El día veintisiete de septiembre del dos mil cinco llegó a mi casa una carta que decía "Señorita Keyla James usted a sido convocada con una beca completa a nuestra fabulosa academia de arte en Boston, nos gustaría que su talento esté en nuestras clases y crezca junto a nosotros". Cómo siempre ni me aguante y grité con una emoción. La excelentísima academia de arte clásico y contemporáneo se fijó en mis vídeos, podía creerlo. Pero había un problema, debía a un lugar a ochocientos kilómetros de dónde vivía, significaba que tenía que dejar a mi madre y mi tía para mudarme con mi padre, pero como dicen la esperanza es lo último que se pierde.
Hoy veintinueve de septiembre llegué a Boston. Fue un viaje agotador. Cuando llegué busqué a mi padre y no lo encontré. Pensé "otra vez se olvidó de mí", decidí pedir pedir un taxi e ir a su departamento para encontrarme con él. Cuándo entre en su casa decidí saludarlo y acostarme, estaba tan decepcionada porque no llegó por mí que decidí esquivarlo.
Llegó el gran día, hoy por fin comienzo mi gran día en la academia, estoy muy nerviosa, porque seré la más pequeña de la academia... Cuándo entre me imaginé una bienvenida con todos bailando y cantando, pero resulto todo lo contrario nadie me registraba. Buscando la sala de música me perdí, subí por unas escaleras y me encontré en un salón vacío en el segundo piso. De pronto escuché un piano, entonces como no conocía decidí seguir el sonido hasta llegar a una sala. La famosa sala llamada Beethoven, cuándo entre solo había un piano. Miré por todos lados y no había NADA. Estaba tan asustada que baje las escaleras corriendo al primer piso, por accidente me choqué a una chica. Le pedí perdón por mi torpeza y le ayude a juntar su libros. Me dijo son cosas que pasan, se presentó.
- Me llamó Malena Pesseigo ¿Y tú eres?.
- Sí, me llamó Keyla James y soy nueva. ¿Cómo lo supiste? Respondí.
- Te vez nerviosa.
- Más que nerviosa, asustada me acaba de pasar algo raro en la sala de Beethoven.
- ¿Con el piano? Me dijo.
- Algo así, cuándo entre me perdí y escuché un piano, decidí seguir el sonido. Llegué hasta esa sala pero no había nada. Creo que ya me estoy volviendo loca.
- No te preocupes es normal.
- ¿Cómo que es normal que suene un piano y no encontrar nada? Le respondí.
- Desde los inicios de la academia, corre la historia de un pianista fantasma nada raro no te asustes.
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Relatos Cortos
FantasyEspera, espera sé que no podrás parar de leer, uno, dos, tres y ya lo terminaste! Te gusta lo fantástico? Lo maravilloso? Lo extraño? Entonces no puedes dejar pasar estos micro relatos, no podrás parar de leer.. Empezamos un secreto que ayudara a g...