1.1 El Soplo de Yuhavah
Sopló Yuhavah, mucho antes de la oscuridad, mucho antes de los hombres, y, por lo tanto, mucho antes de las guerras.
Creó entones a Seován su única compañía, este era corpulento, pero divertido y todos los eones oraba a su creador esbozando una hermosa y agradable sonrisa en su redonda cara. Seován tenía un gran defecto, su consecuencia en el existencialismo se manifestó como una gran masa que opacaba la luz de Yuhavah y así por accidente imprevisible creo la oscuridad, a la cual, la Primera Lengua de Nerah, llama Buigan, y aun en la Lengua Concilia llamamos así.
Yuhavah conoció el sentir, conoció el miedo, asustado creó a Leován, otro ser de gran tamaño para poder así destruir ambas creaciones colisionándolos. Esto concluyó en los Cantares del Albara, una inmensa energía creadora, que esferas en el espacio hizo rotar sobre luceros y a su vez estos luceros sobre materias oscuras y negativas que entonaban en si bemol, nuestra penúltima nota de la escala musical actual.
De los cuerpos no quedó nada salvo, supuestamente, dos fragmentos de estas criaturas primigenias, a las que llamaron "Leovah" y "Seovah" Pues conservaban sus mismos dones, pero ahora eran tangibles y antropomórficos.
1.2 Amanecer de un nuevo día
Ambas criaturas primigenias impactaron en Atrérico una de las esferas que la colisión entre estos creó. Giraba, junto sus hermanas, a un lucero llamado Sol (Prima lo llamaron en La Primera Lengua de Nerah). Y, como regalo, Prima dio a Atrérico un resplandor menor, pero, que por las noches combatía la oscuridad, el obsequio se llamó Luna, (Tierra de Plata). Las especies humanas de Faria llamaron al mundo Atrérico "Tierra".
Del impacto de las masas contra Atrérico se creó el fuego, del fuego el humo, del humo las nubes, de las nubes el agua, del agua las plantas, de las plantas las bestias y las personas que guardaban semejanza a Yuhavah, su creador.
Atrérico inhaló vida del impacto, a los pies de este se hallaban las bestias marinas que emigraron a tierra firme y de los árboles de Leovah comieron, de todos menos del Yggdrasil, el Árbol del Bien y el Mal.
Rorah y Nerah fueron los primeros sedentarios entre muchos nómadas, no les faltó de nada, uno macho y otro hembra, criaron a Edah y Gonsah, uno astuto y otro cazador, todos los años cantaron a Yuhavah, con sacrificios agradecieron la creación y Leovah llevaba las almas de los animales tetrápodos.
1.3 La llegada de Buigan
Pronto con la rutina del cosmos llegaría Buigan, desprendiendo un aura de burla, apuesto callado y elegante, palmea la espalda del débil y opaca la luz de Yuhavah, en la cultura Nipea es su antítesis.
Buigan sobre una de las ramas el Yggdrasil llamó a Nerah y la sedujo con su belleza y la implicó en coger el fruto de Yuhavah, mas no comió la primera como se cree, la repartió a su familia pues Buigan prometió que el fruto otorgaría cualidades de Yuhavah a quien lo ingiriese.
Nerah quedaría manchada con el sobrenombre de Manzano por coger el fruto y plantar sus semillas cuyos frutos salieron rojos por las lágrimas de Yuhavah al verse vencido por Buigan.
El fruto castigó a los miembros de la familia con la inmortalidad, cualidad que tan solo los primigenios podían resistir. Y así comenzó el declive de una realidad que durante incontables eones había y habría estado en equilibrio.
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Atrerico
FantasyÍNDICE 1.Glosario 1.1 Mapa 1.2 Diccionario Etimológico de Nereh 1.3 Diccionario de Nereh 1.4 Bestiario de Gonsah 2.Pentalfa Atrerico 2.1. Génesis del Lore 2.2. El triunfo de Buigan 2.3. Dolor y Venganza Gonsah 2.4. La Hégira de Rorah 2.5...