La caja musical

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Todo da inicio con una chica llamada Mía que vivía junto con sus padres, hermano y una cena a la que no quiso asistir; pasada la medianoche ella decidió llamarles ya que se oían ruidos en la planta baja y temía que fuera un ladrón o algo por el estilo, el clima la verdad no parecía muy favorecedor pero aún y con las advertencias de los demás invitados partieron hacia la casa angustiados por la llamada ; el exceso de velocidad, el mal clima y un conductor irresponsable ocasionaron lo único que se podría esperar dentro de ese contexto, así es, un accidente que provocó la muerte de los miembros de la familia y por una jugada injusta de la vida, el culpable resultó ileso. Ya no se oía nada al cabo de unas cuantas horas en la casa pero de un instante a otro empezó a sentir un dolor en el pecho insoportable, como si alguien le estuviera estrujando el corazón.

Mía pasó toda la noche soportando aquel dolor, pensando si les habría ocurrido algo o habían tenido algún contratiempo, pero de ser así ¿Al menos hubieran llamado no?, ja! vaya intuición de aquella chica; al recibir tal noticia se sumió en un mar de lágrimas durante días y mientras se arreglaban los papeles de su custodia, vivió sola; en aquella casa en la que que antes había risas, alegría y en donde se respiraba un aire dulce, ahora sólo existía un vacío inmenso y un ambiente de oscuridad que recaía sobre ella.

Al concluir el proceso de la custodia se decidió que sus tíos serían la mejor opción para cuidar de ella, tuvo que mudarse a una nueva casa, adaptarse a una nueva vida y desprenderse de aquellos que en su momento habían significado su felicidad. Ella no era como el típico personaje con los estándares de niña buena, al contrario en ocasiones ni siquiera percibías su estado de ánimo, eran bastante drásticos sus cambios de humor, ya no podías saber en que pensaba cuando se quedaba inerte mirando a algún punto fijo de la habitación, su plática era superficial y vaga, sin embargo seguía mostrando interés en algunas cosas, continuaba sonriendo aunque era de vez en cuando; aún no había perdido ese brillo que daba a la primera impresión pero se estaba extinguiendo con el paso del tiempo. Vaya dilema, estar con ella era un sentimiento de confusión constante porque en un instante podría estar siendo amable y en en un segundo estar gritándote o romper en llanto sin motivo aparente.

Ya no salía de la habitación a no ser que fuera estrictamente necesario o para ir al colegio (ah mira! como en estos tiempos); al momento de desempacar las cosas de Mía, sus tíos encontraron una maleta que decía en la parte frontal "Ábreme cuando consideres que sea necesario o ..." y continuaba en la parte trasera "cuando ya no soportes la curiosidad" la maleta era algo pesada y tintineaba algo dentro, levantó dudas acerca de su contenido, quizás podría ser algo frágil y cuando estaban a punto de abrirla llegó Mía y la cerró de forma violenta diciendo con un tono demandante -no es de su incumbencia lo que sea que esté dentro... no veo el porqué deberían de abrirla !!- A sus tíos les sorprendió esa agresividad de parte de Mía pero no habían dicho nada a causa del "momento que estaba atravesando", así que no quisieron hacer más preguntas.

Aún transcurridos varios días después del incidente de la maleta , ellos seguían preocupados por la actitud de Mía pero aún así la dejaban sola la mayoría del tiempo, las llamadas del colegio por mal comportamiento o peleas no se hicieron esperar; sus tíos ya no sabían que más hacer, ya habían intentado con psicólogos , medicación, pláticas, bueno tanto así no me sorprende que hasta limpias le hayan mandado a hacer a la chica; en fin, llegó un punto en el que se despertó la curiosidad dentro de su tía, y planeó escabullirse en la habitación de Mía para tratar de encontrar una pista que la acercara a la respuesta de qué diablos le pasaba, por lo general ella no dejaba que nadie viese dentro de su habitación, por lo que entrar ahí era un sentimiento parecido al de una misión suicida.

