UN PASO a la VEZ

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La vida me ha enseñado 3 cosas: luchar por lo que quieres, disfrutar de los momentos y amar a los que tienes cerca.

No me había dado cuenta de estas tres lecciones, de cuan valioso son los retos que el destino y la vida misma te pone.

Hace 3 años me diagnosticaron TOC, una enfermedad que el solo 2% de la sociedad lo padece.

Al principio no entendía el “por qué a mí”, que había hecho para merecer esto, buscaba en mi mente la razón, pero no encontraba las respuestas.

Me decía a mí misma que no iba a poder superar esto, que el TOC me vencería, y voy a decir la verdad; lo hizo, me dejo a la deriva como un mar sin puerto.

Pase de todo a los 21 años de edad, cosas que nadie ni en su corta y larga vida han vivido.

¡Pero acá estoy! Mas fuerte que nunca, los muros que tapaban mis ojos podrán seguir
estando, pero de algo estoy muy segura “no hay mal que por bien no venga”.

La tormenta seguirá, pero el arcoíris al fin saldrá y podré ser dueña de mi propio destino.

Busco mi felicidad porque creo que no es imposible.

Mi lucha continua y sigo enfrentándome a lo que me depara el universo.

Pero ahora sin más contare como después de la caída podemos dar un paso hacia adelante y ver que no todo está perdido.