Piloto

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Alexander se encontraba dormido en su cama cuando Clove lo despertó con varios besos en las mejillas mientras él reía por la caricia.
-Feliz cumpleaños- dijo Clove alegre .
Isabelle estaba en la cocina desayunando un improvisado platillo cuando Cato interrumpió sus profundos pensamientos.
-¿Te quedarás a entrenar hoy?
-Sí, el maestro Bailey quiere que le haga una demostración a los más jóvenes acerca de la defensa personal.
Cato asintió, él y su hija eran idénticos, con pocas palabras expresaban demasiadas cosas.
Al salir de su casa, Isabelle vio llegar a Katniss y a Gale hacia su casa con una mirada de preocupación en el rostro. En seguida Clove les dio indicaciones a ambos para que siguieran su camino hacia el camión que los conduciría al Capitolio mientras ella y Cato hablaban con ellos.
Isabelle siempre mostró consternación acerca del pasado de sus padres, pues si bien ambos podían llegar a ser presuntos groseros y serios, ambos eran buenas personas que los amaban demasiado, pero tanto ella como Alexander ya habían escuchado que sus padres, en su tiempo, fueron despiadados asesinos, fueron quienes iniciaron una revolución en contra del Capitolio y del Distrito 13.
Y a su vez, fueron quienes liberaron a Panem de un régimen autoritario; sin embargo Isabelle no podía imaginarlos haciendo esa clase de cosas y cuando llegaba a preguntarles al respecto, Clove cambiaba drásticamente de tema mientras que Cato decía que lo sabrían cuando estuvieran listos.
Pero ambos estaban listos, acababan de cumplir los 16 años, edad en la que Cato era el mejor usando la espada de todo Panem y edad en la que Clove asistió a los Juegos.
-¿Crees que nos lo digan?- preguntó Isabelle con emoción.
-¿Decirnos qué?
- Hablarnos acerca de los Juegos y de cómo se conocieron, además de quien fue Klein, cómo eran Finnick Odair y Peeta Mellarck. Además de lo qué pasó con el bebé de mamá de hace tantos años.
-Belle- dijo tranquilamente su hermano por minutos mayor- Ellos no quieren hablar de eso, deberías dejarlos.
Isabelle suspiró, ella quería saber que había ocurrido, ella necesitaba saber de la palabra de sus padres porque el apellido Hadley Kentwel era tan importante y que habían hecho para llegar a donde estaban.
Adam, el hijo de Katniss y Gale, quien también formaba parte de los "hijos de los sobrevivientes" tampoco hacía preguntas al respecto y solo los observaba a ambos callado mientras esperaba a su novia de nombre Nora, Nora Mason.
Nora e Isabelle tenían roces desde que se conocieron, a pesar de sus madres ser realmente buenas amigas, ambas eran tan distintas en tantas cuestiones que el odiarse había sido nato.
Al lado de su primo se encontraba Lynda Clark Everdeen, hija única de Prim de la cual Alexander estaba profundamente enamorado, razón suficiente de Isabelle para molestarlo pues el bien podría estar con con alguien más importante, alguien como la hija de Aranxa, Ximena quien era la hija de nada más y nada menos que la Presidente de Panem y quien, por cierto, estaba enamorada de Alexander.
Y claro por último, pero no menos importante, entró Finnick, él era la viva imagen de su padre: rubio, fuerte y apuesto.
Isabelle estaba enamorada de él desde que tenía memoria, pero el pasaba de chica en chica por todo Panem, teniendo novias como Matu, del Distrito 5 quien era una chica de tez morena y realmente inteligente. O Angie del Distrito 1, sobrina de una tributo llamada Glimmer, quien perteneció a los 74 Juegos del Hambre y con quien sus padres habían estado aliados al comenzar los Juegos. Pero la mejor de todas era Lenah, media hermana de la Presidente Aranxa e hija de la ex tributo ganadora de los Juegos, Débora,mentora de sus padres.
Lenah y Finnick tenían una relación en al cual Finnick la engañaba constantemente, pero ella parecía no prestar atención o incluso no saberlo.
-Hola belleza- dijo Finnick Junior tocando la mejilla de Isabelle- Hasta que nos volvemos a ver. Dime ¿ahora si podré aunque sea besarte?
Alexander rodó los ojos y se fue del espacio del camión pues él odiaba con locura a Junior por la manera en que trataba a Isabelle y porque el sabía de lo que aquel chico era capaz.
Isabelle sonrió ante el comentario ignorando a su hermano y Finnick la beso rápidamente en los labios mientras ella se sonrojaba.
La diferencia de edades era abismal pues Finnick tenía 21 años e Isabelle acababa de cumplir los 16; sin embargo, a ella no le importaba y a Finnick parecía no importarle tampoco.
Lo que antes se conocía como "El Instituto", lugar donde entrenaban los jóvenes del Distrito 1 y 2 para los Juegos del Hambre, ahora era "La Academia" donde los jóvenes de todos los Distritos tenían clases normales con profesores aburridos. Isabelle se preguntaba constantemente cómo eran los entrenamientos para los Juegos, pero comenzaba a perder la esperanza que algún día lo fuera a descubrir.
En la casa de Clato...
-¿Qué sucede Katniss? ¿Cuál era la urgencia como para viajar al Dos?
-Tenemos malas noticias, el grupo del Capitolio toma cada vez más fuerza, las personas exigen que hayan nuevamente Juegos del Hambre e incluso pagan clandestinamente para ello, secuestran niños de Distritos pobres y los obligan a pelear a muerte, es una locura.
Clove y Cato se observaron mutuamente, ambos se encontraban preocupados, todo Panem había tratado de poner los Juegos como un tema intocable, pero las personas del Capitolio siempre habían estado enfermas y eso comenzaba a ser alarmante.
-Debemos informarle a Aranxa y proteger a nuestros hijos- dijo Cato.
-¿Por qué dices eso?- preguntó Clove.
-Porque nosotros terminamos con los Juegos, porque si yo quisiera joder a alguien sería a ellos.
-¿Han sabido algo de Tellya?
Todos se quedaron en silencio, la nieta de Snow había escapado de la prision en la que estaba el año pasado y desde entonces nadie conocía su paradero, pero significaba una gran amenaza para su paz.
La respiración de Clove se había vuelto pesada y cada vez le costaba más trabajo el realizarlo, sudor comenzó a brotar de si frente mientras ella entraba en un estado de shock.
Cato se encontraba pensando acerca del problema hasta que Katniss le tocó el hombro y le señaló a Clove quien se encontraba sollozando en el sillón, abrazando sus piernas a su pecho por la preocupación. Cato fue en seguida a abrazarla y a acariciar su cabello mientras le susurraba palabras reconfortantes. Muchos se habrían preguntado qué había ocurrido con la Clove que había ido a los Juegos, que lanzaba cuchillos y había recibido un disparo en la pierna y aún así había seguido luchando. La respuesta de Cato hubiese sido instantánea, se había vuelto madre.
Cato había visto a Clove despertarse todas las noches en su embarazo para tocarse el vientre y asegurarse que todo estuviera bien así como siguió despertándose todas las noches para ir a sus habitaciones a ver qué siguieran durmiendo en sus camas pues en cuanto la maternidad llegó a sus vidas ella ya no sólo se debía preocupar de su propio bienestar, ahora dependían de ella dos seres más.
En cuanto Isabelle y Alexander llegaron a su casa Clove pudo respirar nuevamente mientras lloraba de la preocupación que había sentido, Belle decidió sólo ignorarla para ir a su habitación y Cato decidió seguirla.
-Ella no siempre fue así-fue lo primero que dio al entrar- Ella solía ser la mujer más valiente de todo Panem y todos le temían, incluyéndome.
-Aún no me creo todo lo que dicen de ella, no puedo verla de esa manera y menos si jamás piensan hablarme de los Juegos.
-Pronto Belle, pronto.

Los hijos de Clove y CatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora