#1 Plan: Huir del payaso

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-¡Hemos encontrado el escondite de Mia, capitán!

-Bien, ya se nos ha escapado una vez... ¡Esta vez no escapará! -respira hondo y añade el capitán- No os dejéis engañar, la foto en su cartel de "se busca" es de años atrás de un artículo de un periódico ya que era la única foto que la marina pudo encontrar, sus dos trenzas a ambos lados no pasarán desapercibidas esta vez, quiero probar al fin su fuerza, si es "la ladrona de almas" a ver si actúa como tal.

-Claro que sí capitán, usted es el mejor de todo Grand Line -alaba su nakama montado en un monociclo.

-¡Sí, ese soy yo! ¡Buggy el payaso!

-No creas cosas imposibles Buggy -dice una chica hermosa recostándose en un sofá en cubierta.

-¡Alvida cállate! -grita Buggy malhumorado por su comentario anterior.

-¡Vamos tras Sombrero de Paja! ¡Por eso nos aliamos! Tengo que aclarar unos asuntos con ese desgraciado.

-Eres una aburrida, esto es por matar el tiempo, al desgraciado de Luffy desde Impel Down no hemos tenido la suerte de encontrarnos con él.

-Deberías haberle matado allí, cuando pudiste

Buggy se da la vuelta y empieza a montar una fiesta sin ningún motivo aparente, tan solo por poder evitar a la usuaria de la fruta de la belleza.

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Mia se encuentra observando el barco de Buggy desde lo alto de una pequeña colina, mientras algunos están de fiesta otros muchos la buscan y aunque ella puede que sea fuerte, lucha mejor contra usuarios, por eso se le conoce como "la chica del kairoseki" o "la ladrona de almas", por haber matado a múltiples usuarios de la fruta del diablo a lo largo de su vida, y es que Mia desde pequeña ha tenido como un "don", ella es capaz de tratar a la perfección el kairoseki, hasta el punto que se hace sus propias armas para poder defenderse, no tiene nakamas, navega por el Grand Line colándose en barcos de piratas o comprando un pequeño bote, esta hace unas semanas se coló en el barco de Buggy y por ello este la persigue, aunque maneje perfectamente este material para fabricar sus armas, desde espadas hasta flechas, no le gusta herir a los demás y sólo lo hace cuando su propia vida está en peligro.

Mia termina de hacerse una de sus distinguidas trenzas, las cuales le hacía su padre siempre cuando ella era pequeña, y se levanta para poder refugiarse ya que ya ha obtenido toda la información que necesitaba saber sobre Buggy o su tripulación, baja rápidamente de la colina tan sólo con dos saltos, no vence a sus enemigos sólo por el hecho de tener armas de kairoseki, sino que también entrena duro, porque si no se entrena no podrá cumplir su promesa... Muchos pensamientos y recuerdos ya lejanos se meten en su cabeza y le producen agite la cabeza bruscamente y poder volver al mundo real, se sienta en la hierba y abre su preciada mochila, donde lleva siempre sus armas, su brújula magnética, dinero y los víveres que le quedan, y también algún que otro cartel de se busca, le encanta estar informada de lo que ocurre. 

Saca de su mochila una ración de comida y se dispone a comer mientras piensa en cómo poder salir de la isla sin tener que toparse con Buggy o Alvida, aunque Alvida no tiene mucho interés en ella es un factor en el que debe pensar, porque puede ocurrir cualquier cosa, al final decide que lo mejor es huir por la noche en su pequeño barco y durante el día intentar conseguir más comida ya que no sabe cuanto tiempo estará en mar abierto antes de poder llegar a la siguiente isla, por suerte su brújula magnética ya está cargada por lo que ya apunta la dirección a la siguiente isla, termina de comer y decide entrenar un poco, previendo que algo saliese mal, saca su arco hecho a mano y sus flechas de kairoseki y empieza su entrenamiento, luego descansa un rato y decide bajar al pueblo para poder conseguir comida, ya que si entrena mucho se fatigaría y en una batalla contra dos usuarios de las frutas del demonio no conviene estar cansada, se pone su largo abrigo con capucha para taparse un poco y pasar desapercibida y baja al pueblo.

