Dedicado con mucho cariño a: @samy_parker. Disculpa la demora. ♡
Era curioso para Félix Agreste ver como algunas cosas sólo ocurrían cuando otras ya no estaban. Solo al filo de lo alto de la Torre Eiffel vislumbrando las solitarias calles se daba cuenta que las luces solo eran prendidas cuando el sol se iba, y bueno, llámenlo filosófico pero se puso a pensar lo egoísta que solíamos ser con estos alumbrados pues solo recurrían a ellos para no tener miedo de la oscuridad.
Así como tu recurriste a ella para no estar solo.
El reclamo de su mente no tardó en llegar haciendo que un pinchazo le diera en el corazón, pues era cierto. En un principio era un gato vanidoso, lleno de egocentrismo, de galantería y absorbido por la fama que pensaba en que no podía estar solo ni un minuto de su vida.
—Bridgette. —suspiró exhalando vapor producto de la fuerte Nevada que se dejó venir de repente en París. Otro ejemplo más de lo idiota que había sido pues así como ahora extrañaba el sol por las fuertes nevadas, ahora así la extrañaba a ella para calmar su atormentado corazón. —Cuanta falta me haces.
Ella está mucho mejor lejos de tus peligrosas manos, ya no podrás hacerle más daño con tus estupideces.
Se odiaba, en verdad que se odiaba. Quería regresar el tiempo atrás para no hacerla sufrir ni tomarla como una chica más del montón de la cual engatuzó y disfrutó solo por creerse el dios del mundo.
—Te amo.—Pronunció con los ojos cerrados dejando caer una lágrima.—Que tarde se había dado cuenta de ello, justo cuando la dejó ir. Quizá debió ir tras de ella para explicarle que lo que Kim había dicho sobre aquella treta si bien en un principio era verdad; hoy por hoy estaba completamente hechizado por su belleza.
Pero ya no podía hacer nada, la chica se había negado en verle los días anteriores, ya no habían charlas nocturnas, ya no habían juegos inocentes en su sillón que terminaban en besos robados, ya no habían sueños ni promesas que confiarse, ya no habían serenatas felinas ni chistes malos ni una dama que replicará por ello.
Se tocó el corazón y lo supo, algo hacía falta, algo dolía. Era como si le hubieran arrancado una parte de si mismo, como si estuviera irremediablemente incompleto y ahora no supiera qué hacer con el sentimiento de estarlo.
—Mi Bridgette, te necesito tanto.—miró al cielo buscando clemencia para mitigar el dolor.—Eres muy importante para mí, quisiera estar a tu lado ahora mismo. No sé qué hacer si me falta tú.
Jamás en la vida pensó que él sufriría por mal de amores, él que se creía tan inalcanzable, tan magnífico y rompe corazones. Ahora reía amargamente pues él era el que resultó con el corazón herido, la necesitaba tanto como la vida misma. El dolor en la boca de su estómago le indicaba que solo estaría bien cuando ella estuviera a su lado.
Y eso según la carta que sostenía entre sus piernas; Pasaría de aquí en un millón de años.
Era un imbécil, el mayor de todos, no se había dado cuenta que el amor de su vida y siempre estuvo a su lado, que su lugar, su hogar siempre fue ella. Ahora ya no estaba.
Se odiaba, y ni siquiera Ladybug estaba ahí para apoyarlo. ¿Dónde estaba? ¿Quién sabe?, de seguro estaba con su familia o el chico que tanto amaba y le llenaba de felicidad. Bueno, al menos uno de los dos era feliz en ese momento.
Tomó un poco del chocolate caliente que se había asegurado de traer para estas altas temperaturas con la esperanza de encontrar a su amiga escarlata, saboreó lo amargo de la vida, lo inútil que sentía su existencia en ese preciso momento. Deseando con el alma cerrar los ojos para solo despertar en esa tarde de verano en donde decidió que Bridgette Dupain Cheng era una buena víctima para sus ególatras planes, esperanzado de revertir todo lo que junto a Kim, que conocía su identidad, había planeado para ella. Pues la creía una tonta más, una que sería tan fácil de engañar y después botar.
Plagg estará muy decepcionado de ti si supiera que todo fue una mentira, veamos cómo le explicarás que todas esas tardes que usaste tu poder para visitarla no fueron más que para tu diversión. Y que además te expusiste ante un civil.
Solo quería cerrar los ojos para que ella estuviera de regreso, sonriéndome como solo ella sabía hacer. Pero entonces entendía que era un simple gato negro con la peor suerte en el mundo y que las cosas que el deseara jamás se cumplían.
—Ojalá algún día puedas perdonar a este idiota. —susurró aún con los ojos cerrados imaginando a una Bridgette cruzada de brazos con un gesto indiferente, odiando su patética existencia. —No supe valorarte, te alejé de mi lado.
Se consideraba el peor idiota de los idiotas, creía que aún si el tiempo pasaba jamás se iba a perdonar las lágrimas que le había visto derramar a la chica de cabellos azabache, no entendía por qué era así, nunca nadie le había importado tanto, muchas veces se había enredado con cualquiera para después sin más dejarle pero con ella fue totalmente diferente. Con ella por primera vez le había dolido entender que todo lo que tocaba simplemente moría, hablando metafóricamente, claro estaba.
Con ella había sido la primera vez que tuvo remordimiento, fue justo el revelarle quien era el que estaba debajo de Chat Noir para ser sincero con ella y justo al otro día escuchar la hiriente conversación que mantenía con Le chien.
En donde claro, él ya no mantenía la misma postura que su energúmeno amigo.
—Bravo Félix,sigues siendo el mismo rompecorazones de siempre.—se aplaudió amargamente no dichoso de repetir las palab que Bridgette le había brindado, ahora él mirando el cielo estrellado con la misma vieja sensación de vacío en el corazón que tenía desde que su madre los había abandonado a él y a su padre.—jamás la volverás a ver, haz perdido lo más valioso en tu patética vida.
Ahora lo entendía, jamás debió jugar con los sentimientos de ninguna mujer, jamás debió utilizar a ninguna como método de satisfacción personal para llenar el vacío emocional que sentía. Lo entendía por que ahora era él quien sufría las consecuencias de sus propios actos, y no la chica, porque el amor viene lento y se va rápido; él era lo peor que le pudo pasar a Bridgette pero recordaba que a su lado estaba un buen chico, uno que daba todo por ella, uno que seguramente aprovecharía la oportunidad de verla tan triste.
Claude, ese chico de cabellos largos, pestañas largas y delgada apariencia, amante de la música. Estaba seguro que la enamoraría como él una vez lo hizo.
Con la diferencia de que, Claude si que lo aprovecharía, haciéndola sumamente feliz.
Dejando a Félix con un corazón herido, con la culpabilidad presente y con los sueños por la noche en donde la veía aparecer; estar a su lado, reír, recostarse, pero nunca por más que quisiera podía tomar siquiera su mano ni besar sus labios.
Esa iba a ser su mayor condena por dejarla ir.
Un os de buena madrugada gracias a que no tengo sueño y que vi el comentario de samy_parker.
Hermosa, otra vez lamento la demora de casi un año, en verdad no han sido días buenos para mi inspiración pues viene y se va, pero espero esto te agrade. La canción está bella, a mi me encanta y quería hacer algo con ella desde hace mucho.
En fin, besos y espero sus comentarios o votos.
Los quiero ♡
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Dejarla ir [Os Feligette]
FanfictionNo sabía cuanto podía llegar amarla, no sabia cuanto podía llegar a necesitar necesitarla y era una verdadera lástima que solo se diera cuenta cuando ella ya no estuviera en su vida.