Los pantalones de Kyungsoo

868 67 8
                                    

Jongin y Kyungsoo llevaban más de un año saliendo, se habían conocido en el instituto cuando Kyungsoo acababa de llegar a la pequeña ciudad en la que Jongin vivía y "yo solo vi un ángel caído del cielo sentado en la otra silla de mi mesa" decía Jongin para describir al pequeño chico de piel pálida, ojos grandes y abultados labios que daban ganas de morder.

No tardaron demasiado en conocerse y hacerse amigos, terminando así por confesarse cuando el mejor amigo de Kyungsoo les invitó a su casa con los amigos de Jongin para jugar a la botella, resultando así que no solo lo había hecho para juntar a Kyungsoo y a Jongin sino también para poder probar los labios del que llevaba siendo su crush desde hacía años, el mejor amigo de Jongin, llamado Chanyeol. Y vaya que los probó, cuando empezaron no pararon y terminaron yéndose cogidos de la mano antes de lo pensado porque no les apetecía ver como Chanyeol y Baekhyun prácticamente se follaban con ropa delante suyo.

Habían quedado para comer como hacían una vez a la semana desde que habían empezado con su noviazgo después de un agotador día de instituto y se habían puesto a hablar de universidades a las que podían ir para estar juntitos después de pedir sus platos favoritos que el pobre camarero se sabía de memoria, pero el torpe de Jongin fue a darle un beso justo cuando ese mismo camarero pasaba con su comida así terminando con esa misma comida encima del uniforme escolar de Kyungsoo, que lo miró con un puchero y le dio ganas de tirarse por un puente porque aunque le gustara lo bonito que se veía así, no quería ver la tristeza que el pelinegro sintió al ver su plato favorito encima de él.

Después de disculparse con el camamero, ayudar a limpiar el desastre que hizo y darle muchos besitos de disculpas a su pequeño Soo que le enviaba miradas que pretendían ser amenazantes pero eran más que tiernas para él, se fueron del restaurante con Kyungsoo tapándose con la gran chaqueta de su novio para ir a comprar un uniforme escolar que vendían en el centro comercial a tres manzanas de donde ocurrió "La Gran Masacre" llamada así por Kyungsoo.

Entraron en el establecimiento y fueron al apartado en el que estaban los uniformes de su instituto viendo que casi no habían, siendo después informados de que no llegarían más hasta tres semanas después.

Jongin siempre había sabido que Kyungsoo usaba ropa unas tallas más grandes y pensaba que era tierno porque para él era su pequeño Soo y le gustaba imaginarse que la ropa que llevaba diariamente era suya aprovechándose de su diferencia de alturas. Kyungsoo solo tomó el que parecía más grande y se fue sin probárselo porque se sentía muy sucio y solo quería irse a casa a darse una buena ducha. Jongin no pensó que eso provocaría un efecto dominó en el que el aplastado sería él.

Al día siguiente volvieron a quedar por la mañana para ir juntos al instituto como siempre y vio a Kyungsoo correr para no llegar tarde a su lugar de quedada.

— Lo siento — dijo Kyungsoo cuando por fin pudo parar a recuperar el aire que en esos momentos necesitaba después de la que había sido la carrera más larga que había hecho— no pensé que el uniforme fuera a hacerme llegar tarde pero en serio no estoy acostumbrado a tener que hacer un mínimo de 5 intentos para que los pantalones y la camiseta me entren.

— Te queda bien — fue lo único que le dijo al ver como el uniforme se adaptadaba al estilizado cuerpo de su pequeño novio antes de acercarse a depositar un beso en los esponjosos labios del ahora un poco menos rojo y sudado Kyungsoo.

— Mi madre me ha dicho que es de mi talla y que ya irá soltándose a medida que vaya estirándolo pero me lo sigo notando igual de apretado que antes de venir corriendo— dijo Kyungsoo puchereando y empezando a andar tomando así la mano de su novio.

No fue hasta que llegaron al instituto que Kyungsoo fue a abrazar a su mejor amigo Baekhyun queJongin lo vio. Vio dos perfectos globos moviéndose en sincronía a esos regordetes muslos que nunca había podido apreciar, porque las camisetas del pelinegro siempre le llegaban por la mitad de ellos y nunca los había podido ver en todo su esplandor. Si era sincero algunas veces había tenido la curiosidad de descubrir qué se escondía detrás de esas gigantes camisetas y agradecía a todos los cielos haberlo descubierto sabiendo que iba disfrutar de estas maravillosas vistas por un mínimo de tres semanas y que su mano tendría material de por vida para sus largos y diarios encuentros por la noche.

Los pantalones de Kyungsoo | KAISOO | OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora