9: Es un Ángel

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Él puede recordar claramente lo que sucedió la noche que se conocieron. La noche que conoció a su ángel. La única que salvó su patética vida. No estaba hablando de esta vida. Se refería a su vida pasada.

Cuando tenia diecisiete años, él moría. Fue envenenado cuando tenia quince años, lo que daño sus pulmones y riñones. Esto lo hizo soportar una vida llena de dolor y sufrimiento.

Incapaz de soportar tanto dolor, decidió suicidarse en su cumpleaños numero diecisiete. Se fue silenciosamente sin su guardaespaldas y se dirigió a un acantilado a las afueras de la ciudad. Estaba oscuro y llovía cuando llegó a su destino. Cerró sus ojos y recordó las escenas felices de su vida.

Siempre se preguntaba por que. ¿Por qué tiene que ser el? ¿Que hizo mal?

Recordaba a su madre amorosa y a su padre comprensivo. Recordó su infancia llena de amor y risas. Recordó los ojos de sus padres, cuando lo vieron abrir los ojos después de su coma, cuando tenia nueve años. Recordó sus desgarradores gritos cuando fue envenenado. Entonces recordó a la tristeza de su madre llena de simpatía. Recordó los gritos furiosos de su padre al medico, pidiendo que lo ayuden.

Sus padres intentaron de todo por él. Hablaron con todos los médicos conocidos del mundo e intentaron encontrar una solución, para seguir man teniéndolo vivo. Sin embargo, todos dijeron una cosa. Lo mismo una y otra vez.

Era demasiado complicado. El daño se había extendido a sus pulmones e intestinos, y que solo un milagro podría salvarlo.

Pero, tanto su madre como su padre, intentaron aliviar su dolor. Lo mimaron y le dieron todo lo que el quería. Trataron de hacerlo feliz. De hacerle reír. Querían que olvidara su dolor.

Pero sus padres no entendieron que no se trataba solo de su dolor. Se trataba de la fatiga y la desesperanza, viendo que las dos personas mas importantes de su vida, sucumbían a la tristeza todos los días. Se trataba sobre verlos fingir felicidad y emoción. Se trataba sobre mirarse a si mismo como una estrella perdiendo lentamente su propio brillo.

Apretó la mandíbula y lloró. Esa fue la primera vez que lloró en años.

No derramó ni una lagrima cuando escuchó que solo le quedaban unos pocos años de vida. Tampoco lloró cuando vio a sus padres derrumbarse frente a él. No. Él fingió ser fuerte. Los miraba con una sonrisa todos los días.

Pero él estaba llorando ahora. Sabe que su familia estará mejor sin él. ¿Por qué prolongar lo inevitable? Él morirá pronto de todos modos, ¿Por qué debería dejar que sus padres sufran por mas tiempo? Se sintió abatido, sin esperanza. Se sintió inútil.

Abrió los ojos y miró el oscuro abismo frente a él. Luego, miró hacia el cielo, y dijo su último adiós. Esta noche será el final de su miseria. Esta noche será la noche de su muerte. O eso pensaba..

"Ya ve, si estas buscando una señal para morir, ahora la tienes. Adelante. Salta! Te acompañare hasta aquí." Se sorprendió cuando escucho una pequeña voz suave no muy lejos de él.

"Tu.. ¿Qué estas haciendo aquí?"

La chica delante de él no le respondió. Ella solo lo miraba como si tratara de leer sus pensamientos. Luego ella camino lentamente hacia el acantilado y se paró a su lado.

Miró a la chica que estaba a solo un paso de él. Pudo ver claramente sus rasgos, ahora que ella esta mas cerca. Tiene alrededor de catorce o quince años. Una belleza con labios color cerezas y ojos grises. También vio que estaba sosteniendo una botella de vino.

"Perdí a mi madre hace dos meses." Dijo mientras su mirada se perdía y miraba hacia el acantilado. "Hoy, mi padre trajo a otra mujer a casa y dijo que se casará con ella el próximo mes." Ella continuo. "Luego, me presentó a una chica de mi edad y dijo que era mi hermana menor."

"Me sentí triste." Dijo la chica mientras lo miraba fijamente. "Quiero suicidarme. Entonces recordé mis sentimientos cuando perdí a mi madre. No quiero que alguien se sienta asi por mi culpa."

"Sabes, si te matas, solo morirás una vez. Pero las personas que dejas atrás, las personas que realmente te aman, morirán mil veces cuando te recuerden, y se preguntaran porque una y otra vez." Ella se encogió de hombros y tomó otro trago de vino. "El suicidio nunca terminará las posibilidades de que tu vida empeore, pero eliminará las posibilidades de que mejores." Ella se dio la vuelta y empezó a caminar sin esperar su respuesta.

"¿Qué pasa si ya sabes que no mejorará?" Murmuró él.

Ella dejo de caminar y lo miró de nuevo. "Entonces toma un arma y vuela tu cerebro. Este acantilado no te matará." Ella se giró y agito las manos mientras continuaba alejándose.

"Espera. ¿Cuál es tu nombre?" Pregunto él.

"Mi apellido es Jiang.. Jiang Yue."


Comentario de Lilu: es re triste la historia de él, igual lo amo!

La Mujer CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora