Ha vuelto.

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<<No entiendo cómo pasó. No se cómo es que ella volvió a mi. Después de tantos años de estar contenta conmigo misma>>.

27 de Julio del 2019.

Soy feliz. El estar con mí pareja me hace feliz. 
Después de tanto, después de tantos años al fin gozaba de una confianza inmensa conmigo misma. Una autoestima demasiado grande siempre me mantuvo firme en mis ideales. Aunque en el pasado haya hecho cosas horribles con mi mente y con mi cuerpo. Me había perdonado. Lo había olvidado.
No tengo idea como es que ella volvió a mi. Tal vez porqué rompí nuestro "Trató" por amor.
Quizás no sabes ni de lo que hablo. No sabes de quién hablo.
Ella es Mia. Y durante un tiempo fuimos muy cercanas. Esto es estupido. No tengo ni siquiera la manera correcta de describirla. Aún me da pena hablar de esto. Pero por algún lado se tiene que empezar. Y que mejor que cuando todo empezó.

Hace 5 años...

Quise terminar con todo esto cuando mi Vito murió. Sufrí con su partida. Pero me hizo reflexionar. Me di cuenta de lo egoísta que estaba siendo con toda mi familia. Y lo triste que estaban como para soportar verme desmejorando cada día más.
Ese 25 de noviembre del 2014. Bese su ataúd  y mientras mis labios estaban presionando con el cristal que nos dividía. Grité en mi mente. -Contigo se va esto- Y desde ese momento no volví a pensar en nada más que no fuera mí salud física y mental.
No siempre te puedes deshacer de algo tan grande. Sólo de un rato a otro.
Esa noche la vi a ella. La veía igual de hermosa como siempre. Pero con la cara molesta.  Esta enojada conmigo por haberla abandonado. Me dijo que siempre estaría conmigo y aunque quisiera nunca me iba a deshacer de ella.
A los días siguientes. Se me empezó a meter una idea en la cabeza. "Cómo a las personas que son internadas por adicciones a las drogas; no creo que debe dejar de hacerlo tan bruscamente, podría empezar por poco y después ir subiendo" y así fue como empecé a comer mejor. Pero todavía no podía probar las frituras, ni la comida basura. Ni mucho menos los refrescos.
Recuerdo perfectamente un día. En el cual alguien me invitó de comer una galleta, volví a escuchar su voz en mi cabeza. Era ella. Estaba enojada, no quería que la tomara. Pero yo por el puro deseo de probarme que ya no me controlaba, tome la galleta y me la comí. Desde entonces no la volví a escuchar jamás. En un tiempo empecé a comer todo lo que me prohibí al principio. Sólo de vez en cuando. Para probarme a mi misma que podía hacerlo sin salir corriendo al baño. Todo mejoro para bien. Comía toda clase de dulces. Pero nunca, nunca volví a probar las bebidas azucaradas, refrescos o bebidas embasadas. Fue lo único a lo que de verdad le tenía miedo volver a probar. Sentía que si lo hacia sería como traicionar me.
Era como un trato para mí. Ella no volvería aparecer sí es que nunca se fue. Sólo cambie la restricción de la comida por la de los refrescos. Y así podía vivir en paz con ella y con mi felicidad.

No entiendo bien cómo empezó todo esto. No sé si tiene que ver con todo lo que me pasó antes. Sólo un día desperté y me sentía mal conmigo, con mi cuerpo. No sé si fue mi novio en ese entonces que no desperdiciaba ninguna oportunidad para hacerme sentir mal con mi cuerpo. O quizás fueron los celos y mi falta de confianza de pensar que le gustaba alguien más. Alguien más bonita y más delgada. O quizás quería llegar a adelgazar demasiado para así no parecerle atractiva a ningún hombre. Y que nadie quisiera tocarme de nuevo. Quizás fueron tantas cosas. Qué aún no logro comprender.

27 de Julio del 2019

<<Quería hacerlo feliz, quería que vieras que me importaba hacer cosas juntos. Y que compartía sus mismos gustos. No debí hacerlo. No debí probar del vaso>>.

Ese día ha sido uno de los peores de mi vida. Todo iba tan bien. Habíamos sido invitados a una fiesta de XV años. La estaba pasando tan bien. Qué quizás por eso se me olvidó el trato que teníamos Mia y yo.
Quería que vieras que soy capaz de cambiar por ti. De hacer un esfuerzo inmenso con tal de verte feliz.
El baile de la quinceañera estaba apunto de terminar. No fue culpa de la niña el que no dieran alcohol en su fiesta para brindar. Cuando terminó de sonar la música una voz por el micrófono anuncio el brindis. Todos tomaron su vaso con refresco, menos yo. Me volví a él. Y con la mirada tan perdida en sus ojos. Tome mi vaso y lo llené de refresco. Ya anunciaban el brindis. De pronto sono una canción. Bebiste tu trago. Y yo te seguí. En cuanto mis labios tocaron el liquido. Algo grito en mi cabeza.
-¡NO! ¿Pero qué carajos estás haciendo?-.
Era ella. Ella volvió. No se cómo esque volvió a entrar en mi mente.

Deje el vaso en la mesa. Y como una niña tonta fui rápido al baño para al fin terminar llorando. Mientras lloraba. La podía escuchar como decía cosas sobre mi falta de voluntad y mi nula fuerza de saber decir No. Desde ese día la puedo escuchar de vez en cuando. Siento vergüenza. Al pensar que no cumplí mi promesa a con mi Vito. Y me siento horrible. Porque no quiero que la historia de vuelva a repetir.

Ella dice cosas horrendas sobre mi. Y la mayoría son reales. No puedo luchar contra mi misma porque al final nunca se irá. Lo único que hago es tratar de ignorarla y pensar que todo está llendo bien. Aunque siempre tengo miedo de que ella gane.

Mia volvió.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora