Hangyul solía levantarse todos los días a la misma hora, para ser exactos a las 6:30 A.M , debía de preparar el almuerzo para su esposo, ser maestro de niños pequeños no era nada fácil, y eso lo hacía sentir orgulloso y a la vez envidioso, desearía tener la paciencia del mayor. Observar a Seungyoun mientras dormía era algo que disfrutaba aunque también le recriminaba el hecho de que dormía tan plácidamente, ¿No era consciente de lo mucho que roncaba?, luego atendería ese problema, ¿Quién lo mandaba a dormir hasta tarde?, bueno, técnicamente su trabajo lo obligaba o más bien su vocación, no lo sabía y tampoco quería cuestionarlo, debía de cuidar sus hora de sueño mejor, ahora, de lo único que tenía ganas de darle un beso en la frente para despertarlo, tan cursi que se le subía el azúcar, observaba sus pestañas, su narizcita, y no podía dejar de lado las pequeñas burbujas de baba que escurrían del mayor, tenía gustos raros porque incluso así le seguía pareciendo lindo.
Decidió levantarse para darse una ducha y preparar el desayuno, era cauteloso porque no quería despertar a su bello durmiente. Lo cual era contradictorio porque siempre ponía música en su bocina a la hora de bañarse.
'' We out here drippin' in finesse , it don't make no sense''.
Esa era una medida implementada por el mayor, no debía de tardar más de dos canciones en bañarse, era cuestión de tiempo de ahorro y agua, además de que según él escuchar música por las mañanas te daba alegría para vivir tu día.
Su vestimenta no era de lo más hogareña pero tampoco algo tan formal, sólo una playera blanca de mangas y su pantalón deportivo, después de despedirse de Seungyoun solía salir a correr todas las mañanas - También como recomendación del mayor para estar de forma más sana - además de que al mediodía estaba en la academia de baile impartiendo clases, aquello cuando era más joven era sólo un hobby pero con el tiempo se dió cuenta de que no se veía siendo un doctor o un abogado, lo suyo era estar en los escenarios.
Se dispuso a preparar huevos cocidos con un poco de salsa de tomate para desayunar, era práctico y le tomaba poco tiempo, así que mientras se cocían los huevos picaba la fruta que acompañaba al sandwich de jamón y lechuga que tanto le gustaban a Seungyoun. Entre una cosa y la otra el tiempo se le fue rápido y ya eran las 7:00 AM , tenía que ir a despertarlo, se fijó en que los huevo todavía tuvieran agua y no se le quemaran. Llevaba una cacerola y una cuchara por si el mayor empezaba con sus ' 5 minutos más'.
- Ya es hora de que levantes tu trasero, el futuro de la nación depende de ti -- Se asomaba por marco de la puerta - No recibía respuesta - bueno si tú lo quieres así pequeñin.
Acercaba lentamente la cuchara de plástico a la parte trasera de la cacerola y como si un sexto sentido se activará en el dormilón levantó la mano en señal de que ya había despertado, quería evitar problemas con los vecinos de a lado por las técnicas poco ortodoxas de su marido para despertarlo.
Hangyul entendió la señal y procedió a regresar a la cocina.
Había llegado justo a tiempo antes de que el agua se consumiera, no quería pagarle una olla a Seungyoun otra vez sólo porque se le quemaran las cosas. Apago la estufa, colocó los platos y sirvió la comida, acompañada de una taza de café y un vaso de jugo de naranja para él. Mientras esperaba se dispuso a checar sus redes sociales y ver una que otra cosa graciosa que sus amigos compartían, Minhee y Yohan le hacían el día debido a sus publicaciones y su risa no tan silenciosa se escuchaba por toda la casa, a pesar de vivir junto con alguien aquel departamento se sentía un poco solitario, sentía que faltaba algo pero no sabía que.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un Seungyoun sonriente mientras le decía ' Buenos días', lindo era una palabra muy común para describir la forma en la que se veía, su mandil color amarillo acentuaba aún más el aura angelical que emanaba.
- ¿Cómo amaneció la luz de mis ojos? -- Dijo mientras le untaba salsa de tomate al pan tostado.
- Basta Gyul, ¿Por qué eres tan dulce? , ¿Sabes lo que provocas en mi? -- No sabía si reír o llorar, lo que si sabía es que debía de tomar asiento porque la comida no se iba a comer sola.
- Dejame pensarlo, llevamos 7 años de relación y un año de casados, ya deberías de estar acostumbrado a mi cursilería.
- No me quejaré, me encantas, espero que estés consciente de eso.
- Lo estoy, y tú también me encantas.
Seungyoun se acomodó sus lentes y aquello significaba una sola cosa: Debían de hablar sobre algo serio.
-Iré directo al grano, Lee Hangyul quiero un bebé.
El menor podía sentir que la tostada se le estaba atorando, quizás sólo había escuchado mal.
- Oh, quieres un perrito bebé, por mi está bien.
- No, no me refería a eso.
- ¿Entonces un gatito?.
- No, quiero un bebé, un ser humano, al que tenga que cambiarle los pañales.
El menor sólo trago en seco y tardó en contestar, debía de analizar muy bien aquellas palabras, no es que no quisiera tener un hijo con Seungyoun, la idea le emocionaba, tenía la creencia de que el mayor sería un gran padre, si a sus alumnos los quería con toda el alma, por su hijo daría la vida, de lo que no estaba seguro era de la paternidad que él pudiera desarrollar, no era una persona paciente con los niños pequeños, no los odiaba, nunca haría eso, sólo que no se sentía preparado para cargar con esa responsabilidad. Y por otro lado también debía de pensar en los sentimientos de Seungyoun, aquello no lo había dicho como si fuera un capricho, podía notar en su mirada que eso más que una petición era un deseo, no podía romperle el corazón de esa manera. Incuso ahora podía sentir una mirada nerviosa dirigida hacía él.
- Siendo honesto, es una grandiosa idea, eso si, debes de considerar todos los cambios que debemos de hacer si queremos un hijo, tenemos que cambiarnos a una casa más grande, es una gran responsabilidad, ¿Estás seguro de que eso es lo que quieres?.
-Es lo que más anhelo - Los ojitos de Seungyoun brillaban, ese era el mismo brillo que tenían cuando le pidió matrimonio.
-Entonces, es un si. - Y ni bien había terminado de hablar el mayor ya se había parado de su asiento para ir a abrazarlo y besarlo.
Entre una pequeñas lagrimitas se podía escuchar un ' Gracias, seremos los mejores padres del mundo'.
fin ♡