Intimidad | JongKey

Intimidad

Inspirado en la imagen en multimedia.

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El lugar estaba a oscuras por lo que JongHyun supuso que KiBum, o estaba dormido, o no había llegado. No le sorprendería eso último, considerando el trabajo del menor.

JongHyun lo había conocido en el hospital, cuando tuvo el accidente de auto. Tenía apenas un corte en la frente, pero el interno Kim había puesto todo de su parte para curárselo adecuadamente.

JongHyun lo encontró atractivo y no perdió la oportunidad de pedirle su número; a las dos semanas ya estaban saliendo, y al mes fueron pareja formalmente. Lo de ellos había sido rápido e intenso, pero real. Los tres años viviendo juntos se lo comprobaban.

Se descalzó e ingresó tras encender las luces, dejando su chaqueta en el respaldo de un sillón y caminando a la cocina por algo para beber cuando escuchó algo caerse en la habitación.

KiBum estaba ahí.

Sonrió complacido al saber que estaba en casa y fue hacia la habitación, también hallándola a oscuras, excepto por la luz que salía del baño. Se acercó a la puerta viendo a KiBum, con los ojos cerrados, en la bañera, con la espuma flotando en el agua. Golpeó la puerta un par de veces y se apoyó en ella, cruzándose brazos. El menor abrió los ojos y lo miró.

-Bienvenido -lo saludó-. Te tardaste en venir a verme.

JongHyun rio por lo bajo y se acercó a él.

-No creí que estuvieras en casa.

-Yo tampoco esperaba venir hoy, pero JinKi dijo que ya había tenido suficiente tiempo en el hospital y me envió a casa.

El mayor sonrió y fue hacia la bañera, se arrodilló frente a ella y se acercó al rostro de KiBum, dándole un beso en los labios.

-Concuerdo con él -murmuró sin alejarse mucho.

-Incluso me dio tres días libres -sonrió, besándolo de nuevo.

JongHyun sonrió en medio del beso, complacido de saber que lo tendría para él esos días.

-¿Qué te parece si me consientes y lees para mí? -sugirió el menor.

El bajo sonrió y asintió, poniéndose de pie y caminando hacia la sala. El libro que KiBum estaba leyendo debía estar en la mesita de café. Regresó al baño junto con una silla, y tras acomodarla al lado de la bañera, y él acomodarse en ella, abrió el libro en la parte en la que el marcador estaba.

-Has avanzado bastante desde la última vez que leí para ti -comentó el mayor, notando que estaba casi cincuenta páginas más desde la última vez que vio el libro.

-Soy rápido leyendo. -Se encogió de hombros.

Le resumió todo lo que había leído, esperando que no se perdiera mientras le leía, y cuando el otro se hubo ubicado en la historia, empezó a leerle.

Lo hizo con calma, pronunciando cada palabra de manera clara, haciendo las voces que los personajes harían y usando el tono correcto para cada frase. KiBum se enamoraba cada vez más de ese hombre cada que leía para él, y atesoraba esos momentos a su lado; los momentos en los cuales la intimidad entre ellos no era solo carnal, sino espiritual. No hacía falta que las manos de uno recorrieran la piel expuesta del otro en busca del éxtasis para que fueran íntimos, les bastaba con momentos en los cuales podían ser ellos, exponiendo sus verdaderos seres sin preocuparse por ser juzgados.

Solo ellos dos dentro de una burbuja de la que no querían salir.

KiBum se apoyó en un lado de bañera, dejando su cabeza caer en sus brazos mientras miraba a su novio, cruzado de piernas en la silla, leyendo concentrado para él.

Una sonrisa se extendió, enorme, en su rostro, y se acomodó para escuchar atento a JongHyun, aunque no entendiera nada de lo que leía porque prefería concentrarse en su melodiosa y cálida voz en vez de lo que las palabras querían decir.

Lo amaba.

Sin duda alguna, lo hacía.

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Otro regalito para @yoruhara

Preciosa, feliz cumpleaños atrasado jejeje