Jeongin tragó saliva más fuerte de lo normal. Quería decir "Hola" pero no se arriesgaría a lo que podría salir de su boca. No quería sentir vergüenza por hacer sonidos extraños y lascivos. Notaba su cuerpo tenso y se encontró mirando fijamente el imponente del más alto, aunque juró que estaba intentando apartar la mirada del chico, ahora moreno azabache, que tenía en frente.
Joder, estaba siendo muy descarado.
Pensaba en actuar correctamente, de manera desinteresada. Como se suponía que tenía que ser, un chico con novio que no tenía ojos para nadie más.
Hyunjin sonrió con suficiencia al ver la reacción del castaño.
-¿Te gusta lo que ves?
Jeongin dió un suave grito ahogado, se enrojeció todavía más (si era posible) e inconscientemente mordió su labio.
-Q-que
-Es broma, pasa. ¿A qué esperas?
El pequeño asintió y entró, siguiendo a Hyunjin por el largo pasillo.
-Uhm... ¿Dónde están tus padres? Tendría que saludarles. -Pudo al fin decir Jeongin.
-No están en casa estos días. En un viaje de negocios o algo de eso -respondió el azabache con ojos gatunos.
Así que estaban completamente solos. Genial.
Hyunjin le dirijió por las escaleras hasta su habitación y le dijo que iría a por algunos snacks y unos refrescos a la cocina.
Ahora que Jeongin estaba solo en la habitación de Hyunjin se puso a observarla por pura curiosidad. El azabache la mantenía sorprendentemente acogedora y decente. Cuando se estaba sentando en la descomunal cama Hyunjin regresó con una bandeja.
-¿Poniéndote cómodo?
Jeongin giró lo más rápido que pudo y se levantó con torpeza.
-Es muy gracioso tomarte el pelo, te ves jodidademente adorable cuando te avergüenzas.
Hyunjin sonreía aún más a la vez que estudiaba al chico de pies a cabeza . Dejó la bandeja en la mesa y se acercó a Jeongin hasta que este retrocedió a la cama, apoyando los brazos detrás. Miró nervioso al ahora vestido Hyunjin, quién se inclinaba hacia él. Llevaba unos pantalones negros rasgados del equipo y una camiseta gris de tirantes que se ajustaba perfectamente a su cuerpo. Maldita sea, se veía tan caliente y-
No, esto no podía continuar. Joder, ¡estaba una relación con Woojin! ¿No sabía ya Hyunjin que tenía novio?
¿Por qué seguía haciéndole esto?
Jeongin trató de reunir toda su valentía y calmar su respiración.
-¿Pu-Puedes sólo... parar? Hyunjin yo-
El moreno no dijo nada de vuelta y acarició los labios del otro con sus pulgares, mirando directamente sus ojos.
Entonces se dio la vuelta y caminó hasta su escritorio.
-Levanta, tenemos que empezar el trabajo.
Jeongin pestañeó varias veces. ¿Qué acababa de pasar?
¿Sólo estaba jugando? Hace esto con todos los demás, ¿verdad?
El castaño miró confuso la espalda de Hyunjin y con calma se levantó de la cama y le siguió hasta la mesa. Se sentó a su lado, no podía dejar de mirar de reojo al atractivo chico.
Jeongin trató de distraerse abriendo uno de los libros que estaban en la mesa. Podía sentir la mirada fija gatuna del otro, sabía que le estaba observando todo el tiempo.
-Así que... ¿cómo es tu novio en la cama?
Bien, estaba claro que Hyunjin sabía que tenía novio. Cómo no lo podría saber si el otro día les vio liándose delante suyo. Pero eso no lo detenía, no, le ponía más, le hacía desear al pequeño y adorable chico todavía más.
Jeongin dejó la página que estaba a punto de pasar y analizó, con los ojos bien abiertos, sus dedos. Podía sentir su cuerpo calentarse cada vez más y la sangre corriendo por sus rosadas mejillas. Su boca no le permitía hablar, no era capaz de mover los labios. Mierda.
-Ah, cómo me imaginaba. Todavía eres virgen.
Hyunjin sonrió y lamió sus gruesos labios al imaginar introduciéndose en él, un muy apretado agujero pasó por su cabeza. Esto se pone mejor. Le gustó el pensamiento de desflorar al lindo Jeongin y hacerle gritar su nombre. Quería que lo gimiese descaradamente una y otra vez hasta que se olvidase del de su novio.
-¿Có-cómo?
Hyunjin apartó sus fantasías con el chico que tenía en frente.
-Bueno, en realidad, si lo pienso, no me hacía falta preguntártelo. Estás actuando cómo un puto virgen, ¿lo sabías? Hasta tu cuerpo lo dice.
Volvió su torso hacia Jeongin y le cogió del mentón haciendo que le mirase directamente, su mirada bajando hasta su blanco y impecable cuello.
-Mira esta piel perfecta, joder. Ya lo sabes, por lo que he oído, estando la escuela durante un único día, todo el mundo quiere llevarte a la cama. En serio, ¿te haces alguna idea de cuantos chicos miran tu pecaminoso trasero cuando caminas por los pasillos? -Hyunjin era uno de ellos.
Jeongin tragó saliva por milésima vez en esta tarde. Hyunjin le desvestía con la mirada de esos oscuros y gatunos ojos suyos. Se sentía demasiado acalorado y necesitado. Quería que Hyunjin le tocase.
Hyunjin miró al pequeño, escaneando su cuerpo desde sus suculentos muslos y su preciosa cadera hasta su cuello, sintiendo cómo su boca se hacía agua cuando su mirada llegaba a la piel blanca e inexplorada de Jeongin. Quería a ese chico allí mismo, dónde estaban, realmente quería follárselo hasta que el más bajo tuviera problemas para andar, más bien hasta que no pudiese andar.
Quería descaradamente arrebatarle su inocencia.
Hyunjin tomó la mano de Jeongin, empujándole desde la silla a su regazo. Jeongin chilló mentalmente ante la acción pero después se congeló al notar que algo se le clavaba, algo de debajo de los pantalones del alto.
-Hyun--jin -balbuceó, captando la mirada lasciva y hambrienta del chico.
Se mordió el labio cuando Hyunjin se inclinó para depositar un beso en su cuello, su mente le decía que le apartase, porque joder, esto era engañar. Sus pensamientos se esfumaron cuando gimió agudamente al notar los labios de Hyunjin succionando en un cierto punto, que, lo más seguro, sería uno de los suyos.
Su mente se nubló y lo único que quería era a esa cosa dentro de él, Woojin completamente olvidado.
-Hyunjin, sólo... házmelo ya.
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I F*** ked Your Boyfriend (Hyunin) *Adaptacion
Teen FictionEl adorable chico perfecto de la escuela, Yang Jeongin está en una sana relación con Kim Woojin, otro estudiante que además de popular, es también la estrella del equipo de rugby de su instituto. Woojin y Jeongin, la maravillosa pareja de ensueño qu...