Bill Cipher One shots

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Título: Los demonios también danzan en la noche.
Tamaño del relato: Corto.
Advertencia: Lenguaje vulgar.

Una chica de apariencia joven acomodaba la falda de aquel ajustado vestido negro antes de mirarse al espejo con una gran sonrisa, su maquillaje y peinado se veían perfectos logrando que toda su apariencia fuera increíblemente encantadora, no se imaginaba nada menos puesto que un ser tan perfecto como ella no podía lucir mal ya que después de todo se trataba de una demonio aunque no lo parecía.

Salió de su dimensiones hasta llegar a aquel lugar donde todos los seres capaces de viajar entre dimensiones pasaban sus ratos libres usando normalmente su forma más humana posible en busca de atraer personas hacia ellos, [T/N] no era la excepción puesto que ella tan solo buscaba alguien que la ayudara a incrementar su poder y vaya que lo estaba por lograr, en el momento en que piso aquel lugar con pintas de discoteca muchos otros demonios parecieron acercarse a ella como feroces predadores frente a una débil presa.

Sin embargo ella no era una mujer tonta que podías engañar con facilidad y entre pasos de bailes coordinados con la intensa música que solo invitaba a mover el cuerpo de manera desenfrenada logro deshacerse de todos aquellos que no le servían. Probablemente para el momento en que aquel rubio se acercó a ella para invitarla a bailar su cabello ya no lucía tan perfecto y su maquillaje había desaparecido gracias a que había decidido quitarlo de su rostro sin embargo esto había llamado por completo la atención de Bill Cipher quien a diferencia de muchos buscaba algo único.

  —No pienso ser alguien de un sola noche. — menciono [T/N] en un susurro en medio de aquellos movimientos de bailes ya mucho menos coordinados por efectos del cansancio y el alcohol que ya había ingerido anteriormente pero igualmente el rubio la escucho.

—Luego de una noche rogarás por más, ¿Acaso tienes lo que quiero? — pregunto Bill con una sonrisa arrogante en su rostro tomando las manos de la chica logrando sacar una sonrisa en ella, eso basto para darle a entender que era todo lo que él estaba buscando. Ella deseaba poder mientras que él deseaba dolor.

Ambos se conectaban de una extravagante manera que nadie más podría haber pensado, se daban lo que el otro deseaba por más tóxico que esto pareciera hasta que en un momento se necesitaban para vivir, después de todo aquellos demonios también danzaban durante la noche.

Danzaban como si su vida dependiente de ello, como si sus pies tuvieran la necesidad de moverse, como si sus cuerpos se atrajeran por algo más allá del simple sexo que podían tener en cualquier momento.

Los demonios también danzaban, pero nunca de enamoraban, o por lo menos así era hasta que ellos dos se conocieron danzando una noche.