𝑺𝒐𝒍𝒐⸙

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- No puedo creerlo... - Susurró el pelinegro asombrado mirando la pantalla de su televisor, que mostraba los créditos del último capítulo de la serie favorita de Hoseok en esos momentos.


El chico se encontraba con las piernas cruzadas sentado en el sofá con un bol de palomitas casi por terminar, que hizo antes de que se instalara a ver la maratón de esa serie.

Él estaba en completo shook, probablemente ese era el peor final que se le podía dar a una serie, porque simplemente en una historia donde hubo mucho sufrimiento debería de haber felicidad al final, pero no, solo muerte, eso disgustó mucho a él pelinegro.

Disgustado con todo, Hoseok se dedicó a cambiar el canal para buscar alguna otra cosa con la que despejar su mente, pero al parecer el mundo no estaba de su lado pues lo único que encontraba eran noticieros, programas de variedades, algunas películas que ya vio y por supuesto telenovelas, hasta que su atención fue inmediatamente captada por una corta publicidad, donde aparecía un modelo de ropa interior, que por cierto tenía un físico espectacular.

Ese tipo está buenísimo.

Fue lo que pensó Hoseok con los ojos levemente abiertos y una expresión de asombro en su rostro, antes de que la publicidad fue cambiada a comerciales de productos para el cabello.

El pelinegro se quedó mirando fijamente la pantalla de la tv, pero aun así ni siquiera prestaba atención a lo que pasaba en ella, sino que su mente se concentró en la imagen de un cuerpo escultural y fuerte, recordando aquel modelo que en cuestión de segundos se convirtió en otra persona, siendo el dueño de todas y cada una de las fantasías eróticas del pelinegro.

Hoseok cerró sus ojos y mordió sus labios al recordarlo, sus brazos fuertes, su espalda con los músculos marcados, su pecho duro y sobre todo los muslos gruesos y seductores. La entrepierna del chico palpitó con aquellos pensamientos, sin darse cuenta estaba fantaseando de nuevo con él, y su cuerpo estaba respondiendo, pues su propia mano se movió hasta su muslo, apretando con leve fuerza.

Miro sus piernas y luego quitó el bol de palomitas de su regazo, notando el bulto que se formó con un corto tiempo pensando en el cuerpo de aquella persona, y en la manera tan maravillosa que lo tocaba.

¿Realmente estaba excitándome ahora?

Tomó su celular y miró la hora en este, jueves a las cuatro de la tarde, definitivamente este era uno de esos días en los que podía hundirse en su remordimiento al entrar de nuevo en su chat y mirar el último mensaje que le había dejado antes de bloquearlo, logrando que no pudiera hablar más con él.

"Ten una linda vida."

Podía decir que no se sentía pésimo cada vez que miraba la última conversación que tuvieron por chat, pero siempre que volvía a leer el testamento donde le decía que estaba realmente agradecido con Hoseok por todos los momentos hermosos que le hizo pasar, y también lo decepcionado que estaba, solo lo hacía querer llorar hasta desnutrirse.

Aunque a veces pensaba en que defectos podría tener, se cuestionaba siempre si en realidad era tan bueno o si solo fingía, pues le parecía irreal que semejante amor de persona podría tener incluido un físico para morirse

Solo lo hacía sentir más tonto con ahora ser uno de sus ex's.

Había pasado un tiempo desde que se separaron, tal vez un mes y medio, cantidad insuficiente para que el pelinegro lograra superar a su ex, y mucho menos para dejar de necesitarlo cada vez que cualquier tontería le recordara a él y se entristeciera o excitara.

Como justo ahora, por ejemplo.

El pelinegro podría admitir que se le dificultaba demasiado encontrar alguna otra persona con la que pasar sus calenturas, y no porque nadie le coqueteara o invitara libremente a tener sexo, sino que aún se encontraba en luto por su noviazgo roto, por lo que acostarse con cualquier extraño para saciarse era desagradable. O tal vez seguía esperando una reconciliación.

Solo ﹫ 𝑱𝒖𝒏𝒈𝒉𝒐𝒑𝒆 ཻུ⸙͎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora