>>>

--¿Cómo te fue, cielo?- dijo Esme acariciando mi cabello.

--Bien, supongo-dije recostandome en su hombro.

--Será mejor que dejes a mi esñosa, Arydea- dijo Carlisle entrando a su habitación.

Abracé Esme--Es mi madre, es mía.

Carlisle fruncio el ceño y bufó.

--Es mi esposa, yo la hice mía.

--¡Carlisle, eso es asqueroso!-dije con repugnancia.

--Algún dia lo harás, cariño- dijo Esme con una sonrisa.

Carlisle tosió falsamente.

Oh, dios, debía salir de aquí cuanto antes.

--Iré a caminar un poco-dije y salí de su habitación.

Estaba dispuesta a salir de la casa pero Alice me interrumpió.

--¿Vas a encontrarte con él?- dijo.

Alcé los hombros.

--Tal vez.

Negó con la cabeza.

--Ten cuidado.

Salí de la casa y corrí por el bosque durante unos minutos, estaba lo suficientemente lejos para que Edward no usmeé en mis pensamientos.

El olor a colonia de hombre llegó a mis fosas nasales y sonrei.

--Te vez hermosa desde aquí- dijo él.

--Deja de espiarme y acercate a mi.

Después de un rato, lo sentí detras de mi.

--Hola-dijo y volteé a mirarlo.

--Hola- dije y me acerqué a él para después tomar sus mejillas en mis manos y besarlo, me correspondió el beso y tomó mi cintura entre sus manos.

Luego de que él se quedara sin respiración nos separamos.

Tomó mis manos.

--Siempre estás helada-dijo.

Sonreí nerviosa, lo cierto es que él no sabe que soy vampiro.

--Es el clima-dije.

Asintió y me abrazó.

--Te extrañé-dijo.

--Yo igual, Jacob.


Impossible//Los Cullen. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora