//El coraje, la ira y el rencor destruyen relaciones,...
Hoy era su día libre.
Comúnmente cada vez que tenía un día de descanso, se preparaba lo más presentablemente posible y se encaminaba hacia restaurante del rubio para tomar desayuno en conjunto.
Siempre sería recibido con los brazos abiertos. Podrían conversar tranquilamente y pasar un buen rato. Al menos hasta que llegase Mugiwara-ya y compañía.
Pero esta vez no fue así.
Al despertarse un poco antes de las 6 de mañana, su cuerpo no reacciono emocionado por levantarse. Toda la emoción y ansiedad, desaparecidas. Lo único que deseaba era volver a dormir y olvidar.
Olvidar que Sanji-ya no había llamado. Olvidar que no se había presentado a cenar. Olvidar que ni siquiera un mensaje había resonado en su celular. Olvidar que el estúpido espadachín había estado junto a él.
Olvidar, maldita sea.
Pero lo más importante, lo que más detestaba era que no había forma de olvidar, de ignorar, de pulverizar, los intensos sentimientos que le revolvían el estomago y le nublaban la consciencia al pensar en el rubio. ¿Desde cuándo este patético individuo era él? ¿Qué rayos había hecho Sanji-ya con el siempre impasible Trafalgar Law?
Ni idea. Pero no le permitiría que siguiese desmoronando su mundo de aquella manera.
Así que Law no se levanto. Tomo el primer libro que descansaba en su velador e intento concentrarse.
Paz, se mentalizo. Eso era lo único que deseaba para este día.
Debió de haberlo sabido.
Horas más tarde, cuando Law acababa de terminar de lavar los utensilios que utilizo para almorzar, un mensaje resonó en su celular. Sin poder contener su curiosidad, Law verifico el nombre.
Intento lo más que pudo evitar sentirse tan decepcionado, fracasando horriblemente.
No contesto. Daba igual de todos modos.
El destino es realmente jodido.
Justo cuando pretendía volver a sentarse en su sofá y enfrascarse en la lectura que había iniciado por la mañana, la puerta resonó.
Y Law se sobresalto. ¿Tan pronto?
Pero el moreno no estaba preparado para escuchar como la cerradura de su puerta se abría.
El pomo estaba girando. La puerta lentamente abriéndose.
O no.
Girado en dirección a la puerta se quedo petrificado. El intruso en la puerta también.
Y Law perdió la respiración. Mientras el contrario palidecía.
Por un momento fue como si el mundo se hubiese detenido. Orbes azulados mirando directamente a los grisáceos. Pero el momento se corto rápidamente, cuando Bepo, que dormitaba a los pies de su amo, olfateo al rubio.
Se levanto de un brinco y corrió en dirección a la puerta para abalanzarse sobre un aun estupefacto cocinero. Sanji reacciono al brusco empuje bajando rápidamente la mirada. Law volvió en sí.
Y levantándose casi tan rápido como Bepo, se aproximo a la puerta en cuestión de segundos.
Sanji estaba acuclilladlo acariciando al cachorro. Bepo parecía querer derretirse en sus manos. Law gruño para llamar su atención.
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¿Enamorado? ¿Yo?
FanfictionLos síntomas no eran compatibles a ninguna enfermedad que conociese. A ninguna. Y eso que a él le encantaba buscar sobre casos particulares. Y Law estaba jodido. Porque si ese maldito mecánico tenía razón, todo su mundo iba a caer en picada. ...