Introducción

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02 de Septiembre


Las alarmas comenzaron a sonar rebotado en todas las paredes de aquel internado, todos los estudiantes comenzaron a salir de sus habitaciones corriendo hacia el patio sin entender que era lo que estaba pasando.

Al llegar al patio, todos compartían miradas intrigadas sin saber realmente que era lo que estaba pasando.

No había fuego.

No parecía un robo.

¿Qué demonios estaba pasando?

La directora salió del edifico después de casi una hora y camino hacia los estudiantes, intentando calmarlos en un principio, pero al resultar inútil pidió a uno de los docentes que le trajera un megáfono.

—¡Cálmense todos!— sentenció la directora, todos guardaron silencio e intentaban voltear a ver a la directora —Se que no están entendiendo que sucede— hablo en un tono más calmado y comprensivo —Les pediré que se retiren a su habitación, mañana se les explicara todo—

La mayoría de los estudiantes asintieron tímidamente y se encaminaron a su habitación, pero uno se quedo atrás.

Erick.

Antes de entrar a su habitación vio como unos camilleros llevaban un cuerpo tapado a una ambulancia de manera discreta.

Sabía que algo no andaba bien, eso lo preocupó mas e hizo que no pudiera dormir nada aquella noche.

[...]

—¿Han visto a Alan?— pregunto un chico en el patio.

La pregunta rápidamente se extendió por los pasillos y corredores llegando a oídos de todos, nadie podía dejar de hablar y especular con Alan.

—¡Silencio!— la directora llamo la atención de todos —Les trajimos aquí por algo que sucedió ayer—

Un auto de color negro se estaciono frente al internado y de este bajo un hombre alto con unos lentes oscuros, el cabello negro y ropa del mismo color, también traía un largo abrigo de cuero color negro también.

—Ayer pasamos por una tragedia— continuo la directora —Alan era amigo de muchos de ustedes, era aplicado, simpático e inteligente— la directora guardo silencio y soltó un suspiro muy suave —No entendemos como alguien le haría algo así— la voz se le quebró un poco mientras hablaba —Ayer, en el gimnasio de la escuela encontramos a Alan muerto—

El silencio sepulcral que había rápidamente desapareció ante una ola de murmullos entre los estudiantes.

¿Quién  lo hizo?

—se que esta noticia los sorprende demasiado, pero el detective Vera vino para investigar la muerte de su compañero—

La directora cedió el espacio a aquel detective que acababa de llegar, el mismo se quito los lentes oscuros mirando a los jóvenes delante de él.

—Estoy aquí para investigar la muerte de su amigo y ya tenemos una posible lista de sospechosos—

La voz neutral del detective llamaba la atención de todos los estudiantes causándoles escalofríos.

—Los chicos que llame los esperare en la oficina de la directora—

Solo cinco.

Cinco de casi mil.

Cinco sospechosos por el asesinato de Alan.

Pero nadie entendía porque eran ellos los sospechosos.

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