Capítulo 20. El plan perfecto.

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Los chicos llegan hasta la casa de Santiago y tratan de entrar pero la puerta esta cerrada; por lo que Sebastián busca otra manera de entrar y se fija en las ventanas, logra abrir la ventana despacio y remueve las cortinas para poder ver hasta adentro, mira a un hombre que está durmiendo en un sofá con muchas botellas alrededor, Sebas le hace señas a los chicos de que entrará a la casa y que los esperen afuera, a lo que éstos se niegan pero Sebas entra igualmente.

Luego de estar dentro de la casa se acerca al hombre y se aterra por una cicatriz que tiene en la cabeza. Sebastián sigue caminando por la casa en busca de Luca, revisa toda la Sala y no está, entra a la cocina y se tropieza con el piso ya que las luces están apagadas.

El ruido hace despertar al hombre del sofá y Marti viendo la situación le susurra a Lion: -¡oh por Dios! ¡Se despertó, es el papá de Santi! Y tiene un temperamento terrible, Sebas está en problemas, ¿qué hacemos?-.

Sebas se esconde debajo de la mesa del comedor y se tapa con el mantel de ésta.

–Padre: ¿Santiago? ¿Qué haces despierto a esta hora?

En ese momento Santiago baja las escaleras restregandose el ojo y dice: -¿papá? ¿Qué pasó?-

–Padre: ¿no estabas en la cocina?

–Santiago: no, ¿por?

El padre de Santi se para rápidamente del sillón y va hasta la cocina cuando en ese momento suena el timbre de la casa, por lo que éste va a abrir la puerta y nota que es Martina llorando.

–Marti: hola, ¿se encuentra Santi?

Santiago se acerca a la puerta y se asombra a ver a Marti.

–Marti: ¡ay Santi! ¿Podemos hablar? Te extraño mucho.

En ese momento de distracción Sebas sale de la cocina y sube las escaleras hasta el segundo piso, Lion lo ve desde la ventana asustado por que no salió por la puerta trasera.

–Lion: ¡que está haciendo!

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