Dormir era el peor momento de su vida.
Aunque el día tampoco era tan bueno, para ChenLe, la noche era peor. Era horrible ver esos grises ojos mirarlo desde su armario, esas risitas bajo su cama y esas manos heladas que pasaban por sus muslos. Todos los días sus ojeras aumentaban.
Lo llaman “Loco”, otros le dicen “Cruel”. ¿Por qué?, Porque escucha voces, porque le da miedo ir al baño que queda a dos pasos de su habitación, porque no sonríe, porque no quiere seguir un día más en esa casa. Y cruel, porque dicen que se burla de Jisung Park, el hijo muerto de Park TaeYong y Park Chittaphon.
El chico había desaparecido por diez meses, hasta que lo dieron por muerto. Pero ChenLe estaba seguro de que, vivo o muerto, Jisung estaba ahí. No lo dejaba en paz.
—¿Por qué tienes esas ojeras tan grandes?.
—¿Por qué pasas tanto tiempo solo?.
—¿Por qué estás tan paranoico?.
—¿Por qué corres en la noche?.
—¿Por qué lloras en la noche?.
—¿Por qué miras toda la tarde la habitación de Park Jisung?.
Todas esas preguntas y más eran las que atormentaban a ChenLe. Ahora estaba en su habitación asujetando su estómago con ganas de vomitar. Ahí estaban otra vez esos ojos grises viéndolo desde la oscuridad, una sonrisa de dientes blancos apareció. ChenLe quería correr pero su padre irrumpió en la pieza, provocando que el chico o chica que lo miraba desde su armario se escondiera. Jeno, su padre, caminó hacia él y acarició su espalda, sentándose a su lado.
—ChenLe, hijo, yo con tus padres iremos a una fiesta que harán sus amigos, ¿Puedes quedarte solo?.— Antes de que Jeno pudiera siquiera terminar de hablar, ChenLe tomó su brazo con fuerza y negó— C-Calma hijo.
—No, no pueden dejarme aquí, no solo.— Jeno vió los ojos de su hijo mirarlo con ansiedad, miedo y angustia.
—Esperame, iré a hablar con mamá RenJun y papá JaeMin— el joven padre dejó a su hijo en dónde estaba antes de llegar. Caminó hasta la habitación de los tres y se encerró junto a ellos para ver con quién dejar a ChenLe.
—P-Por favor, ¡Dime quién eres!.— gritó asustado, mirando a la nada. No había nadie a dónde la vista de ChenLe se dirigía.
Una risa escalofriante abrió paso en su habitación. Una ahorcada llegó a su garganta cuando la voz se empezó a hacer más grave, tan pronto como no lo esperaba, un vómito atacó la fuente que tenía frente a él. Sus delgadas manos temblando mientras sujetaba el objeto que se llenaba de ese asqueroso líquido, era una mezcla de tres horribles colores; rojo, amarillo y naranja. Apenas terminó de botar el vómito, sus ojos se llenaron de lágrimas al sentir una mano en su espalda, sin dudas le rogaba a Dios que se lleve a Jisung lejos de su habitación.
—V-Vete.— susurró, limpiando su boca, pero los vómitos siguieron y siguieron hasta que su garganta se empezó a quemar. Casi no respiraba y sus ojos se cerraban por la intensidad en la que el vómito salía.
—¡ChenLe!.— gritó RenJun, abrazando a su hijo. JaeMin tocó la espalda del chico y ayudó a que siguiera vomitando, ¿Qué pasa si ChenLe de desmayaba por el vómito? ¡Pues JaeMin ni idea!, Solo quiere que su hijo acabe de soltar la liquidación para preguntar qué es lo que lo tiene así.
—¿Qué pasa?, Hijo.— preguntó, abrazado al niño apenas terminó de vomitar.
—J-Jisung.— ninguno de los tres le creyó, solo lo abrazaron y besaron su cabeza.
—Mi hermano Yuta vendrá con su esposo y tus primos, ¿Estás seguro de que no quieres quedarte solo?.— Jeno tocó la cabeza de ChenLe, besando su frente al abrir su flequillo.
—Mas que seguro, papá.
Cuando los padres de ChenLe abandonaron la casa, de inmediato Yuta y SiCheng llegaron junto a sus cuatro hijos. JungWoo, Donghyuck, Johnny, JaeHyun.
—ChenLe, mi niño, ¿Como es eso de que no quieres estar solo?.— SiCheng se sentó junto a ChenLe en el sofá. El joven guardó silencio mientras miraba con miedo a el esposo chino de su tío.
—N-No es nada.— no es que el pequeño quiera ser cortante, sino que lamentablemente tiene miedo de hablar sobre su problema por las críticas o burlas que puede recibir.
—Tiene que ser algo grave, porque a los chicos les encanta estar solos en casa.— el chino trenzaba el flequillo del japonés recostado en sus piernas.— Puedes decirnos, y si tú preocupación es que le digamos a tus padres, ¡Juramos Yuta y yo no decirlo!.
—Así es, tesoro.— Yuta sonrió.— No te preocupes por tus padres, aparte. ¡Niños vallan al jardín a buscar cerdos de oro!, Aparte los chicos se tardarán.
—Okey...— ChenLe estaba un poco incómodo.— Siento que hay alguien en mas en casa que no son mis padres ni yo.
SiCheng miró un poco asustado a ChenLe, mientras Yuta sonreía.
—Dices que hay...— SiCheng tembló.— ¿Fan-fantasmas?.
—SiCheng, no te asustes.— Yuta levantó la cabeza de las piernas del chino para abrazarlo.
—Es que siempre hay algo que me atormenta.— soltó ChenLe.
—¡Papá, encontré una bolsa de fotitos de ChenLe!.— los que estaban dentro de la casa voltearon a ver de qué hablaba el menor de los hermanos.— ¡Miren!.
De repente, Donghyuck mostró la bolsa llena de fotos de ChenLe, pero lo peor de todo fue lo que decían las fotos. Nunca me fuí.
Las manos de los dos chinos dentro de la sala empezaron a temblar. Estaban casi llorando cuando escucharon como algo caía en la habitación de ChenLe. Yuta se levantó y miró la habitación del joven, caminando con todos sus hijos más su esposo y ChenLe detrás de él.
—¿Quién eres?.— El japonés caminaba con cuidado, procurando no hacer tanto ruido.— ¿Te conocemos?
Unas risitas se escuchaban a través de la pared.
—¡Di quién eres!.— Yuta abrazó a sus hijos, acorralando a SiCheng y a ChenLe contra la pared y su espalda.
—Yo...— se escuchó la voz grave de Jisung en toda la casa.— Soy Park Jisung...
Y todos salieron corriendo de la casa.
ESTÁS LEYENDO
Sleep ¡JiChen!
RandomDormir era el peor momento para ChenLe. -JiChen -ChenLe Bottom -Jisung Top -M-preg -Bromance! -💕💕💕