The dollmaker [chanbaek]

Parte única

Yejun llegó a las vidas de Park Chanyeol y Byun Baekhyun un día en el que el sol de verano brillaba con intensidad. Era el solecito de sus padres e inundaba el hogar del joven matrimonio de alegría y la pizca suficiente de travesura que los recién casados necesitaban, en especial para Baekhyun, quien desde que Chanyeol le pidió matrimonio había soñado con un hogar con niños que corretearan por todos lados de su departamento.

Las labores ahora con su pequeño se dividían de forma convencional, ya que Baekhyun trabajaba desde casa la mayor parte de tiempo, se encargaba de su pequeño mientras el más alto iba a su trabajo en el banco. La mayoría de veces no tuvieron problemas, y aunque algunas veces era agotador para Baekhyun el ser padre y esposo a la vez, todo era gratificado cuando su hijo le sonreía y le decía que lo amaba. El centro de la vida del castaño era su pequeño Yejun, después de Chanyeol.

Un día antes del cumpleaños número 5 de Yejun, Baekhyun se encontraba muy ocupado comprando los últimos adornos para el cumpleaños de su hijo, había llamado a Chanyeol para que lo acompañase ya que Yejun ese día iba a salir un poco más tarde de la escuela e iban a tener un poco de tiempo para poder organizar todo con la anticipación necesaria. Chanyeol aceptó y pasaron toda la tarde juntos buscando los dinosaurios del color favorito del pequeño, antes de que una llamada los perturbara de su inmensa alegría.

"Chanyeollie, están llamando."

"¿Huh?" el más alto lo miró confundido antes de sujetar el celular, el número en la pantalla era uno local desconocido. Había pensado en dejarlo pasar, pero un extraño impulso hizo que deslizara el icono en la pantalla.

Una voz de mujer casi gritando desesperada contestó. Chanyeol quedó helado.

La escuela de su pequeño se había incendiado. Y Yejun aún estaba adentro.

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"Baekhyun, sal de ahí por favor"

Chanyeol le suplicó a su esposo, había perdido rastro de él desde el funeral, Baekhyun se rehusaba a salir del cuarto de su pequeño y el más alto no podía soportar cómo su amor se apagaba de a pocos, él tenía que ser fuerte pero Baekhyun se mostraba reacio a querer aceptar la verdad de los hechos.

"Baek..." dijo en un susurro tocando la puerta de la habitación suavemente, ya cansado.

Después de unos segundos el castaño se dejó ver. Su rostro lucía demacrado, negras bolsas adornaban sus ojos que una vez brillaron con aquella luz especial que le caracterizaba, pero esa ya estaba enterrada, junto con su pequeño Yejun.

De sus labios secos y marchitos Baekhyun luchó por soltar palabras, pero en última instancia se rindió. Chanyeol no sabía como reaccionar o qué decir, su instinto solo atinó a abrazar el delgado cuerpo de su esposo y se permitió llorar como no lo había hecho en los dos días desde que su pequeño había partido. Con el pasar de los segundos sintió que el castaño no se movía y con dolor se separó de él, este tenía la mirada gacha, con una pequeña tarjeta negra en la punta de sus dedos que leía el nombre de Kim Junmyeon, el creador de muñecos.

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Solo necesito una prenda del pequeño. No la laves.

Un objeto que haya preciado y un mechón de su cabello.

Baekhyun rebuscaba cada cajón de su armario desesperadamente. Recordaba como Chanyeol se reía de él cuando decidió guardar un mechón del cabello recién cortado de su pequeño Yejun.

"Es un bonito recuerdo, ¡es importante!"

Chanyeol solo sonrío mientras cargaba a su hijo, a veces su esposo era muy ocurrente con ciertas cosas.