Lluvia 1

2K 139 50
                                    

Recién llegaba aquella época del año en la que las lluvias, tormentas y huracanes se hacían presentes en territorios humanos. Le molestaba aquella época y no solo por la lluvia, tambien porque cerca de esas fechas su pasado no pintó de rosa y felicidad como en algún momento de su profundo corazón lo había deseado, sino que había sido teñida en negro y rojo.

A él le hubiese gustado que aquella tarde de lluvias fuera como la de todas las parejas, que tan solo se dedican a estar sentados en el sofá viendo unas series o películas, comiendo de algunos aperitivos y pasar el rato. Ok, sonaba algo ridículo viniendo de él.

Envidiaba eso de los demas.

Le hubiese encantado vivir todas aquellas cosas simples pero al mismo tiempo hermosas con su amada, teniéndola a un lado acurrucada en su pecho diciendo cuanto se querían y se amaban. Aun que el fuese casi el sinónimo del frío y roca, pero al final seguía siendo humano y tenia sentimientos.

Tan solo miraba su ventana observando como las gotas de agua cristalinas caían a tierra y otras se desplazaban por el vidrio, recargando su cabeza en el marco y mirando a lo inexistente, pensando y vagando en su cabeza y sentimientos todo lo que ha pasado y vivido. Amigos, aliados, enemigos, demonios, promesa, su madre y sobre todo...

Anna

Se incorporo y a paso flojo comenzó a caminar saliendo de su habitación. La casa estaba a oscuras y solo podía ver por donde caminaba gracias a el tenue brillo del día combinado con los grises de las nubes que iluminaban su solitario hogar. Se paro enfrente de una puerta y del bolsillo de su pantalón negro sacó una llave plateada, la cual introdujo a la apertura de la cerradura y abrió la puerta.

Al entrar lo primero que hizo fue cerrar la puerta otra vez con llave, camino y llego hasta las estanterías repletas de libros. Llego a una que se encontraba cerca de una ventana y se sentó en el suelo, tomo uno de los libros de la estantería atrás suyo y paso la yema de sus dedos por aquella portada en color rojo y con letra cursiva de color dorado llevaba por titulo Romeo y Julieta.

Aun sigues leyendo ese libro— Mas que una pregunta fue una afirmación. Miro a su costado encontrándose con los ojos cielo de la jovencita.— Deberías dejarlo ir.

Ray embozo una sonrisa de lado, tan solo viendo por la rabadilla del ojo como la rubia se sentaba a su lado y sonreía con dulzura. Estaba tal y como la última vez que la vio, ocupando aquel vestido blanco en escote, descalza y sonriendo como mejor sabe hacer. La única diferencia era que ahora su cuerpo estaba helado.

—Deberías de ponerte otra cosa.

La rubia tan soltó una tierna risa ante el comentario del azabache.

—¿Lo de siempre?

Si.

Ray abrió aquel libro y paso las páginas hasta detenerse en una.

—"Hay para mi mas peligro en tus ojos que afrontar veinte espadas desnudas. Concededme tan solo una dulce mirada, y eso me basta para desafiar el furor de todos."

Ray sonrió en tristeza, la rubia a su lado hizo lo mismo pero mirando hacia la ventana y la lluvia de tarde. Regreso su vista a su al chico quien ya se encontraba pasando mas páginas hasta volver a detenerse.

—Apresurado, insensato, egoísta e inmaduro. Cuatro palabras que definen mi opinión respecto a este libro.

Es amor Ray, no es fácil de comprender— Sonrió y recostó su cabeza en el hombro del azabache.

—Sera por que eso ya no es para mi.

No lo creó, el amor es para todos.— cerro sus ojos, tan solo dejando que los segundos se hicieran largos,  minutos eternos y las horas inexistentes. Pero todo acaba en algún momento.

Ray regreso su vista al libro después de haber tomado la mano de la rubia. Estaba helada, pero de una forma le reconfortaba.

"Conservar algo que me ayude a recordarte seria admitir que te puedo olvidar "...

Hizo silencio y cerro el libro dejándolo en su lugar correspondiente.

—Eso es mas que una vil mentira, Porque si fuera verdad, no estaría en el estado en el que estoy ¿Verdad, Anna?— miro a su costado encontrándose con la nada. La pequeña rubia ya no estaba.

Despertó, y como siempre, pequeñas gotas saldas salían de sus orbes oliva. Suspiro y se limpio los rastros de lágrimas, acomodo los libros regados en el suelo y salio de la habitación.

La noche había llegado y a pesar de no haber comido nada en todo el día el hambre aun no le llegaba. Llega a la cocina, en donde ya hacia en la mesa un plato enorme de comida, la toco y aun seguía caliente. De no ser por sus amigos él ya hubiera muerto desde hace mucho tiempo y aun que quisiera morir ahora no puede, por una extraña razón no puede. A duras penas se término la cena y entro a su habitación, tirándose a la cama y soltando un bufido. Se sentía tan cansado a pesar de no haber hecho nada en el día.

Abrió un cajón de la mesita de noche ubicado a un costado de su cama, saco un álbum de fotografías y comenzó a verlas. Otra vez vagando. Paso las paginas encontrándose con fotos de todo tipo y de su familia, Norman y Emma, Phil, Gilda, Don e incluso de Yuugo y Lucas. Paso a la siguiente página en donde estaba una sección especial para el, en ella aparecían una variedad de fotografías de Anna haciendo cualquier clase de actividades e incluso cuando estaba dormida, y la que mas le hace sacar una sonrisa boba, es una en la que esta con ella durmiendo juntos, ella recostada en su hombro y el abrazándola.

Siempre se ponía de esa forma cada vez que faltaba una semana para aquel día. Amaba y le dolía, porque así podía reencontrase con ella y sentía su presencia, pero le dolía sabiendo que se cumplía un años mas de su ausencia.

¿Cuantos años tendría ella si estuviera con el? ¿24? tal vez. En una semana se cumpliría un año más.

Días de Lluvia [TPN. RayAnna]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora