Fase 2

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Hoy es otro día horrible mi madre fue a la escuela a hablar de lo ocurrido, no mostre interés en el tema

-Lucas tenemos que hablar que es lo que sucede contigo-me dijo triste- Encerio me preocupa tu estado de humor

-No me ocurre nada-dije falsamente- Estoy totalmente bien- dije intentando sonreir

-Okey- dijo mi madre- Pero tendras que decirme si te pasa algo

-Si lo se- le dije llorando

Mi interior estaba como una televisión con estática nada era claro todo era manchas negras y blancas, para mi yo no era nadie, era solo una mancha en el universo una insignificante mancha sin propósito

Al otro día era hora de desayunar mi escuela estaba cerca asi que salía a una hora justa

Al desayunar me percate de que yo no tenia apetito no le tome importancia

-Lucas hijo... Porfavor desayuna- dijo preocupada como siempre- Necesitas desayunar

-No gracias estoy bien- dije mientras me dirigia a la puerta- Mamá... Te amo

-Yo igual mi tesoro- dijo entre lágrimas ya que yo no era expresivo

A las afueras de la escuela estaba Rocio con su grupito esperandome

-Hola imbecil, ¿nos extrañaste?- dijo con un tono sarcastico

-... - no respondí

-Responde bicho raro- dijo desafiandome

-No- dije evitando contacto visual con esa estupida

-¿Porqué no nos extrañaste? - dijo sarcasticamente- Si somos grandes amigos, ¿o no?

-No soy y tampoco seré tu amigo, ni que me dieran dinero no lo vale- dije entrando a la escuela- Adios... No me vuelvas a hablar

Cuando entré a la escuela fui directamente al baño, mis lágrimas empezaron a brotar como una lluvia invernal y tormentosa. Fue en ese momento cuando alguien me escucho llorar y lo primero que hizo fue acercarse al cubículo donde estaba

-Hey hola, ¿Estas bien? - dijo un extraño

-Si, estoy bien- dije intentando hablar con las lágrimas en la garganta

-Ah okey...- dijo más tranquilo- Si necesitas ayuda buscame soy del salón 7-B

-... - no dije nada y ese extraño salio

Me senti aliviado de saber que no solo le preocupó a mi madre si no que a alguien más

Pasaron las horas cuando me dirigí al salón 7-B porque nose queria sentir lo que es tener un amigo

-Hola... - le dije a la profesora de ese salón

-Hola, ¿oye tu eres del salón 7-A?- dijo intentando adivinar de donde soy

-Si, soy Lucas- dije firmemente

-¿Eres tú?- dijo ese extraño que me habló- Si eres tú suenas igual a esa persona

-¿Se conocen? - dijó la profesora

-No del todo- dijó él

-A okey ustedes hablen, total ya es hora del almuerzo- dijó bromeando

Salimos los dos del salón y nos dirigimos a un lugar que solo yo conozco detras de un gran mural, ahi iba yo cuando me sentia solo

-Hola soy Roberto - dijo abriendo una conversación

-Hola soy Lucas- dije feliz

-¿Te puedo decir algo?- dijo curioso- ¿Porque llorabas?

-Aaa eso es que...- no se me ocurría algo que decir- es que me corté con un vidrio... Si eso nada más- dije nervioso

-A por eso, lo lamento mucho- dijo siendo amable

-No es nada- dije sonrojado

-Puede que esto sea muy rápido pero, ¿Quieres ser mi amigo?- dijo seguro de sí mismo

-Claro, me encantaría- me sentí demasiado feliz, porfin un amigo hace tiempo que no tenía uno

A la salida se nos ocurrió una idea, fuimos a un taller de arte gratis era algo común ese tipo de cosas, sentí que mi tristeza se convertía en algo nuevo algo llamado amistad

El tiempo pasó tan rápido como una ráfaga de viento, tan fugaz que no me dio el tiempo de pensar

Al volver a casa mi madre me vio feliz

-Hola Lucas, ¿como estas? Te veo feliz- dijo alegre

-Hola, a eso es que hoy me pasó algo increíble- dije feliz- Hoy hice un amigo

-Que bien eso hay que celebrarlo- dijo feliz de pie a mi lado- ¿Qué te parece si comemos algo?

-Si, pero decide tú- dije feliz

-Ya ya, mmmm... comida china... No mmm... - siguió con un listado hasta que se me ocurrio algo

-¡COMIDA ITALIANA!- grité feliz

-Mmmm... Bueno, cambiate el uniforme ponte ropa normal y vamos a un restaurante- dijo festejando

-Voy corriendo- me cambie de ropa y me dije a mi mismo que esto me cambiara la vida- Vamos mamá

-Te espero en el coche- salió al coche y luego de ella salí yo

Nos dirigimos a un restaurante popular, la comida era buena y económica, no solemos darnos gustos

-Y cuentame, ¿Cómo se llama?- dijo curiosa

-Roberto, es de la otra clase- dije

-Muy bien, quiero que me cuentes todo con lujo de detalles- le conté todo y se empezó a reir y dijo- Llorar te trajo algo bueno, te dije algún día una persona se te acercara para ser tu amigo

Yo solo le dije que tenia la razón y seguí con mi comida

Esto que me pasó fue algo genial y nuevo pero esta felicidad no sería eterna

Depressed Donde viven las historias. Descúbrelo ahora