La ladrona de almas [One Piece fan fiction] [Español]

#4 Fruta que hace ¿qué?

-Me he aguantado antes, pero no quiero que llores más por favor… -dice alguien saliendo de la cabina.

-¿Sa.. Saku? –se gira la chica y al comprobar que lo que ve es cierto se tira hacia él y le abraza fuerte mientras intenta calmar su llanto.

-Ya estoy aquí –dice jugando con su pelo- así que deja ya de llorar o empezaré a preocuparme.

-Pe… pero ¿cómo? Yo… y tú… Y… -empieza a señalar a todos lados sin poder explicarse.

-Si te tranquilizas y comes algo te lo explicaré ¿vale? –dice Saku separándose de ella y tirándole una manzana.

La diferencia de altura entre ellos dos es notable, Saku es bastante más alto, por lo que en este momento Mia está comiéndose la manzana mirando hacia arriba para poder ver la cara de su amigo mientras aún le caen lágrimas por la alegría de volver a verle, el chico suelta una risa coqueta y agacha la cabeza de Mia para que se sentase en cubierta, luego se sienta enfrente suya y saca su mochila.

-Sabes de sobra lo que son las frutas del demonio ¿verdad?

-Sí. –contesta ella algo confundida.

-Pues es lo que llevaba en esta mochila, y me la comí para…

-¡Espera un momento! ¿Por qué hiciste eso? –eleva el tono la chica.

-Tuve un mal presentimiento al llegar a la isla, y cuando vi que aquel tipo te capturaba, vi que no tenía otra elección.

-Disculpa pero no entiendo nada, ¿Cómo fuiste capaz de,…?

-Estuve investigando mucho sobre esa fruta, por si un día me la tuviese que comer saber al menos algo básico.

-¿Qué fruta te comiste?

-La fruta clonadora, puedo clonar cualquier cosa, deja que te lo demuestre.

Pone su mano derecha en la cabeza de Mia y cierra los ojos para concentrarse y de su mano izquierda aparece una silueta borrosa que cuando toma forma es exactamente igual a la chica, solo que el clon no lleva la manzana en la mano.

-Y aunque en principio me cuesta bastante puedo manejar lo que clono.

Aparta las manos de ambas cabezas y entonces el clon de Mia empieza a andar por cubierta feliz, y luego se acerca a Mia y le arrebata la manzana.

-¡Oye! ¡Mi manzana! –replica como una niña pequeña.

-Es para que veas que no es sólo una ilusión –dice mientras hace que el clon le de un mordisco.

Mia fascinada se acerca a la chica y sólo se le ocurre una cosa, hacerle cosquillas justo donde ella las tiene, el clon empieza a reírse tanto que tropieza y cae por la borda y desaparece al tocar el agua del mar, Mia asustada se gira para pedir perdón a Saku.

-Tranquila –dice mientras se ríe por lo graciosa que había sido la situación- sigue siendo una fruta del demonio, por lo que el agua me quita el poder. ¿No te habias dado cuenta que lo único que le faltaba a tu clon era tu espada?

-Es cierto, porque está hecha de kairoseki ¿no?

-Exacto, lo bueno de esta fruta es que ahorraríamos mucho dinero en comida, pero sólo la comida que no tenga que ser cocinada con agua.

Se empieza a reír mientras clona la manzana que anteriormente había empezado a comerse Mia, se la tira y él empieza a comerse la manzana clonada.

-Gracias por no dejarme –se vuelve a abalanzar sobre Saku y se sienta encima suya abrazándole.

-Sabes que no te iba a dejar sola –opta por no separarla, aún estaba feliz de su reacción- ¿Entonces… ahora puedo ser tu nakama? Sé que acordamos separarnos en la próxi…

-¡Sí! ¡Claro que sí! –dice feliz y canturreante mientras se levanta y empieza a saltar de un lado a otro por cubierta.

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Mia empieza a esculpir en un pequeño trozo redondo de kairoseki que tenía guardado mientas Saku dibuja en su block de dibujo el paisaje que había, Mia pensando en lo que había pasado esa misma mañana idea una especie de brazalete de kairoseki pensando que si ese hombre hubiese sido un usuario habría bastado con acercarle el brazalete al cuerpo para tener la oportunidad de coger su espada para defenderse, debía entrenar más a fondo para que eso no pasase, pero tampoco toda la gente ha comido alguna fruta del demonio, por lo que deja la idea a un lado, y se queda mirando fijamente a Saku, quien estaba ensimismado por la belleza del mar; ciertamente la chica siente verdadera pena al saber que él se tuvo que sacrificar de esa manera para salvarla, ¿acabaría guardándole rencor Saku? Eso es lo que menos quiere en el mundo, ya que ahora mismo es capaz de bajar la guardia y de respirar libremente, sabiendo que puede confiar en alguien.

Llevan varios días de viaje y todavía no han pisado tierra, Saku siempre pasa horas muertas dibujando diferentes proyectos o cosas, y Mia cada día hace alguna tontería para alegrar a Saku, ya que hay ratos que cuando dibuja, su aspecto pasa a ser distante y sombrío, seguramente recordando algo malo que le ocurrió.

A la chica de las trenzas no se le ocurre otra cosa que mientras dibuja acercarse con un trozo pequeño de kairoseki en la mano, para ver su reacción al debilitarse; se acerca sigilosamente y cuando ya está justo detrás suya le va a tocar pero Saku le para la mano y le sonríe pícaramente.

-Prueba a ser menos ruidosa la próxima vez –dice entre risas mientras cierra su block de dibujo y se gira para quedar cara a cara con Mia.

-¡No es justo! Seguro que ya me habías visto acercarme.

-La verdad es que sí.

-¿Ves? ¡No vale!

-Me sorprendes.

-¿Qué? ¿Cómo? –pregunta confundida.

-La Mia a la que conocí en mi isla no es la Mia que tengo ahora delante.

-¿Qué insinúas? –pregunta mientas se toca la nuca.

-Que eras fría y distante, pero de repente empezaste a sentir afecto hacia mí, me sorprendió verte llorar “mi muerte” –dice levantando los dedos haciendo las comillas- y ahora eres totalmente diferente, siempre haciendo bromas y… -la chica le corta.

-Ya sé a lo que te refieres –se recuesta y mira al cielo- mi vida ha sido algo trágica, y he tenido que vivir sola desde muy temprana edad, y todos con los que me junté o me traicionaban o me abandonaban, por eso debía tomar esa postura ante la gente, a pesar de eso tú me insististe y querías acompañarme, y me pareciste buen chico, por eso no quise que te vinieses, ya que siempre acabo sola…

-Eso ya no va a volver a pasar, así que no te preocupes, ya puedes bajar la guardia y relajarte, llevas muchos años de estar sola encima, déjame compartirlos y se te hará más llevadero.

Mia apenas sabe qué responderle, simplemente le dedica una gran sonrisa como forma de agradecimiento.

Después de eso Mia se siente aún más liberada de lo que ya estaba, y con más ganas que nunca con encontrarse a su amigo de la infancia, que navega por Grand Line.

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Ya terminé, logicamente 4 capítulos no es mucho, pero ya es algo, espero poder subir pronto <3