No tuve salida...

Capítulo Único.

En eso de las nueve, un alma merodeaba por los oscuros caminos del bosque. La noche ya advertía la llegada de las lluvias; los arboles se inclinaban a causa de las grandes ráfagas de viento, haciendo parecer que entre sus hojas habían seres ocultos esperando el momento perfecto para atacar; las estrellas habían estado desapareciendo a causa de las nubes; la neblina parecía estar esparciéndose cada vez más rápido, cuando una voz volvió a atormentarlo.

-Las estrellas están como nunca ¿no lo crees así?—A pesar de no poder verlo

-Vete... —Sus pasos son más veloces a cada segundo. Lleva meses queriendo alejarse de lo que le atormenta, le frustra, le intimida, le aterroriza, queriendo alejarse de esa "cosa".

-no pongas esa cara... al final ¡YO NO FUI QUIEN LOS MATO!

Ese grito resonó en su cabeza causándole un gran dolor de estómago, miró hacia todos lados con desesperación percatándose de unas series de sombras que empezaban a rodearlo, asustado busco un lugar vacio y empezó a correr.
El camino está muy desnivelado, cubierto por distintas plantas un tanto musgosas ocasionando que cayera repetidas veces al suelo, los arboles al ser azotado por el viento daban la impresión de estar susurrando... Y para él esos susurros eran críticas, reproches, ofensas ¡El lo sentía así! Aunque en realidad no entendiera el mensaje que le transmitían sabía muy bien que no eran cosas buen, su corazón y su razón así lo dictaban. La vista comenzó a nublársele por las abundantes lágrimas que no tardaron en salir de sus azulados ojos.

Llevaba rato corriendo cuando una raíz que sobresalía del suelo lo hizo tropezar de nuevo, se limito a limpiarse rápidamente las lágrimas y al abrir sus ojos vio que estuvo a punto de caer por un barranco, miro hacia atrás con miedo a ser alcanzado. Se levanta y ve que tan profundo esta, analiza las alternativas. Un relámpago interrumpe sus pensamientos y el miedo aumenta, se siente vigilado... acorralado...

- ¡AYUDENME!

Grito, pero estaba demasiado lejos de la civilización como para ser escuchado.
Termino rendido, acurrucado entre las enormes raíces de un árbol cubriéndose de la lluvia, sollozando, sin saber qué hacer, sin saber cómo llego aquí... Sin entender porque termino aquí...

...

Escucha pasos, un pequeño escalofrió recorrió su espalda al pensar que podrían ser "ellos". Se encuentra sentado en posición fetal mirando el suelo deseando no ser descubierto, entonces unas zapatillas de terciopelo blanco le tapan la vista y él alza la mirada encontrándose con una linda chica de ojos grises, cabello blanco con destellos azules, piel clara y un vestido celeste que le llegaba hasta un poco más debajo de las rodillas. Ella tan solo se le queda observando, niega con la cabeza y se va hablando un idioma irreconocible; eso no le da una muy buena espina, así que, continua con la búsqueda de una salida de este embrollo cuando la voz en su cabeza da su segunda aparición.

-Tú sabes que esto terminara... no importa cuánto intentes retrasarlo...

- ¡Cállate! –Ya no puede más, está agotado pero aun así sigue huyendo. Siente como se acercan velozmente- tú, ¡TÚ SOLO MIENTES!

- no te comportes así... tú deseaste esto, ya no puedes retractarte.

Unas enredaderas negras le toman por los tobillos evitándole la huida.
No quiere mirar abajo, no quiere saber qué es lo que le está arrastrando hacia abajo.
Las sombras lo han rodeado completamente, está solo... no siempre lo estuvo pero se dio cuenta muy tarde.
Cae.
Tiene miedo de abrir los ojos, cubre su cara con ambas manos...
Escucha susurros, todo le da vueltas.
Y es en estos momentos que no puede evitar pensar en su madre, sus pequeñas hermanas... en su familia...
Está arrepentido, pero ya es demasiado tarde... Ya no puede hacer nada por arreglarlo, ya no puede redimirse porque el infierno le esta guardando un puesto VIP, uno que él no quería recibir. Si hace meses hubiera sabido que el precio del saber era este de seguro no hubiera hecho el trato...

...
Un grito desgarrador resonó en el bosque haciendo eco durante unos segundos...
No quedo rastro de lo que paso aquella noche, además de una lapida sin nombre con el escrito de "La Curiosidad Mato al gato" y a un costado de esta un collar de media luna.