CDMX

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  Me encontraba en CDMX, ¿que que hacía ahí ? era una buena pregunta. Me contactaron desde esta para ayudar a resolver un caso, un caso que me daba escalofríos, pero sin mas tenía que comprar las boletas para viajar, las boletas para viajar de Colombia hacía CDMX eran un poco caras, así que espero que esto valga la pena y no sea uno de mis otros casos que me quita el sueño. 

                                                   🔵🔵🔵                                      

Ya en CDMX...

 Todos los medios estaban allí. Parecían buitres esperando a que yo musitara palabra. Los minutos entre sus preguntas y respuestas se hacían eternos. Por un instante pensé que estaba en medio de una película de Hollywood. Frente a mis ojos, los flashes de los fotógrafos me encieguecían. Las voces de los periodistas se escuchaban lejanas como en cámara lenta. Pero no esta no era ninguna película de suspenso. Si lo fuera, podría tener algunas respuestas sobre el caso, ser la héroe que lo resuelve, la que hila todas las pistas.  Lo cierto es que no tenía ninguna respuesta concluyente, mucho menos el menor indicio de lo que había sucedido. Esto no era mas que la vida real. 

     Desde que el caso llego a mis manos supe que no podía dejar las cosas así. Tenía que hacer justicia. Como presidenta del Tribunal Supremo de Justicia procuraba afanar los casos y despechar la mayor cantidad de ellos en el menor tiempo posible, pero esta vez me sentía obligada a no descansar hasta descubrir el culpable de las cosas horribles que le pasaron a aquella niña. Me obsesioné. Mi familia paso a segundo plano. Lo único que ocupaba mi cabeza era una pregunta incesante que me torturaba: ¿quién sería capaz de cometer semejante barbaridad? 

     -Presidenta, ¿hay alguna pista del culpable? ¿se sabe exactamente que ocurrió?- grito un periodista hábil, mientras los demás intentaban ahogarme con sus micrófonos.

     -No hay nada concluyente aún. Seguimos adelante con el proceso de investigación. Cuando tengamos alguna información serán los primeros en saber -respondí fingiendo algo de seguridad-  ahora debo acabar esta rueda de prensa.

     -Presidenta, por favor, una ultima pregunta  - suplicó otro periodista. 

     Sabia que, cualquiera que fuera la pregunta, tenia que responder con algún tipo de información. Pero en el estado actual de la investigación, darles cualquier certeza seria mentirles y eso podría entorpecerlo todo. Los periodistas estaban esperando algo que les permitiera vender sus periódicos y yo necesitaba que ellos siguieran al tanto del caso. No podía resignarme a que la historia de la pequeña fuera sepultada por el olvido.

     -¿Qué va a pasar con el cuerpo de la niña? 

     Todo el salón se quedo en silencio. Me acercaron los micrófonos al rostro, atentos a escuchar lo que yo tenia que decir.

     Era un día caluroso. Los veintidós grados centígrados y mis nervios hacían que sudara a chorros, y sentí algo de vergüenza de como me vería en las pantallas de alta definición que estaban el la mayoría de los hogares mexicanos. No tenía indicios sobre el caso, pero si sabía que tenía que darles algo. Mire a los periodistas que me rodeaban y sentí como si me estuvieran retando. Pareciera que estuvieran esperando a que yo me saliera de las ropas o que diera una repuesta poco acertada para llenar sus titulares con polémicas amarillistas que desviaran la atención del caso.

    -Mientras yo esté aquí sentado - respondió con una extraña calma - , no voy a enviar a la niña a una fosa común.

     El lugar quedo en silencio. Los rostros de los periodistas palidencieron y fue ahí cuando lo supe: nadie esperaba esa repuesta...



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⏰ Última actualización: Sep 23, 2019 ⏰

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"GRACIAS" NIÑA DE LA MALETA  || CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora