Capítulo III: Bulimia

3 1 1
                                    

Gotas de lluvia recorren cada centímetro de mi piel, inundando cada emoción de mi ser.
Corro a más no poder, mis pies me dejan de responder. Miles de insultos me gritan una y otra vez, la sociedad me tiene a su merced.

Y yo, intentando encajar en un puzzle a medio hacer.
Mi apetito se borra, me veo más gorda.

Mi reflejo es otra persona.
Vomito todo lo que como.
"Tengo que ser como ellos" "Guapa y afeminada debo ser"
Cuánto más dejo de comer, más partes de mi cuerpo se ven.

Costillas, clavículas e incluso los huesos de los pies.
"Pronto me aceptarán" digo incrédula.
Camisas, zapatos y panties. No encuentro mi talla, antes era una 43 y me quedaba bien, ahora soy una 32 y todo me queda grande.
Lloro, grito y pataleo.
No sé qué más quieren que haga.
Las vértebras se me notan, ya he llegado al alto estándar.

"Allá voy mundo, estoy lista."
Burlas, risas y apodos veo por todas partes.

"¡Pero mira, si es el esqueleto andante!"

Sociedad, ¿por qué me haces esto? Me he puesto como tú me querías..

Ella, se ríe incrédula y me responde con aires de egocentrismo.. "No querida, no. Tú sola te has puesto en ésta situación, me has escuchado y te he encaminado a éste círculo vicioso. Tu baja autoestima, tu inseguridad y tus miedos me han otorgado ese poder, ¿enserio creerías ser cómo yo? Vamos querida, no me hagas reír, sólo buscaba jugar contigo, y lo conseguí."

"No les hagas caso, escúchame solo a mi." -dice otra voz en mi interior que irrumpe en la conversación.-

Es esa voz que me hace diferenciar entre el bien y el mal, "la conciencia" la hacen llamar.

"Sí, a mi." -dice nuevamente.-"Escúchame, te estás matando lentamente por querer que los demás te acepten por cómo no eres. Si quieres salir de ésto te daré un consejo: Necesitarás mucha fuerza de voluntad. Pero no estás sola, me tienes a mi. Hazme caso y lograrás salir.

Suelto un suspiro y vuelvo a mirar una vez más a la sociedad, esa sociedad destructiva en la que vivo. Sonrío dándole a entender de que no pienso caer, otra vez no. Decido hacerle caso a mi voz interior y comenzar a amarme tal cual soy, con mi defectos y virtudes, al fin y al cabo, eso es lo que me hace ser única y especial.

"Ya no tienes nada que hacer" -digo triunfante.- "Me acepté tal cuál soy, y ahora no volveré a caer."

Se despide:
- Rosa de acero🥀

Rosa de aceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora