Fresas con Crema ~ One-shot ;; [RusVene]

;;Capítulo único;;

→Un avisito antes de comenzar, cheketos.

   En los pocos fanfics de RusVen que he leído, he visto que ponen a Rusia como el mayor, pero en realidad no lo es.

Venezuela es mucho, mucho mayor que Rusia.

Vene tiene 208 años jhdkjsd.

   Aún a pesar de sus edades, Rusia es más alto que Venezuela y que... que cualquier otro país, jaja.

   Entonces, sí, Rusia es uno de los bebos de los countryhumans. Un bebo que no parece bebo, santa virgencita ayúdanos.

Ahora sí, misa mores. Lean y disfruten <3

[ . . . ]

2 p.m. - Caracas.

   Hoy era el primer día que teníamos Venezuela y yo como pareja. Estaba tan emocionado. Él me dijo que me llevaría a comer algo que me gustaría mucho.

   Yo ya había probado las arepas de maíz y las de trigo, los tequeños, los pasteles, el pabellón y... bueno, muchos tipos de comida de los cuales Vene está muy orgulloso.

   No sabía qué me daría hoy, pero dijo que era dulce. La verdad me fascinan los postres, no puedo evitarlo.

   Seguramente me encantaría este. Porque todo lo que Venezuela me prepara, me regala o me dice es perfecto para mí.

[ . . . ]

   Me vestí con ropa abrigada, ya que Vene me avisó que al lugar que iríamos haría frío. Yo podía aguantarlo tranquilamente, pero él me insistió. Terminé de arreglar mi cabello y me puse mi ushanka, luego salí del hotel donde me estaba hospedando. Pedí un taxi para ir hasta el sitio que me había indicado.

   Una vez allí, esperé pacientemente a que viniera, pues resulta que aún no había salido de su casa y yo había llegado primero. Había bastante gente, observaba como habían algunos niños jugando con lo que parecían ser telescopios. Cuando ya nadie los estaba usando, me acerqué con curiosidad preguntándome qué era lo que veían, sobretodo porque era de día y digamos que no es fácil ver estrellas a estas horas.

   Tuve que agacharme para poder mirar a través del telescopio, lo enfoqué hacia el lugar donde todos apuntaban. ¡Ah! Era un teleférico que se dirigía hacia una montaña. Me di cuenta que se notaba que hacía bastante frío allá arriba.

   Me quedé observando unos segundos más lo bonito y pacífico que se veía todo. Ya ansiaba subirme allí. Cuando me erguí buscando con la mirada entre las personas a mi pequeño tricolor, sentí como unos pequeños brazos me rodeaban por la cintura. Me sorprendí un poco y miré hacia atrás sin soltarme de su agarre. Era Venezuela.

   Sonreí dulcemente al verlo, traía un gorro de lana gris, un suéter muy grande (al menos para su tamaño), una bufanda negra y unos guantes grises también. Era tan adorable. Él me sonreía como un pequeño niño y mi corazón latía con fuerza. Siempre había amado esa sonrisa y ahora que éramos novios, podía verla siempre.

—¿Cómo estás, corazón?~  —Dijo con suavidad soltándome y poniéndose frente a mí. — Discúlpame si te hice esperar mucho, pero es que tuve que ponerme a ayudar a Mérida a buscar unos auriculares que se le habían perdido. Y no joda, no conseguí esa vaina y vine para acá casi corriendo.

—No te preocupes por eso, no esperé tanto tiempo. Además, es muy bonito este lugar.  —Respondí observando todo con una mirada serena.

—¿Verdad que sí? —Juntó sus manos sonriéndome con orgullo. —Bueno, mi amor, si te gustó esto seguramente te va a encantar cuando subamos para allá. —Señaló la montaña y las cabinas que subían hacia esta. —Vamos pues, hay que subirnos en una cabina que esté sola, porque que ladilla ir con gente que uno no conoce.