Una vez en el pueblo se pasa de taberna en taberna comprando la comida y bebida suficiente para poder sobrevivir al trayecto, y nuevamente sube a la colina donde antes se encontraba, es más seguro dejar su comida allí que bajar al muelle y dejarla en su pequeño barco, era como un suicidio, bueno, Mia se ha cargado a muchos otros con recompensas mayores que la de Buggy o Alvida, bueno, cargado no, simplemente hacer lo suficiente para poder huir con vida, porque una cosa tiene muy clara, va a vivir, y va a vivir por ella y por muchos otros que por desgracia ya no están... "Mia, olvídate de mí, mi destino acaba aquí, sé que serás una gran mujer" esas palabras golpean su cabeza y el recuerdo de su querido padre se hace más y más grande, y por ello agarra con fuerza un bonito collar que cuelga de su cuello y eso la tranquiliza, y luego sonríe y levanta la vista y para su asombro hay alguien observándola de cerca.

-¿Quién eres? -pregunta Mia algo temerosa pensando que puede ser un nakama de Buggy, pero no iba disfrazado como si viviese en un circo por lo que descarta esa opción.

-Alguien con hambre... -suspira, se le nota bastante delgado y si que parece que esté pasando hambre, y como Mia tiene mucho corazón decide darle algo.

-Anda, toma -y le tira dos trozos de pan.

Él se le queda mirando sorprendido y ella le indica que de verdad que se los puede comer, y este se lo agradece con una amplia sonrisa, Mia decidida sigue su camino hacia la colina para poder pensar cómo salir de la isla, ya que su barco y el del capitán de la nariz roja estaban prácticamente al lado en el mismo puente.

-Mia, yo te puedo ayudar -dice el muchacho a espaldas de Mia terminándose el último trozo del pan.

Ella sorprendida se da la vuelta bruscamente y se le cae la capucha y se descubre su rostro por lo que el chico puede verificar que habla con la persona que él creía que era al ver sus dos delicadas trenzas, ella en cambio asustada suelta la bolsa de los víveres y desenfunda su espada, con incrustaciones de kairoseki, y le apunta directamente, "¿Quién es ese chico?" piensa ella nuevamente.

-Tranquila, estoy en deuda contigo, si no comía algo en los próximos días habría muerto de hambre -dice él con toda la naturalidad del mundo.

-¿Cómo sabes quién soy? –pregunta la chica aún asustada y dispuesta a contraatacar en cualquier momento.

-Me fascina tu trabajo –le contesta el chico sentándose en el suelo como muestra de que no iba a hacer nada- y ahora mismo tú eres la que más recompensa tiene en esta isla, 65.000.000 de doblones no está nada mal.

-¿Entonces lo que buscas es mi cabeza?

-No, no, aunque no haya comido ninguna fruta del demonio supongo que en un combate cuerpo a cuerpo me ganarías igualmente –y ríe de una forma que tranquiliza a Mia y hace que confíe un poco en él –Sólo quiero agradecerte el haberme dado de comer, y creo que ayudándote a salir de aquí sería lo más justo –y sonríe nuevamente.

Mia clava su espada en el suelo y se apoya en ella, se siente rara, no acaba nunca a acostumbrarse a que la gente le ayude, aunque a ella le encanta ayudar a los demás por eso le dio de comer momentos atrás.

-¿Y todo eso por darte dos trozos de pan?

-Sí.

-¿Cómo debo creerte si no sé ni tu nombre?

-Cierto, soy Saku, encantado –y le extiende la mano levantándose del suelo, pero ella desconfiada no sabe si dársela o no por lo que este acaba quitándola y metiéndola en su bolsillo.

-Llámame desconfiada pero sigo sin creerte del todo… -suspira Mia, le cuesta confiar en la gente, y más así de repente- Seguro que me entregarías a Buggy o a la marina en un abrir y cerrar de ojos.

-Desconfiada –le contesta el chico riéndose, lo que provoca que ella también sonría un poco- Sé que es difícil poder confiar en alguien como yo… -suspira- pero creo que si escuchas esta historia me comprenderías, y sabrías porqué estoy tan en deuda contigo –dice sentándose nuevamente e indicándole que se siente en frente.

-Bueno, no me hará daño escucharte.

Dicho esto Mia se encoge de hombros, guarda su espada y se sienta en el suelo, aunque no a su lado, sigue sin estar segura, deja un espacio entre ambos por seguridad, al oír esas palabras el chico rubio, de más o menos la misma edad que ella, agita un poco su cabeza dando a mostrar su felicidad y sus ojos marrones se centran en los verdes de Mia, esperando a que esta le haga una seña para que empiece.

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Resubiendola, gracias por todo <3

La ladrona de almas [One Piece fan fiction] [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora