Only You: sapphic [COMPLETA]

•|VII|•

POV Via

Necesitaba una explicación a esas cicatrices en sus piernas.

No sabía lo mal que podía haberlo pasado y lo pesado que sería cargar con eso en su conciencia.

-Leah, ¿hace cuánto no haces esas cosas?

-Hace dos años.- tenía la cabeza baja.

-¿Por qué lo hacías?- la cogí entre mis brazos y la abracé.

Me contó la historia completa, los abusos de sus compañeros, su depresión, sus autolesiones, su intento de suicidio y la verdadera razón de su mudanza.

No se habían mudado porque tuvieran mejor trabajo aquí, por eso pasan tanto tiempo fuera. La sacaron de ese lugar, pero ellos siguen trabajando allí.

Todos esos años no me había preocupado por ella, siempre pensaba que estaba bien, pero no era así.

Mi amiga lo había pasado mal y yo no estaba para apoyarla y decirle que iba a estar bien y que todo iba a pasar rápido.

Nunca le había preguntado acerca de el colegio. Ella seimpre me decia que estaba bien, pero ahora entendía porque solamente hablaba conmigo y con Simon en su primer día en la ciudad y también porque lloraba de noche cuando quedabamos para dormir.

-Podías habérmelo contado, pequeña.

-No quería que me tomaras por loca y me abandonaras, eras lo único que tenía que me hacía feliz en ese momento, Oli.

-Yo nunca te dejaría, Leah.

-Pero vas a tener que volver a tu nueva casa, con tu madre, con tus nuevos amigos y con tu colegio.

-No tengo por qué hacerlo, puedo pedirle a mi madre empezar el bachillerato aquí y quedarme en casa de mi tía, con Nora, pero tendré que volver en una semana y pedirle permiso. Leah nunca te dejaré sola.

Me abrazó y las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.

-Enserio Leah, puedes hablar conmigo cuando quieras.

Respondió abrazándome más fuerte.

-Mejor descansemos.- me dijo Leah.

Se acostó en su cama y yo hice lo mismo, ella seguía llorando.

-Abrázame por favor, nunca me dejes, eres lo único que tengo.

La abracé por detrás y no la solté en toda la noche.

Me desperté y ella ya no estaba a mi lado. Me levanté de la cama y busqué en su cuarto, estaba en la ventana.

Fui detrás de ella y la abracé por detrás.

Por la tarde fuimos a tomar algo y cada una se fue a su casa.

1 mes después

-Buenos días, pequeña.- le di un beso en el cuello.

-Buenos días.- se giró y nos miramos a los ojos.

-Buenos días.- me giré para ver quién era, solamente estábamos nosotras en la casa.