Capitulo uno.

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Capitulo uno

- ¡psicóloga ayuda, mi hija se volvió loca!. — se coloca las manos en la cabeza. —Mire, primero empezó a hablar con ratas.- ambas sostienen la mirada.

Melissa frunze el ceño en modo de preocupación. No puede creer lo que la señora Maria le esta diciendo. ¿Como es posible que exista alguien que le guste esos tipos de animales?.

- ¿esta segura que habla de ratas y no de hámster?

- no, no, no nada de eso. —niega barias veces con la cabeza. — Ni hámster tenemos. Se lo aseguro son ratas, como escucho ¡ratas! Y no solo eso...

Antes de que siga Melissa la interrupe —¿¡hay mas! ?. — prosigue a decir Maria. —Si que las hay.

Melissa es la única psicóloga que se encuentra en ese pueblo. Es un pueblo chico. Al principio Melissa no estaba tan segura si llegaría la gente, pero por lo tanto estaba satisfecha con su trabajo y poco a poco se volvió muy conocida en el pueblo.
Nunca en la vida le había tocado una paciente con ese tipo de problemas. Lo único que le pasa por la cabeza a Melissa es que la gente esta cada día mas loca. ¿Que falta? Que le ponga un mandil, le de una palita de madera y la ponga a hacer la comida.

La chica se lleva una mano a la frente y le dice a Maria - prosiga. Perdón por interrumpir. Solo que no podía creerlo.

- No se preocupe. Yo tampoco podía creerlo hasta que me llevo una rata a la casa, ¿como la agarro? Y ¿como la llevo hasta la casa? No me pregunte, porque ni yo se. —Suspira muy fuerte, recarga su codo en el escritorio que tiene enfrente el cual las separa a ambas dándoles cierta distancia.

- ¡oh por dios! Llevo a la rata hasta su casa, como cualquier gato.

- ¡exacto! Me llevo mi regalo.

Melissa esta boquiabierta, sus ojos los resalta mas de lo normal aun no lo puede creer.

- pero bueno señorita,  como le venia diciendo—a continuación deja de apoyar su codo al escritorio y se sienta bien. — No es solo eso también le gusta dibujar y colorear calacas, entiende ¡muertos! En lo personal a mi me da miedo, he intentado que dibuje otras cosas pero ella no quiere, esta duro y duro que quiero dibujar huesos y no logro entender porque.

- bueno, no le veo problemas a que dibuje calacas lo mas seguro es que las pinte porque le gusta, por la película de "coco" y tal vez también su obsesión por las ratas sea por "Ratatouille" si,  esa película de una rata que cocina.

Al escuchar lo que Melissa le dice, Maria se pone a pensar ante el comentario de la psicóloga. Con su lenguaje corporal da a entender que en verdad esta tomando enserio la razón porque su hija se comporta de esa manera.

Melissa solo la mira unos segundos para proseguir .—Bueno, vino su hija ¿no?. ¿Esta haya afuera?— señala con el dedo índice la puerta de madera.

Maria se quita la mano de la barbilla para asentir con la cabeza.

- Bueno, voy por ella. —Antes de que pueda pararse de su asiento,Maria la detiene del brazo. Melissa la mira en confusión.

- Espere, hay una cosa que no le he dicho— suelta del brazo a Melissa para que ella a continuación se vuelva incorporara en su asiento.

- Claro, prosiga. —Se sienta y acomoda sus lentes.

Maria suspira, por algunos segundos se queda callada para después empezar a abrir la boca - Linda no es una niña normal.

Eso me queda claro. Melissa lo piensa pero no lo dice. Solo escucha cuidadosamente a la mujer que se encuentra enfrente de ella.

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2019 ⏰

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Me enamoré de un fantasma©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora