Un año. Hace un año del fatídico día dónde todo se fue a la mierda, o dónde al fin todo volvió a la normalidad, depende de quién lo vea. Yo sólo siento impotencia, impotencia y enfado, por lo que hice que perdieran, por restarles tiempo. Si pudiera volver justo un año atrás lo cambiaría todo, me hubiera quedado con él en el hangar. Se lo hubiera explicado todo a Ángel por teléfono y le hubiera dicho que no hablara con nadie. Quién sabe qué hubiera pasado si les hubiera podido ayudar, ¿se hubiera muerto ese tal Berlín? ¿habrían conseguido sacar más dinero? Todo se empezó a apresurar por mi puta culpa, perdí a Salva, a Sergio por mi culpa. Llevo un año con éstas cosas, con éstos pensamientos torturándome día a día y sin dejarme dormir. Necesito un helado. Me veo en la televisión hace un año, he adelgazado un montón. Salgo ridícula. Inspectora Raquel Murillo. Siempre he odiado esta mierda de cuerpo de policía, Sergio también me sacó de ahí sin siquiera saberlo. ¿Cómo estará él? ¿Pensará en mí? ¿Seguirá vivo? Seguro que sí, no es tan tonto como para dejarse coger. Sergio. Sergio. ¡Sergio! Parezco una tía de una serie mala de Netflix, o de película de domingo por la tarde, acordándome del mayor hijo de puta del reino y buscando las postales que me dejó. "Palawan". Qué gilipollas soy, ¿cómo pude dejar escapar a Sergio? No entiendo nada. Y aun entiendo menos cuándo veo lo que hay escrito en el reverso de las postales. Incluso me río internamente. No deja un cabo suelto. ¿Qué coño son esas coordenadas? ¿Cómo va a llevar un año allí esperando por mí? Mi móvil, busco las coordenadas en mi móvil. Palawan. Sonrío. ¿Debería ir? ¿Y Paula y mamá? Bueno, tampoco tengo nada mejor que hacer aquí, más que comer helado de chocolate y no salir de casa por vergüenza. "Es tan loco que... Que no me imagino haciendo otra cosa." Voy a hacer las maletas.
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Me despierto en mitad de la noche pensando en él. Sudor frío, el mismo dolor en el abdomen de siempre, las piernas me tiemblan y noto como mi vista se empieza a nublar. Necesito aire. Otra noche, otra vez. Consigo salir a duras penas de la casa en la playa que tengo para mí sólo. En la arena noto como mi cuerpo se desploma, ni siquiera logro mantener el equilibro de rodillas. Caigo al suelo sintiendo como todo gira y se nubla a mi alrededor. Otra noche, otra vez. No pienso, me intento concentrar en que mi respiración vuelva a la normalidad. Si al menos la tuviera a ella para ayudarme, para confortarme. Pensando en ella no sólo no logro volver a respirar, sino que incluso noto como me empieza a faltar el aire. Quiero gritar, escapar, pedir ayuda a la gente tan amable que me ha acogido en esa playa, pero no puedo. Más presión en el pecho. Decido acomodarme en la arena y cerrar los ojos, parece que va para largo éste ataque. Otra noche, otra vez. Sergio, deja la mente en blanco, joder. Tras una media hora, consigo calmarme. ¿O fue más? No lo sé, he perdido la noción del tiempo. Hoy he visto en el bar de siempre que hace un año del final del atraco. Un año desde que le perdí, desde que la perdí. Una vez calmado me incorporo y me siento en la arena, los ataques de pánico desde la muerte de Andrés no cesan, no dan tregua ni una sola noche, y encima está ella. Joder. La gente nos ve como los ganadores, cómo unos putos héroes, ¿quién cojones ha ganado? Yo lo perdí todo, y si el cabecilla del plan lo pierde todo, ¿alguien gana? Joder. A lo tonto, veo amanecer en la playa. Bonito es, la verdad, aunque me hubiera gustado compartirlo con cualquiera de los dos. Con ella, sobretodo. Otro día más, otra vez al mismo sitio de siempre. No va a venir. Pero al menos el filipino amable de la barra me suele dar conversación. "Es tan loco que... que no me imagino haciendo otra cosa." Joder, ojalá fuera verdad, Raquel. ¿Será hoy el día? Seguro que no, lo que está claro, es que será igual que los últimos 365, y la noche, seguro que también.

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PUNTOS DE VISTA
FanfictionLa relación de Sergio y Raquel desde los pensamientos y sentimientos de cada uno.