"La Protesta"

18 3 0
                                    

PDV: Artemisa

Todo lo que siempre quise estuvo presente bajo mis propios terminos. Pero dicen 《"El hombre nació para traicionar a su destino"》al menos eso fue lo que leí en las páginas de un libro antigüo ¿Será cierto?  Si es así, no tengo duda alguna, nada se interpondrá en mi camino. Soy la mujer indicada, Bienvenidos a "Romper Las Reglas"

Les cuento, antes de comenzar a relatarles mi historia deben hacer un juramento:

Yo,                 juro solemnemente que mis intenciones serán guiadas por mi locura, siendo mi gran pecado romper las reglas por los instintos desafiantes y desenfrenados de mi corazón.

¿Ya hiciste el juramento? Bien, puedes continuar, pero cuidado... porque no hay marcha atrás.

●●

¡USTED SE ENCUENTRA EN UNA GRAN ZONA DE PELIGRO!

Si no hiciste el juramento te recomendamos buscar otra historia ya que ésta no es apta para muchas personas.

Se recomienda discreción

●●

Miércoles: Durante la protesta estudiantil

¡Bienvenidos psicópatas! Este es el momento, hoy marcharemos para alzar nuestras voces- me inspiraba para comenzar mi solicitud a la expulsión, mi madre me matará pero no importa porque sé que hago lo correcto- no permitiremos que se haga otra injusticia, ésta es nuestra escuela y éstas son nuestras reglas ¡No más injusticias!- grité con coraje y valentía.

Observé mi alrededor y noté las grandes pancartas, a mis compañeros sedientos de justicia, sus máscaras y los bates de béisbol, las cadenas y sobretodo la pintura de aceite. Todos me apoyaban con sus voces y sus poderosos gritos que retumbaban la petición de todos; "¡No más injusticias!". Marchabamos y gritabamos una y otra vez. No descansaríamos hasta ser escuchados, no descansaremos hasta que se cumpla nuestra petición y se haga justicia. Mientras tanto nos encontrábamos bandalizando el auto del Profesor Brodinkski.

Brodinkski no es la víctima aquí, no le tomen lástima. Claro, confieso que él no se merece que le decoremos su auto con pintura de aceite, se merece algo mucho peor. Es por ello que también pondremos clavos en sus llantas para que así aprenda su lección.

-¡ARTEMISA! ¡La policía está aquí!- escuché gritar a mi amiga, la cuál llegó a rescatarme de mi propia locura y de la decisión que había tomado.

Supe que lo peor estaba por venir, admito que tengo algo de miedo, pero aquí no hay espacio suficiente para eso, por tanto escojo ser rebelde.

- ¡Dame la silla! - ordené.

- ¡¿Qué, para qué quieres la silla?! - preguntó sorprendida e incomprendida.

- ¡Sólo hazlo!- exigí.

-De ninguna manera, basta con esto.- Astrid me agarró del brazo esperando que parara con esta locura para no meterme en más problemas.

No pude evitar molestarme, odiaba que me desafiaran, que me dieran ordenes o que me colocaran alguna regla. Odio los límites. Solo yo los pongo. Esta era mi decisión. Está es mi vida y estas son mis reglas. Nadie me diría que debía o no hacer y mucho menos decirme que era lo correcto o lo incorrecto. Únicamente yo elegía eso.

Roper Las Reglas (RLR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora