Hoy es el cumpleaños de K, la persona que amo con todas mis fuerzas. Si, hoy es el día más especial del año para ella. Siempre lo espera con entusiasmo, como una niña pequeña ¿Pero, sabes con quién la pasará esta vez? Con alguien que solo la conoce superficialmente. Con alguien que no sabe nada de su vida. Alguien que ahora dice ser su enamorado ¿Quieres saber qué pasó?¿Cómo fue que llegamos aquí? Porque, soy yo quién debería estar a su lado, haciéndola reír, como en sus anteriores cumpleaños, pero esta vez no es así ¿por qué? Es simple. Porque nunca supe demostrarle mi amor. No de la manera que ella esperó, y créeme que fue paciente. Pagué su entrega y amor, sus cuidados y sinceridad, con malos tratos y mentiras. No cabe duda, ES MI CULPA.
Aún así ¿saben qué es lo peor? Que hoy la amo con locura, mucho más que antes. Que había planeado una vida con ella. Y sé que quizás no estén de mi lado, al fin y al cabo, "es lo que merezco", cierto? Es lo que me gané por no ser consciente de lo que hacía, de cómo la perdía poco a poco, de cómo la empujaba a estar con alguien más para que pueda dejar de pensar en mi. Estoy destrozado. No sabía que duele mucho más ser el culpable, que la víctima. Es una manera difícil de aprender eso, pero es lo que me toca vivir.
Hoy, a pesar de que ella me dijo que NO mil veces, pude verla. Esperaba sentir su odio, toda esa tristeza convertida en cólera, toda esa frustración con la que me escribió en nuestros últimos días, pero me quedé helado con su comportamiento cuándo la vi. Aunque era indiferente por momentos, sus ojitos me miraban con tristeza. Me ofreció ir al cine, dejó que nuestra complicidad fluya y fuéramos los mejores amigos por ese momento, como siempre.
Me sentí anestesiado, lleno de felicidad. Creí que podríamos volver a intentarlo, que poco a poco sanaríamos y sería una historia que contar... lástima que ella pensara diferente. Vino con la decisión de vivir un último día, y luego despedirse para siempre. Es por eso que, a medida que avanzaban las horas, mi cuerpo empezaba a sentirse pesado, mis pasos eran más lentos y las risas, empezaban a temblar. La presión en mi pecho volvía. Sentía que ya estaba aquí, que había llegado la inevitable hora de decir adiós.
La abracé. Bese lentamente su frente. Aunque por dentro quería gritar que no se aleje de mí, el sentimiento que tenía era más fuerte. ¿Cómo puedo pedirle que regrese a mí, si yo no soy la persona que ella amó? Porque no lo era, había cambiado. Tengo tantos problemas últimamente, que solo he renegado y me he desquitado con ella. Todo está desequilibrado en mi mundo. Si realmente la amo, no puedo ofrecerle esta versión de mi. No así.
Estaba por aceptar el adiós, cuándo su voz suave me dijo: "más adelante, ¿seguirás amándome? o es que acaso, es otra de tus mentiras". Si - grité sin dudarlo- Entonces ve y mejora, repárate y luego vienes - me dijo- No sabemos que sucederá, pero si aún me amas, ven a mí y lo descubriremos.
Sentí un pequeño alivio, y me fui. Con la condición que en un mes exacto, regresaría. No me quedaban dudas sobre mi amor, podría esperar sin problemas, pero... ¿ella estará ahí cuándo yo regrese? Tengo miedo a saber la respuesta.
Hoy es su cumpleaños. Y exactamente en un mes, descubriré el desenlace de esta historia.
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Un día a la vez
RomanceUn mes sin hablar. Por ningún medio, por ninguna razón. Es la petición que le hizo ella a él como último recurso antes de terminar su historia de amor. Si luego de este mes, él logra superar sus errores y la sigue queriendo tanto como dice, quizás...