Aprovechando que se encontraba en el colegio, se dispuso a entrar, al hacerlo no vio nada fuera de lo normal, ni siquiera había señales de la maleta, por la fachada era sólo una habitación de una adolescente cualquiera, sólo libros, libretas, notas, desorden claramente; sin embargo casi apunto de salir algo llamó su atención, era una libreta sobre la mesita de noche en la que no se entendía nada de lo escrito y al lado nombres de compañeros de su colegio tachados se encontraba al lado una caja musical averiada pero con figuras peculiares de porcelana, parecidas a rocas pero con ojos huecos y una pose distinta cada una, con un paisaje boscoso de fondo plasmado en la parte interna de la tapa, parecía tan hipnótico que juraría que te perdías entre los árboles; y en este caso fue lo que le pasó a la tía, para cuando se dio cuenta ya era la hora en la que Mía regresaba a casa, así que se apresuró a salir pero se encontró con ella justo de frente, no le agradó para nada que hubiera entrado y lo dejó muy en claro al decir con el tono de voz alto -¿¡Qué hacías en mi habitación si claramente sabes que no pueden entrar !?-, - ¡Por qué eres tan curiosa maldita sea, deja de entrometerte en cosas que no te deberían de importar, deja de estar sobre mi !-, pero lo que en verdad la sorprendió fue el cambio repentino de humor en lo siguiente que dijo, -Te pido de la forma más amable posible que respetes mi habitación y me respetes, ya habrá tiempo para todo y en algún momento podré mostrarte mi versión del mundo- , vaya dulzura y tensión en sus palabras  y la rapidez con la que cambió !, la tía jamás había presenciado uno de sus dichosos cambios ya que no convivían con frecuencia, ya te imaginarás la impresión con la que se quedó después de tenerlo en primera fila.

Pero - ¿A qué se refería con " mi versión del mundo", qué quiere decir ?; se lo preguntaba una y otra y otra vez, se había convertido en un bucle de pensamientos, esas palabras le causaron una obsesión pero por más que le daba vueltas no hallaba la respuesta, lo único de lo que estaba segura era que quería ver la caja musical una vez más, volver a perderse entre esa porcelana y pintura de la tapa y sentir nuevamente esa conexión que por alguna razón la atraía; de modo que empezó a entrar con mayor frecuencia a la habitación de Mía.

Empezó a ser más cautelosa pues no quería encontrarse de nuevo con uno de los cambios de humor, empezó a obsesionarse más y más; pero a pesar de que era sumamente satisfactorio observar y perderte en el más mínimo detalle, empezó a sentir curiosidad acerca de qué melodía entonaba aquella pieza de arte, así que fue a que la repararan, no tardaron mucho en hacerlo pero ya casi era hora de que su sobrina regresara del colegio, se apresuró lo más que pudo para volver a dejarla en el mismo lugar de siempre, al final lo consiguió y estaba ansiosa de que llegara el siguiente día para escuchar la melodía. Así sucedió, y como se lo esperaba era dulce, suave y armoniosa, era el perfecto complemento para la estética de la cajita, de hecho fue tan extremamente dulce que de un segundo a otro se quedó dormida en la habitación de Mía; para cuando despertó la vio frente a ella, no decía una sola palabra sin embargo le clavaba una mirada frívola y cansada, pero se rompió el silencio cuando con una pequeña sonrisa y un tono de voz bajo le dijo - Bienvenida a mi versión y gracias a tu obstinación ahora tengo una nueva figura en mi caja musical-. <3

P.D Siempre que veo una caja musical me imagino que hay un mundo diminuto adentro, que la bailarina se mueve en realidad, que la melodía de la caja funciona como un portal hacia ese mundo por medio de la concentración, que puedes estar dentro del lugar con sólo escucharla.

Mi visiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora