Hay veces en las que me pregunto si puedo cambiar algo, es un cuestionamiento que llega de manera fugaz a mis pensamientos.
No espero mucho de mi vida actual, siempre es la rutina sofocante que tengo que hacer de lunes a sábado.
Intento encontrar una posición cómoda en mi cama tan robusta como una especie de caja de cartón rellena de arena o gravilla, aún con la mirada perdida en el techo de vez en cuando miro el reloj para poder estar al tanto de la hora.
<seis y media>
Ya casi es hora de entrar a trabajar, me levanto de la cama para quedar sentado en la orilla y solo ver el suelo detenidamente, quizá buscando algo o tratando de traer a mi un recuerdo, sobando mis ojos me lentamente me pongo de pie como puedo, voy al baño, me aseo y preparo mi uniforme.—Bloderck, estas despierto?—
—Si, Que ocurre?—
—Es importante—
Me dirijo a la puerta, al abrirla esta mi compañero Darrell, nos graduamos en el mismo colegio militar IA de especialización defensa.
—que pasa con el alboroto, sabes bien que si gritas así vas a despertar al resto de los cubículos y ya tengo bastantes problemas con los demás como para agregar "visitantes ruidosos" a la lista—
—Perdón, no era esa mi intención realmente. Es solo que el mayor nos ha llamado a su oficina—
Escuchar que el mayor me quiere en su oficina no me inspira ningún tipo de confianza, es lo normal en cualquier ambiente laboral supongo.
—pasa en lo que me termino de alistar por favor—
—Esta bien pero el tiempo corre—
Darrell como siempre entra sin ningún cuidado, chocando ocasionalmente con las paredes, cuidando torpemente sus pisadas evitando patear o pisar algo en su trayecto hacia el sofá, aunque no es nada efectivo y termina pisando mis zapatos que recién había terminado de limpiar anoche.
—oh lo siento, déjame enmendar mi error—
—esta bien—
Terminó de ponerme mi traje, tomo mi daga y me dirijo al sofá donde Darrell esta limpiando uno de los zapatos.
—con eso basta, tampoco quiero darte problemas—
—oye vamos Bloderck siempre haces lo mismo y no dejas que nadie te ayude. solo ve tu cubículo, esta todo desordenado, polvoriento y se nota a leguas que desde que llegaste aquí no has dejado que limpieza entre—
—Si no dejo que entren es para que no pierdan en tiempo en mi—
Termino de ponerme los zapatos y me dirijo a la salida, no sin antes dar un vistazo a mi cubículo confirmando las obvias observaciones de Darrell. Si, puede que no sea el ambiente más acogedor, las repisas y parte de suelo están llenos de polvo así como parte de los muebles y decoración.
Las únicas zonas donde no hay polvo ni suciedad es donde mi rutina Asfixiante me lleva dejando un camino limpio libre de suciedad pero con un notable desgaste constante del día a día.—bien vamos, quiero terminar esto cuanto antes—
—escucha Bloderck se que a veces tienes días difíciles pero no por eso tienes que estar así de...—
—negativo?, malhumorado?, poco social?—
Darrell agachando su mirada dio un largo suspiro y volvió a verme a los ojos.
—iba a decir triste—
—perdón, es solo que tengo varias décadas haciendo esto y de verdad ya no lo soporto más—