Me pasé toda la mañana estudiando, y en la noche tenía que ir a mis estudios finales, es lo que odiaba de ser sangre de humano puro, tenía la necesidad de dormir mis ocho horas diarias, y aunque a veces quería contradecir lo que relataba un libro viejo sobre "los humanos" es verdad que mi cuerpo no puede funcionar sin horas de sueño.
Me gustaría ser como una de mis amigas, Morgana, ella se pasa las horas en los que los demás duermen estudiando o practicando algún entrenamiento intensivo, su sueño es mínimo aunque a veces no le viene mal descansar un poco más para aliviar su malhumor.
Mi madre se asoma con apariencias de haber tenido un sueño perfecto.
-¿No dormiste? Estúpida, vas a faltar a tu clase -no, no podía faltar a clases hoy -no, tengo un examen importante mamá -dije acomplejada -idiota, te vestis y venis a desayunar -.
Cerré mis libros con rapidez y temor, ya sabía lo que podía pasarme si desobedecía a mis padres.
-¡CALISTA! -el grito agudo de mi madre me sobresaltó -¡Dame un segundo mamá! -contesté con inferioridad -¡Si me haces esperar un segundo más te cuelgo de los pies inservibles que heredaste de tu padre! -no contesté, simplemente obedecí sin terminar de guardar mis libros y con mis zapatos en la otra mano.
Los ojos rojos de mi madre brillaban más de lo normal y solo ese carmesí intenso no significaba algo bueno.
Mientras desayunaba mi jugo de Boca de Dragón recién exprimido veía como el sol caía otra vez de la ventana, eso me daba ganas de irme a dormir, pero no podía, no hoy, el profesor me mataría.
Mi pie marcaba el ritmo de una canción mientras esperaba a Mush, un amigo que me ahorraba el trabajo de caminar unos mil metros.
Unas alas azules me despeinaron con el viento que provocó un simple aleteo -Mushi, gracias por despeinarme... ¡Tonto! -él sonrió provocativo -si tengo más poder, exijo mi respectivo respeto humana -era un estúpido hoy y seguramente lo será siempre, pero si, a pesar de su actitud le tenía bastante cariño -si, si... mucho poder pero poco rugido ¿No? -
-Desgraciada, vamos antes que te lleve colgada de los pies -.
Llegamos y Mush me dejó sobre el suelo con cuidado para procurar que no me hiciera daño las rodillas, a veces me sentía débil alado de él y culquiera.
Mientras pasaba mi mano por las paredes aterciopeladas y rojizas de la escuela que cad tanto desprendían pequeñas particulas de polvo, Mush patinaba como inmaduro por los azulejos negros y brillantes del suelo -¿Estudiaste o dormiste como una humana promedio? -
-enserio tienes un problema con los sin poder -Mush tropezó con un mal movimiento -¿Con los sin poder? No, claro que no, solo me caes mal -dijo recomponiéndose rápidamente, vibré mis labios mientras él me abrazaba colgándose de mi cuello como si tratara de minimizar el tropezón o como si se hubiera arrepentido de lo que acababa de decir.
Camino a las aulas, encontramos a Morgana junto con Tamar -hola chicas ¿Cómo están? -Morgana habló primero -tuve que comer mi desayuno sin salsa de sangre terrestre -la cara de decepción rotunda de Morgana me dio cierta gracia -ay... estás matando nuestros pequeños reptiles -
-Tamar, los gusanos no son reptiles, son insectos y ya -le critica Mush -¡Tienen vida y sienten! -dijo angustiada -mis cuernos son lo que sienten sus arandelas de mierda todos los días -agrega Morgana molesta -Hey, hoy hacemos otra partida, hoy prometo acertar al tiro con alguna arandela, estuve practicando -comenté esperanzada.
Morgana se alejó murmurando groserías y Tamar la siguió con inferioridad encorvando su espalda. Aprovechando el pequeño tiempo libre, me dirigí hasta el lago donde encontraría a Hidra, un viejo amigo y vecino -¡Hidra sal del agua! -grité intentando amplificar la voz con mis manos, por más de que pasen decadas, no dejaré de gritar su llamado saviendo que con solo sumergir mi mano, todas las criaturas cercanas me escucharían.
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Criaturas
FantasyCalista tenía una vida normal junto a su familia y amigos, fue el destino quién se apiadó de ella y le llevo directo a la aventura. Un mundo desconocido cae sobre sus pies, y deberá cumplir su única tarea por la cual nació. Sumérgete en el mundo mág...