Warlock
Humanoide nacido durante el ocurantismo. Es más malo y poderoso que una bruja. Además es inecrupuloso. Es capaz de convertir en hiena a su propia madre, si es necesario. La única forma de protegerse de el es poner frente a su cara un espejo: su maldad se vuelve conta el o la visión de su propia imagen le provoca su muerte.