enemies *.:｡ seungseok

fin.

Es lógico que esté enojado, no puede negarlo. Él también estaría enojado, pero no han pasado solo días sino también semanas, meses...imaginarse que podría pasar incluso un año lo pone de los nervios porque, joder, lo extraña demasiado. Extraña estar cerca de él, que sus manos se toquen, que sus labios se toquen, que sus pieles se toquen, las conversaciones amenas, las significativas. Ahora para Wooseok nada de eso existe o existió, para él son solo enemigos. y al principio Cho estaba de acuerdo pero ya no puede soportar un segundo más lejos de él en ningún sentido. Sabe que enviarle un mensaje de texto como si nada hubiese ocurrido sería tonto y que lo ignoraria. Kim Wooseok sencillamente es así.

Es demasiado listo, demasiado intuitivo, demasiado demasiado. Y a Seungyoun nunca le pareció que Wooseok tuviera algo de más o de menos, tal vez por eso las cosas terminaron así.

Fue un martes, ambos le han estado dando muchas vueltas al asunto. Seungyoun estaba en su estudio de grabación y le dijo a Wooseok que pasara a escuchar algunas pistas porque le había contado que no estaba haciendo nada. Estaban juntos en el estudio, escuchando música y de repente todo pasó muy rápido. Si, se habían acercado demasiado unos días atrás, la acumulación de besos accidentales e intencionales a escondidas se habían convertido en una tensión asfixiante. Y en ese momento, en el estudio, toda esa tensión esperaba ser liberada. Estaban solos y, aunque ninguno lo había dicho, se atraían. Solo eso, ¿no?

No.

—Me gustas.

Las palabras que Wooseok había pronunciado en medio del beso habían hecho a Seungyoun salir de la nube en la que estaba, envuelto en el aroma del chico, en sus labios.

—En serio me gustas mucho. Cuando estás concentrado haciendo música... también cuando no lo estás...yo la verdad no sé cómo confesarme, ¿de acuerdo? —Kim soltó una sonrisa risueña y Seungyoun comenzó a carcajearse.

¿Él, gustarle a Kim Wooseok, él y Wooseok gustandose? Un chiste, sin duda. Una cosa era el contacto que no podía simplemente reprimir, pero eso de gustarse iba mucho más allá. No.

—Buen chiste —dijo. Wooseok se levantó de su regazo con el ceño fruncido. Cho siguió hablando—. No puedo gustarte de ninguna manera. Tampoco deberías tomarme el pelo cuando la estamos pasando bien.

Seungyoun había hecho amague de acercarse a Wooseok, quien retrocedió.

—Bien. Gracias por tomarte mis sentimientos sinceros como un chiste. Ni te imaginas todo lo que pensé antes de decirte que me gustabas, pero muchas gracias. Si no te gusto simplemente dilo.

Seungyoun se quedó con la boca cerrada, sin poder pronunciar palabra.

—Dilo.

—No...

—Gracias. Me voy. Y no me vuelvas a hablar. Espero que encuentres a alguien más para jugar.

Así de simple. Y Kim había cumplido. Era el segundo mes que llevaban sin hablarse más que por obligación en reuniones con amigos, Wooseok siempre era cortante y probablemente había bloqueado toda opción posible para hablarle. No sabía qué hacía ni tampoco podía organizar en su mente qué sentía.

¿Le gustaba Wooseok? Bueno, lo extrañaba de forma insana, incluso de momento extrañaba hablar cosas triviales con él. Le gustaban muchas cosas de Wooseok, ¿serían esas cosas suficientes para decir que le gustaba todo él? De eso no estaba seguro.

—Gustar de alguien no es algo profundo ni complicado, ¿sabes? No significa que se vayan a casar. Lo que es algo profundo y complicado es burlarte de los sentimientos de alguien más. No sé a qué persona le hiciste tal cosa, pero busca la forma de disculparte.