【Ｓｅｍｐｉｔｅｒｎｏ】ᵀᵒᵈᵒᵇᵃᵏᵘ ᵒⁿᵉˢʰᵒᵗ

Capítulo Único

Capítulo dedicado Stony6 por su cumpleaños uwu.

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El gélido viento congelaba sus adentros mientras atravesaba aquella obscura selva a la que los pueblerinos llamaban bosque, la penumbra de una luna naciente le impedían ver más allá de unos cuantos metros. Sus extremidades cansadas y desgarradas no le ayudaban.

En aquel crítico momento lo pensó  «Realmente ha valido la pena este viaje?», después de meditarlo un poco se dio cuenta que en realidad no tenía otra alternativa.

Él era conocido como un salvaje, un ser sin valores ni moral, aunque no se equivocaba mucho ese término, la gente de su pueblo era cazadora por naturaleza, sangrientos y desquiciados. Hacían del matar un deporte.

Pero la creciente y rápida expansión territorial del Reino Todoroki los estaba asfixiando, con las tropas de Enji en sus talones no le quedó más que hacer un trato.

Todo funcionó por años, en los que ambos pueblos eran indiferentes entre si. No fue hasta que Enji Todoroki pensó que ya no había espacio para ambos.

Una masacre que duró semanas fue lo que aconteció, un lago de sangre inocente tiñó las cristalinas aguas de la región, el impregnante y putrefacto olor de los cuerpos en descomposición opacaba el delicado aroma de las flores.

Los pocos que sobrevivieron fueron encarcelados y tratados como objetos.

Todo por la ambición de un hombre egoísta.

— Vuelve aquí con su cabeza, así sus pecados serán perdonados — le dijo aquel imponente hombre en la audiencia que había organizado.

«Nuestros pecados» pensó, el pertenecer a dicha tribu resultaba ser una ofensa a su Dios.

Si realizaba tal petición, si volvía con la cabeza del más pequeño de los Todoroki. Su pueblo sería libre.

Tenía que hacerlo sólo, tal y como sus tradiciones lo dicataban el hubiera sido el siguiente jefe de su clan.

Así su viaje empezó, entre montañas boscosas, climas extremos y animales peligrosos. Todo por ser libre como hace años.

Desconocía el porqué aquel joven se había ganado el odio de su propio padre, a tal punto que fuera desterrado de su propia tierra.

La única pista que tenía del sujeto era el hecho de que una gran cicatriz se posaba sobre su blanco rostro.

Tras veinte desafiantes amaneceres por fin logró seguir el rastro hasta una pequeña casa de madera y rocas.

En su mente imaginaba tal vez una cueva fría y obscura, con murciélagos y arañas, sin embargo, se encontró con la pequeña cabaña rodeada de flores hermosamente cuidadas, aún bañadas por el rocío de la mañana.

Había encontrado el lugar correcto? O estaba en la casa de una hermosa damisela solitaria?

Sonrió ante la última idea, no sonaba tal mal.

Su rostro cambió drásticamente al sentir un amenazante filo sobre su garganta.

Con agilidad y movimientos certeros logró establecer una distancia considerable entre su atacante. Lo miró con detenimiento, un sujeto un poco más alto que él, cabello de dos tonalidades y una máscara que le impedía ver su rostro.

Miró su mano, a caso lo había atacado con hielo? Al menos eso parecía.

No perdió más tiempo pensando, blandió su espada y lo atacó.