Maternidad

Capitulo 1

"Esto tiene que ser una broma"

Me encontraba ahí en la situación menos confortable del mundo, sentada en el inodoro, con mis pantalones abajo y la prueba en mis manos, ¿que prueba? Obviamente la de matemáticas. Dios cuanto deseaba que fuera así.

Mire de nuevo la prueba ansiosa y para los que aun no entienden es era una de embarazo. Aun faltaban unos pocos minutos, pero no podía dejar de mirarla, agradecía estar sola en estos momentos, porque si alguien llegara a tocar estaría jodia, ya que mi mente en esta situación no sería capas de generar ninguna excusa razonable para tardar tanto.

Entonces volví a mirar y supe lo jodida que estaba al apreciar esas dos líneas, dejó la prueba a un lado y suspiro intentado ordenar mis pensamientos, ¿qué demonios dirán mis padres?, ¿cual va a ser mi futuro ahora?, ¿debería ver si el padre de este ser quiere tomar también la responsabilidad?, porque no me malinterpreten seré lo suficientemente tonta para quedar embarazada antes de lo debido, pero no como para no tener cuidado con quien tengo sexo y sabia con claridad con quien no lo tuve.

Algo era claro, lo había jodido todo, pero a gran escala, tenía un futuro planeado, solo me quedaban unos cuantos meses para graduarme, con unas calificaciones buenas, no excelentes, pero buenas y ahora estaba aquí pensando en cómo eso se retrasaría o tal vez no pasaría.

Me levante derrotada, subí mis pantalones y mire la prueba que estaba sobre el lava manos, subí mi cabeza y me mire en el espejo.

-Me haz decepcionado enormemente, creí que éramos más inteligentes como para acabar así- me digo con una mirada fría, sintiendo un pequeño vacío en mi pecho.

-Cariño, ya llegamos - la voz de mi madre me hizo saltar tomé la prueba y la escondí entre mi pantalón y mi cadera - siento la demora, tu hermano y tu padre se distrajeron en el camino.

Salí del baño sigilosamente hacia mi habitación, escuchando los ruidos de la planta baja, me acomodé sobre mi cama y cerré los ojos fingiendo estar dormida, no tenía el valor de ver a mi madre a los ojos.

Poco tiempo después escuché pasos entrar, luego como el colchón se hundía frente a mi y una mano acariciaba mi cabello. Un deseo de llorar se apoderó de mi, pero lo contuve.

- Cariño despierta - dijo suave mi madre y fingí abrir somnolienta los ojos, solté un pequeño murmullo - ¿Aun te sientes mal? - solo pude asentir - ¿Quieres ir al doctor? - negué rápidamente - bien, descansa, pero si sigues sintiéndote mal iremos.

Asentí, dejó un beso en mi frente para luego levantarse e irse de aquí, tomo aire al fin, para luego abrazarme y hacerme un ovillo en la cama, sabía que en algún momento tendría que decírselo, pero ahora no podía, ni yo sabía cómo tomarme esto.

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Había pasado un día desde la noticia y ahora me encontraba parada frente al espejo de cuerpo completo en mi habitación admirando mi vientre plano.

-Esto es una estupidez - dejó caer mi camisa y me colocó la sudadera.

Vi a todos desayunado y un olor hizo que quisiera volver por donde vine, tragué, para seguir mi camino hasta mi lugar en la mesa.

- Jess que bueno que hoy te sientas bien como para ir al colegio, aunque aun te ves algo pálida -la gruesa voz de mi padre sonaba alegre, pero lo único en que podía pensar era en no vomitar.

- Si ya he faltado mucho y no quiero que mis calificaciones bajen - "si como si eso realmente importara ahora" pensé mientras fingía una sonrisa.

-Bien chicos hora de irse - agradecí mentalmente eso en verdad necesitaba aire.

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Recién llegada y tenía que experimentar las miradas curiosas de todos, nadie preguntaría por mi ausencia, pero todos querían saber el por que, si ellos supieran que se debe a un pequeño engendro que crece dentro de mi y en 9 meses o quizás menos tendré que darle nombre.

Suspire y entre miradas lo busque la suya, esa que le pertenece al dueño de la mitad de eso y ahí estaba sin siquiera dar una mirada como siempre.

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Era de madrugada me desperté con un deseo descontrolado de algo dulce, me levante y intentado ser lo más sigilosa fui a la cocina, para sacar un chocolate que sabía que estaba en la alacena, pero cuando estaba lista para disfrutarlo la luz se encendió.

- ¿Qué haces despierta a esta hora Jessica? - había sido atrapada por mi madre, no sabía que decir - Últimamente haz estado muy rara ¿quieres contarme que sucede cariño? -se acerca y coloca un mechón detrás de mi oreja.

Me rompí y entonces comencé a llorar, necesitaba a alguien que me arrullara en este momento, que me dijera que todo iba a estar bien.

- Ma... Mamá lo arruine todo, mamá - ella me abrazo y yo solo pude acurrucarme en su pecho - mamá estoy embarazada.

Hubo un minuto de silencio, en el que los nerviosos se me colocan de puntas, pero ella seguía abrazándome.

-Shhh mamá esta aquí - de repente susurro contra mi cabeza dándome un beso en la coronilla - vamos a estar bien, ¿si?

Esas eran las palabras que necesitaba escuchar para sentir que no estaba tan jodida cómo creía.