°Mi Pequeño Minnie° (Omegaverse)

Capitulo 1

¿Alguna vez te has enamorado de alguien? Pues JiMin no ha sido capaz de sentir ese ''amor'' como otras personas lo llaman, nunca tuvo la oportunidad de experimentar el ser querido por otra persona que no fuera su hermano mayor NamJoon, quien siendo un gran alfa; a la edad de 24 años estaba orgullosamente casado con SeokJin, un omega peculiar, por ser el más querido de la prepa en la que ambos estudiaban. NamJoon y SeokJin vivían con JiMin, el pequeño omega de tan solo 20 años, que siempre soñó con ser alfa como lo fue su padre y como lo es su hermano, llevándose una decepción por si mismo al enterarse de la grata noticia de ser un omega, pero lo contrario a su madre, que esta lo felicito, acompañado de un gran y fuerte abrazo, mientras que por parte del contrario, correspondió por cortesía, aunque fuera su madre; no quería demostrar frente a ella lo débil que a veces suele ser.

Para JiMin, cada celo que le entraba era horrible, pasaba por días en los que el solo sufría, el único que lo ayudaba y lo trataba de comprender era su cuñado, puesto a que ambos eran omegas, pero SeokJin tenía más experiencia en eso, ya que llevaba más años teniendo su celo.
JiMin solía usar supresores cada que entraba su celo, o incluso cuando salía a estudiar se lo ponía, ocultando su dulce aroma a vainilla, que aunque el no lo creyera, ese aroma pone loco a cualquier alfa que lo llegué a oler.

- JiMin-ah ¿Desayunaras con nosotros?- pregunto SeokJin acompañado de una gran sonrisa.

-Mmm no hyung, se me ase tarde.- hablo un JiMin demasiado apurado, guardando con rapidez sus cosas en su mochila.

-Esta bien, pero quiero que comas por lo menos alguna fruta, no puedes irte con el estomago vació- dijo SeokJin quien antes tenía una grande sonrisa, ahora mantenía un ceño poco fruncido.

- Esta bien hyung- rió el menor.

- ¿Buscas algo cachorro?- pregunto el mayor, puesto que observaba como es que el menor trataba de encontrar algún objeto.

- ¿No vio donde quedaron mis supresores?- respondió desesperada mente.

- No pequeño- contesto SeokJin mientras reía al ver como el menor se alteraba al no encontrarlos.

- iré a desayunar con Joonie- fue lo ultimo antes que dijo antes de bajar, para después ver como JiMin asentía rápidamente.

Por más que busco en su recamara, no encontró rastro alguno de sus supresores, poniéndolo en un estado de enojo por si mismo, al no recordar donde los dejo por ultima vez.
Bajo las escaleras rápidamente, haciendo que este casi se cayera, provocando unas fuertes risas por parte de los integrantes que se encontraban en el comedor, haciendo que JiMin bufase para después salir lo más rápido que pudo de su hogar; caminando con cierta velocidad hacia su escuela, no le quedaba lejos, puesto a que era mejor caminar unas cuantas cuadras.

Al llegar a su escuela entro corriendo en busca de llegar a su salón, rogando para que prefectura no lo vea y lo paré.. sus suplicas fueron en vano, todo lo que temía que pasara se hizo realidad.

- Joven venga para acá y acompáñeme a mi oficina- hablo una señora de aproximadamente 45 años, siendo la prefecta del pasillo.

A JiMin no le quedo de otra más que darse la media vuelta y seguirla. Al llegar se sentó en aquella banca, cabiz bajo, maldiciendo ese día, ¿No podía ser más perfecto?
Hundido en sus pensamiento, no se percato de que al otro extremo de la banca se encontraba un chico: de tes pálida, cabello pintado de un color menta, acompañado de un gorro, ropa obscura, quien mantenía una venda enrollada en su mano.

Mantenía una mirada sin expresión alguna, poco después comenzó a oler con desesperación, como si un dulce olor atrapara su nariz.

Por otro lado, JiMin seguía sin entender, como es que se le había echo tan tarde, no había dormido tarde, oh bueno, eso es lo que se quería dar a entender.

Minutos después dirigió su mirada nuevamente hacia el chico de tes pálida, observando como es que este inhalaba y exhalaba velozmente, trataba de oler lo que el chico olía con desesperación. No percibió olor alguno, a lo que se le hacia demasiado raro, minutos después había comprendido el por que es que el chico olfateaba con velocidad, JiMin al no usar su supresores dejaba su olor expuesto.

Al percatarse de eso, volteó con velocidad hacía el chico, quien se encontraba viéndolo directamente a los ojos, JiMin desvío su mirada, tratando de no conectar la suya con la de el...

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