Amantes Vampíricos. 01. Despertar.

Preámbulo. Muerte bajo la lluvia.

 14 de septiembre del 2011.

Gruesas nubes grisáceas cubrían la inmensidad del vasto cielo nocturno que se cernía sobre la ciudad de Nueva Orleans , Luisiana , las cristalinas gotas de lluvia bombardeaban constantemente la densa capa de pavimento que cubría las zigzagueantes calles estrechas que en estos momentos estaban casi completamente deshabitadas formando así pequeños y delgados riachuelos , cuya corriente a pesar de ser débil conseguía arrastrar las olvidadas basurillas que algunos de los distraídos y atareados habitantes de la ajetreada urbe norteamericana habían dejado tiradas en el suelo durante el transcurso de aquella agitada mañana de septiembre , las cuales se dejaban llevar tranquilamente por las diminutas corrientes acuosas hasta las oscuras profundidades de las nauseabundas alcantarillas en donde estaban condenadas a morir dejando así sus inorgánicos cadáveres de plástico contaminaran aún más las putrefactas entrañas del planeta ya bastante corrompido por las imperfecciones de la testaruda raza humana que cada día se hundía cada vez más en el miserable espiral de la decadencia debido principalmente a su sucio deseo de subyugarse los unos a los otros sin importarles que con eso estuvieran pisoteando descaradamente aquella conocida enmienda de la constitución en donde se establecía que cada persona tenia el derecho de expresarse libremente como mejor le pareciera según los designios de su sagrada voluntad aún así muchos de estos húmedos desperdicios negándose a terminar de esa forma tan desagradable en todos los sentidos preferían dejar que el agitado murmullo del viento que soplaba con fuerza desde el norte llevándose todo lo que estuviese constituido por algún material ligero los elevara en el aire poco antes de llevárselos lo más lejos que le fuera posible según los designios del mítico dios Eolo al mismo tiempo que sacudía de un lado a otro con brusquedad los largos cabellos castaños de una joven de apariencia bastante frágil que caminaba lentamente por la calle solitaria sujetando firmemente con su mano izquierda el mango del paraguas azul que protegía su cabeza del feroz aguacero que amenazaba con convertirse en una verdadera tormenta conforme avanzaban las horas hecho que motivo a la chica a aumentar el ritmo de su caminata con el único objetivo de llevar a su casa los vivieres que contenía la bolsa que sostenía en su mano derecha , vivieres que había ido a comprar hace poco a una tienda de abastos que quedaba a unas cuantas calles de su vivienda con la única finalidad de prepararle a su hermana menor un buen caldo de verduras para que pudiera curarse del molesto resfriado que había estado padeciendo desde hace unos cuantos días , una hermana que seguramente en esos momentos la estaría esperando en el interior de su humilde residencia suburbana en donde debido a la frecuente ausencia de su figura materna se encontraba completamente sola mirando constantemente por el vidrio opaco de la ventana empañada por la lluvia intentando divisar su silueta a través de la confusa cortina neblinosa que creaba la llovizna para luego contemplar el reloj de la sala notando enseguida que ya había tardado más de lo usual en regresar a su solitaria vivienda , un hecho que probablemente la tendría sumamente preocupada imaginando toda clase de escenarios desafortunados en donde ella era víctima de una fastuosa tragedia , pensamientos que según las propias palabras de la niña de tan solo diez años de edad eran motivados por los escalofriantes sueños perturbadores que últimamente no la dejaban dormir del todo por las noches , los cuales en su opinión eran el producto de su imaginación sobre estimulada que se aprovechaba de los escasos momentos de inconsciencia de la infante para bombardearla con imagenes distorsionadas de su persona basándose en toda la información que su cerebro había recolectado durante las pocas horas que la chiquilla decidía desperdiciar viendo la televisión solo para sintonizar los calamitosos noticieros locales que no dejaban de informar sobre cada nuevo detalle que sus reporteros hubieran podido descubrir acerca de la misteriosa ola de asesinatos violentos que habían tenido lugar últimamente dentro de la ciudad durante las noches perpetrados en contra de jóvenes féminas por un individuo desconocido al que la policía todavía no había podido identificar mucho menos atrapar debido a la falta de pistas que este había dejado en los lugares en donde había abandonado los cuerpos de sus víctimas a las que había matado aparentemente sin razón alguna aprovechándose de que todas eran doncellas débiles e indefensas que desafortunadamente habían corrido con la mala suerte de haber estado solas cuando el asesino las atrapo y era precisamente este hecho acompañado por el no tan insignificante detalle de que todas las víctimas del asesino tenían cierta semejanza física con su persona lo que más inquietaba a su hermana que temía que algo verdaderamente terrible fuera a pasarle esta noche si decidía abandonar la seguridad que les proporcionaban las solidas paredes de su hogar.