Epílogo.

2.9K 295 72
                                    

Narración ¿?

La luz que atraviesa de las persianas topa con mi cara provocando que frunza el ceño, maldición, olvidé por completo cerrarlas anoche, suelto un gemido de frustración y me siento en la cama en mi extensa habitación, observo alrededor para orientarme, coloco los pies en el piso para ponerme mis pantuflas, me pongo de pie y bostezo como todo un león. Tomo la caja de mis lentes de contacto y camino a mi baño propio, abro la puerta mirando las tonalidades de amarillo y blanco, volteo al lavamanos, prendo la luz y abro el grifo para lavarme las manos.

Me quito la piyama para meterme a la ducha, el agua tibia recorre mi cabello y baja por mi cuello hasta la espalda y pecho para después mojarme todo el cuerpo, me dedico a limpiarme lo suficientemente bien para que mi blanca piel no tenga rastros del partido de Lacrosse de ayer, cuando estoy lo bastante limpio tomo una toalla y rodeo mi cadera con ésta mientras con otra quito el exceso del agua de mi cabello.

Me paro justo delante del espejo, el cabello desordenado en unos tonos castaños claros caen por mi cara, suspiro y me pongo un broche de cabello para dejar el cabello húmedo recogido, abro la caja viendo un par de texturas de un tipo plástico limpias, tomo una y la coloco sobre mi ojo pestañeando un poco  para que así quede acomodada. Repito la acción con la otra lentilla. Quito los broches de mi cara, cepillo mi cabello y aplico Mouse de olor a uvas.

Salgo del baño, prendo la luz de la habitación para ir a mi armario sacando un bóxer cualquiera de mi ropero, unos pantalones de mezclilla azules, unas calcetas y una camisa casual de color blanco. Me seco completamente con la toalla que estaba en mi cadera, rápidamente comienzo a vestirme, papá grita desde la planta baja mi nombre, me quejo, a penas voy levantándome. Termino de ponerme la ropa para tomar unos tenis Adidas de debajo de mi cama, siento un frío que se cuela por la ventana y decido agarrar un suéter de color gris para ponérmelo. Papá vuelve a gritar.

"¡Ya voy, dame un momento Papá!" Grito.

"Apúrate tu padre quiere que vayas por tu hermana a con la vecina." Dice entrando a la habitación.

Tomo mi reloj, mi celular y una pulsera que un omega me regaló anoche. Era bastante lindo, tal vez le hable después. El hombre mayor me mira con una ceja levantada y una sonrisa picara acentuada.

"¿Y esa pulsera? No te la había visto antes." Me dice el alfa, le sonrío.

"Oh, no es nada Pa' en serio."

"Si, claro." El hombre de 70 años rueda los ojos y me sonrojo. Maldición, ¿Por qué me conoce tan bien? "Sólo ve por tu hermana Amstrong, la vecina debe irse." 

"Ya voy."

"Ah y hijo..." Volteo a verle.

"Feliz cumpleaños."

"Gracias Papá."

Digo para salir de la habitación, pongo las cosas en mi bolsillo a excepción de la pulsera y el reloj que me pongo. Bajo las escaleras con tranquilidad, escucho los ruidos de la cocina, me los paso para ir por mi hermana menor. Salgo de la casa cruzando la calle y caminar unas cuantas casas al este, luego miro la casa de colores naranja y café. Toco la puerta y mi hermana sale para seguir la vecina quien tiene que ir a visitar a su madre. La noche anterior la hija de la vecina e Isabella hicieron una piyamada de niñas, sonrío cuando recibo el abrazo de la castaña menor a mí.

"¡Feliz cumpleaños!" 

"Gracias pequeña, debemos ir a casa." Le tomo de la mano. "Muchas gracias Ingrid. Lamento la demora."

"No te preocupes Tron." Es un apodo que prefiero antes que mi nombre entero. "Y Feliz cumpleaños." Me felicita la beta.

"Gracias."

✔ Señor Downey || Rom Howney.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora