El libro de una gema.

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Entre los enormes estantes de aquella casa junto a la playa, se encontraba una gema color azul, en busca de un lugar adecuado para guardar un libro que ella misma escribió.

Ya que su libro no poseía un título sobre su portada, no tenía muy en claro donde sería su lugar, y es que todo alguna vez estuvo acomodado alfabéticamente en la biblioteca. Ahora se asemeja a un laberinto con torres de libro y objetos.

Todos los libros se encontraban en un aceptable estado, muy bien conservados para los años que sobrevivieron. Siendo como el mejor recuerdo de lo que fue y quiso ser la humanidad. Todas esas obras juntas como voces silenciosas, esperando anhelantes a que alguien las hoje en busca de respuestas, de sueños e ilusiones.

Durante su estadía en la tierra, hubo ocasiones que la gem se mantuvo encerrada leyendo, con la esperanza de comprender más sobre el mundo del híbrido. Había tanto por conocer, sobre tantos temas por aprender, en los cuales ocupaba gustosa su tiempo y su mente. Ya ni siquiera se daba el lujo de recordar sus pesadillas o su pasado. Esa era otra de las razones que la hacia estar agradecida con Steven.

De pasear de aquí por allá entre cada pasillo, encontró un pequeño espacio en la sección de aventura y biografías. Era la zona con menos polvo. Muy probablemente Steven en sus ratos libres la había intentado de acomodar.

Por el color rojizo de la pasta de su libro, Lapis creyó que ahí quedaría bien. Tenía el espacio exacto para que encajara.

Antes de dejarlo descansar en aquel estante, lo abrió en la última página para checarlo una vez mas. La verdad es que aún no se sentía lista para dejarlo junto a los demás.

Siempre que lo creyó terminado, lo leía de principio a fin, si de repente sentía que le sobraba o le faltaba algo entre sus párrafos, lo tomaba y se iba a donde nadie le molestase, y una vez más aparte reescribía párrafos y páginas completas, siempre sin poder elegir cuál era mejor versión para reemplazar la ya escrita. Así que jamás llego a sentirse conforme para decir que estaba concluido.

Mientras lo hojeo sintió nervios, quería llevárselo y volver a repasar las últimas páginas que no le convencían "después sería un mejor momento para dejarlo" Peso la indecisa gema. Pero se detuvo y recapacito, quiza Steven tenía razón.

"Si te quedas meditando siempre en como dar el primer paso, jamás darás el segundo".

Era el momento de dejarlo ir y empezar uno nuevo. No lo podía creer, había estado trabajando en el libro por tanto tiempo y aún no se sentía satisfecha de su esfuerzo. Se rio de este último pensamiento.

Como despedida de su obra, re leeyo la última página una vez más en voz alta.

..........

Cuando los cielos se oscurecieron y el mundo perdió la esperanza ante la aparición de una nueva y peligrosa amenaza, el miedo nos paralizó ante lo que parecía una eminente destrucción. Se necesito de alguien que nos despertara.

Steven no quiso huir, insistió en quedarse a pesar de nuestras suplicas. Yo trate de razonar con él, casi se lo pedí de rodillas, quería que entendiera que ya había hecho suficiente. Él no le debía nada a nadie, merecía vivir en paz.

Le dije; Que ese rival no tenía comparación, que además de ser poderoso era capas de cualquier cosa y que por esa razón no debía enfrentarle. Aun me avergüenza admitirlo, yo solo podía pensar en como sacarlo de ahí lo suficientemente lejos y rápido.

¿Cómo actuó Steven ante aquella situación?

Él reacciono justo como uno lo esperaría de él. Suspiró con pesar, nos miró a los ojos y respondió a nuestras suplicas.

-Se lo que están pensando. Pero no puedo irme, es por esas mismas razones que debo hacerle frente. Esto es por ustedes. Comprenderé si es que quieren irse, no las detendré. Pero si se quedan a mi lado necesitaré todo la ayuda posible.

(Por nosotras) Esas palabras aún resuenan y tocan algo en mi pecho.

En el pasado él ya me había hablado de la misma manera, cuando trate de disuadirlo de enfrentar al planeta hogar. En aquel entonces estaba aterrada de lo que nos podía hacer las diamantes. No era para menos, ellas carecían de compasión o si quiera de consideración por algún otra gema.

¿Quien se iba a imaginar que al final él lograría redimir los errores de nuestra raza?

Puedo decir con orgullo que Steven fue el primero en ponerse en pie para hacerle frente a cada amenaza, pero no solo encarandole físicamente, si no también, inspirándonos. Él es la razón de que hasta este día sigamos existiendo y que permanezcamos unidas.

Su misión, o mejor dicho su enseñanza, fue más de lo que cualquiera pudiera esperar. Personificando los ideales mas grandes de la humanidad, mostrándonos la parte mas fuerte, la mas valiente y lo mejor de todas nosotras.

Nos inspiro con su ejemplo a darlo todo, a dar más de lo que nos creíamos capaces de hacer, a luchar por lo que hoy en día llamamos hogar. Soportando él mismo el peso de sus temores y debilidades.

En lo personal, le estoy más que agradecida.

Cuando conocí a Steven, no solamente me libero y sano mi gema, le dio un sentido a mi existencia y se aseguró que desde entonces durmiese tranquila. Me hizo soñar con un mejor mañana.

¿Cómo podría pagarle por ello? Parece imposible. Es por eso que me molesta que los libros de historia jamás lo mensionasen.

No puedo ser imparcial al escribir de él, pues poniendo todo esto en perspectiva, me doy cuenta de que lo amo casi desde el principio. Me tomo bastante tiempo el darme cuenta de esto, pero en este punto de mi existencia la comprensión de esta verdad se a vuelto mi dicha.

Gracias Steven, por no perder la esperanza en lo que parecía una causa perdida, ni siquiera en mi.

Con infinito amor, siempre tuya, Lapis Lazuli.

...........

Lapis Lazuli cerró el libro y lo abrazo. Comprendía muy claramente que aquellas páginas tenían tanto de ella y que por esa misma razón se sentía tan avergonzada de que alguien llegara a leerlo, pero a la vez era un gusto el dar por terminado aquel, su primer intento de libro.

Steven no le advirtió de esa sensación que experimentaba la gema del océano, quizá era semejante a los nervios y a la satisfacción, tal vez el híbrido no se la explico porque ni siquiera él la había experimentado en carne propia. Pero Lazuli jamás la olvidaría.

Por último la gema pego una etiqueta en la pasta con el título "Lo mejor de nosotros." Al final si se animo a dejar el libro, oculto junto a aquellos que a su parecer, eran mucho mejores que el suyo. Una parte de ella siempre envidio a aquellos escritores por poder expresarse tan fluidamente con sus palabras y por hacerle imaginar mundos desconocidos.

Se detuvo, y recordó que no debía compararse, ya que el único consejo que le dio su querido Steven para empezar a escribir fue. "Si tienes algo que decir, solo cuéntalo, la calidad en tus letras sola vendrá mejorando".

Lapis Lazuli salió de aquella casa y extendiendo sus alas, se alzo en el aire y se dirigió en busca de su querido Steven. Quería pasar el resto del día con él y olvidarse por un rato de aquel libro color rojo.

.......

Bueno este sería un one shot corto, más que nada esta dedicado a una mujer, a quien quiero mucho. Ojalá ustedes también lo disfrutasen. Y no lo olviden, sigan escribiendo y digan que les pareció esta pequeña historia.

One Shot. Steven Universe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora