El Extraño

Mansión con luz de gas

Un hombre esta tirado en el piso, desorientado preguntándose, ¿Dónde estaba? y ¿Quién era?. Cerca de este había una vela que alumbraba lo que parecía ser una pequeña habitación en una de las paredes se encontraban los planos de una gran mansión. El hombre se puso de pie y se acercó a una de las ventanas de la habitación, pudo ver que se encontraba en un lugar muy alto lo único que se podía ver eran arboles de roble hasta el horizonte de pronto el hombre pudo visualizar un pequeño sobre que decía léeme escrito sobre si el hombre abre dicha carta que decía.

-Liverpool, 13 de septiembre de 1886-

Hola Archie seguramente no recuerdas nada ni siquiera quien eres, eso es por que tome una de las pociones, para borrar los recueros de uno de los estantes en el cuarto de pociones de la mansión. La razón de esto es porque no podía seguir soportando el sufrimiento tanto físico como mental que me agobiaba. Tú te encuentras atrapado en este lugar por El señor Evan, un multimillonario, dueño de esta mansión, él es un hombre muy malvado el cual nos ha torturado y humillado. He podido lograr escapar sin que se diera cuenta, pero él no tardara en averiguarlo, debes de detenerlo para que no vuelva a lastimar a nadie más. Él es un hombre viejo y un total enclenque, tú en cambio eres joven y fuerte podrás derrotarlo con mucha facilidad.

Te he dejado unas cuantas notas de mi diario esparcidas por la mansión en lugares muy específicos para ayudarte a entender en ¿Por qué? y ¿Cómo terminaste en esta situación?

Necesito que seas fuerte y continúes, se mejor de lo que fui en el pasado. Confío en ti Archie.

Esa carta lo aterraba pero al mismo tiempo era el único consuelo que tenía. Archie, guarda la nota en el bolsillo del pantalón y se dispone a continuar, en ese momento pudo visualizar un objeto brillante en una de las esquinas de la habitación. Archie se dirige a dicho objeto y comprueba que es una especie de farol bien cargado con gas, lo prende y puede visualizar una puerta oculta, la abre y se da cuenta que se dirige a un corredor que se extiende hasta desvanecerse en la oscuridad.

Archie se aventura hacia el corredor acompañado del farol el cual gracias a la luz que emitía era lo único que lo mantenía cuerdo. Nota que los corredores se dirigen a otras habitaciones, Archie comienza a revisarlas una por una, pero no encuentra nada que lo ayude a salir de la mansión o también a encontrar al Señor Evan, lo único que ve son habitaciones para huéspedes y prendas viejas, en ese momento Archie sale de una de las habitaciones y escucha un extraño ruido que se acercaba al principio del corredor y se puede visualizar una sombra de aspecto humanoide, Archie Entonces decide que no le queda de otra que seguir el corredor en el que apresura sus pasos hasta llegar a unas escaleras que lo conducen a una gran sala con muchas habitaciones y corredores, él decide entrar en una especie de biblioteca de la mansión, donde cierra la puerta poniendo un escritorio frente a ella, esperando que sea lo que fuese esa cosa no lo encontrara.

Una vez dentro Archie empieza a buscar algo que lo ayude a quitarse ese sentimiento de estar aterrado, perdido y por sobre todo de no saber absolutamente nada sobre sí mismo o simplemente poder saber, que diablos está sucediendo en esta mansión. Archie sabía que estaba solo pero nunca a solas.

Entonces comenzó a revisar los libros de la enormes biblioteca y logra ver por la rabilla del ojo un retrato pintado a mano de un hombre flaco y de apariencia fúnebre, Archie no tarda mucho en adivinar de quien se trataba luego de contemplarlo por unos segundos lo saca para ya no ver esa cara que parecía que lo observaba y se da cuenta de que detrás del cuadro se encontraba una nota que decía.

-Liverpool 12 de agosto de 1886

Han pasado varios días desde que el Colegio de Liverpool me envío a la mansión para ayudar como aprendiz al señor Evan el cuál es fue gran Alquimista, lo he estado ayudando con varios experimentos como ha solicitado. Pero lo único que he aprendido hasta el momento es que él es un hombre cruel él cuál me ha insultado, golpeado con su batón e inclusive quemado con por el más mínimo error. Hace tiempo había estado investigando sobre su extraña expulsión del colegio, cuando le pregunte al respecto, me dijo que si volvía a mencionar ese tema me cortaría la cabeza y se la daría de comer a sus perros. Bueno preferí ser cobarde un segundo que un muerto el resto de mis días.