John adoraba a Sherlock, no, más bien lo amaba en todos los aspectos posibles, cada parte de su ser la amaba pero... Vivía en una mentira ya que el detective había hecho que cada parte de todo lo que amaba fuera solo para que la demás gente lo creyera raro, había notado como disfrutaba la cara de los demás al no comprenderlo, el cómo mataban cada una de sus neuronas por tratar de estar en su mismo canal aunque eso fuera nada más y nada menos que un vil y triste sueño que apenas algunos podrían atreverse a soñar.
Claro eso no le molestaba en realidad el cómo había hecho que todas esas pequeñas mentiras se volvieron en su triste ser lo que en realidad le molestaba era el simple hecho de que este era falso hasta con él porque si esa era la palabra que describía perfectamente al gran y magnífico Sherlock Holmes único detective consultor en el mundo. Falso. Pero no hay que malinterpretarlo no es falso en lo que hace en su trabajo (es en realidad en lo único que es verdadero de todo él) si no lo que es fuera de este, eso es lo que es una gran mentira. Y podía probarlo o claro que podría si quisiera.
Tenía pruebas y de solo pensarlas hacia que su sangre hirviese de ira a la vez que sentía como su corazón era estrujado con crueldad y sin ninguna compasión hacia él.
Prueba 1:
Hubo una vez en la cual miro como su compañero observaba con desprecio a una pobre mujer que acababa de perder a su esposo cuando su mejor amigo quiso quedarse con los bienes y su mujer, está en busca de consolación se había recargado en hombro de este y derramó un par de lágrimas antes de irse, sabía que esa bufanda era especial ya que era parte de su ropa que lo caracterizaba como el famoso detective que es, el moreno se quitó la bufanda como si le quemara y la guardo en una bolsa de evidencia que cuando llegaron a casa quemo en la chimenea.
-Es una lástima... Era una de mis favoritas...-
Lo había escuchado y justo cuando se había ido de la habitación noto como solo la etiqueta de esta quedaba aún algo reconocible. "H&M" decía ahí y sintió las ganas de tomar lo que quedaba de la prenda de vestir y enrollarla en ese cuello tan largo que tenía y apretarlo hasta que no respirara o simplemente que se disculpara con la mujer. Esto era sin duda imperdonable ¿Había quemado esto que valía una gran cantidad de dinero solo porque una señora había soltado un par de lágrimas en ella? ¿Solo por eso? Quiso hablar con él moreno más tarde, pero este había salido a una mini investigación y para cuando volvió decidió dejar el tema de lado después de todo no tenía caso el discutir por esto.
Prueba 2:
-Yo no me masturbo John, es una pérdida total de tiempo y energía que podría estar la usando en algo mucho más... excitante...-
Admiraba el cómo podía resistir sus deseos carnales, aunque a la vez lo encontraba sospechoso sin embargo con las nuevas tendencias en la sexualidad suponía que podía ser asexual, lo cual tendría mucho sentido y encajaría perfectamente con su excéntrismo que lo caracterizaba quizá luego podría hacer una investigación de eso y un estudio para publicarlo en una revista de medicina o algo asi, lo vería más tarde. Pero su perspectiva cambio cuando un día después de un largo día de trabajo en la clínica escucho como había una combinación de música clásica de las cuales solo podía identificar a Mozart (principalmente) Vivaldi, Paganini e incluso un poco de ese del cual nunca supo pronunciar su nombre ¿Tchovaski? ¿Tchijkosvaski? El nombre o apellido es demasiado complicado, volviendo al tema escuchaba las diversas sinfonías en un orden tan hermoso que incluso se quedó con la boca abierta pero cuando entró a la habitación podía ver como su compañero de piso se está masturbando al compás de las melodías y si ese momento de por sí no fuera lo suficientemente traumarte pudo ver por el rabillo del ojo como Greg entraba a su casa y veía lo mismo que él.