-6-

4 0 0
                                    

Nos encontrábamos en el restaurante más bonito de la ciudad, estábamos en una mesa al lado de uno de los ventanales que daban a la calle, hacía una noche preciosa y enfrente estaba él, se le veía realmente feliz, se le iluminaba la cara cada vez que me miraba y me volvía a hacer sentir las mismas mariposas en el estomago que años atrás, me agarró la mano y me miró con ternura. 

-Sé que últimamente me he portado mal contigo, y quería disculparme, te amo Haleth y no quiero perderte, sé que tengo que cambiar y estoy haciendo mi mejor esfuerzo para conseguirlo.- Sus palabras parecían sinceras y solo quería llorar de felicidad en ese momento pero me contuve y solo pude decir que lo amaba, mientras mi voz temblaba, para que no notara que en cualquier el local se iba a ver inundado por mis lagrimas.                                                                   Después de pasar un rato muy agradable en el restaurante, me llevó a un bar con un estilo bastante vintage, el ambiente era realmente acogedor y música de los 80' hacia que mi cuello se balanceara siguiendo el ritmo. Me agarró de la cintura y empezamos a bailar al compás de la música, no lo hacíamos desde el baile de fin de curso, el cual me traía muy buenos recuerdos. Quería parar el tiempo y que esta noche no terminara, que el amor que nos salía por los poros lo pudiese guardar para siempre. Pero esa noche acabó y se llevó con ella el cariño y el perdón de Oliver con ella.

El sábado por la mañana estaba sola en casa, Oliver fue a hacer unos recados mientras yo limpiaba a profundidad nuestro hogar y recibí una llamada de Mel, bastante inesperada ya que no solía llamarme muy a menudo, sólo cuando no quedaba otra opción.

-Hola, Haleth mañana damos un concierto en el bar al que te llevé el otro día y tu aún sigues siendo la vocalista de nuestro grupo así que espero que vengas.- Recordé que era cierto, aún estaba en el grupo por lo que mi obligación era ir, ya que no iba a casi ninguno de nuestros ensayos que menos que presentarme en el concierto.

-Es verdad, allí estaré, pero hace bastante que no ensayo con vosotros ¿eso no es problema?

-Mañana ensayaremos un rato en nuestro club, vente, estaremos allí sobre a las 4 y duraremos como dos horas ¿No le molestará a Oliver?- Pensé detenidamente su pregunta y, la verdad, era tan impredecible que no tenía ni la más remota idea, es cierto que estos días estaba bastante calmado y cariñoso pero no se hasta que punto le parecería buena idea, ya que me obligó a alejarme de ellos aunque los seguía viendo a escondidas cuando me surgía la ocasión.

-Eso no será problema, estos días está bastante tranquilo, se lo comentaré de todas formas.

-No te fíes mucho, Haleth, recuerda nuestra conversación. Bueno nos vemos allí, besos.-Y colgó.

Estaba muy emocionada, hacía mucho que no dábamos un concierto y estaba bastante nerviosa, dejé la escoba tirada en medio del pasillo y me dirigí al baño, me coloqué enfrente al espejo y comencé a cantar como si no hubiera un mañana, ya ni recordaba la última vez que había cantado con tanto entusiasmo. Pensé en que me iba a poner, como me iba a arreglar para esa noche y lo más importante, como contárselo a Oliver, me sentía como una adolescente de nuevo, solo que esta vez en vez de pedirle permiso a mis padres se lo pedía a mi novio, que maravilla ser una adulta dependiente. Una sombra me sorprendió mientras estaba sujetando el peine como si fuese un micrófono.

-¿Qué estás haciendo?- Dijo mientras se reía y abría la puerta con suavidad.

-Tengo que contarte algo, los chicos...- No pude ni terminar la frase que ya me interrumpió.

-¿Los chicos? ¿Que chicos? Oh no Haleth no empecemos de nuevo te lo pido por favor.- Me dio la espalda, mientras caminaba hacia el salón, dejé el peine en el cajón y lo perseguí por el pasillo intentando detenerle y que me escuchase. Se acabó sentando en el sofá y encendió la televisión sin pronunciar palabra, me puse enfrente de esta para que comprendiese lo que tenía que decir.

-Déjame hablar, Oliver, me llamó Mel y quiere que vaya a cantar con el grupo mañana.- Se lo dije claro, sin rodeos ni excusas, me miró y su cara ya no era la alegre que tenía antes de salir de casa, ahora estaba enfadado, porque las cosas no salían como el quería, esperaba que estuviese aislada eternamente y que nunca me juntase con nadie, ni saliese sola, solo con él.

-¿Sigues estando en esa mierda de grupo? ¿No te dije que lo dejaras?

-Sí, pero no lo hice. Amo ese grupo Oliver, adoro cantar y tu lo sabes, podrías comprenderme un poco.- Está vez fui yo la que se fue de la habitación para ir a otra y ahora él era el que me estaba siguiendo por toda la casa.

-¿Comprenderte? No hago otra cosa más que comprenderte.

-No, Oliver, no me comprendes, lo único que haces es ordenarme a hacer cosas que no quiero y juzgarme, siempre tiene que salir todo como tú lo has planeado. Voy a ir al concierto.

-No, Haleth, no irás.- Me acorraló en el pasillo y yo empece a retroceder de espaldas mirándolo fijamente, hasta que mi espalda toco la pared.- No quiero que te juntes con esa gente, y sí, harás lo que yo quiera ¿lo has entendido?

-Pero Oliver...

-Que si me has entendido.-Cada vez se acercaba a mi con más agresividad. Asentí, se separó de mi y se fue dando un portazo a la puerta.

Iba a ir le gustase o no.


Y en este capítulo os dejo una imagen de Haleth.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 29, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

HalethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora