Último día del ciclo escolar, dentro de unas horas comenzarían las vacaciones de verano y cuando terminen a dar la bienvenida a tercer grado de bachiller, el año en dónde me tendré que preparar para entrar a la universidad.
Miraba el reloj de mi muñeca cada 5 minutos, estaba tan ansioso por escuchar el timbre de la campana para que finalmente saliera junto con Amanda y Darío e ir a comer un helado en el pueblo.
- Edward, deja de mirar tu reloj y apresta atención a la clase- dijo Amanda Kellog, ella es la chica más inteligente del salón, es mi mejor amiga y es hermosa, muy hermosa, demasiado hermosa...que...estoy enamorado de ella.
- Lo siento, es que estoy ansioso- sonreí.
- Vamos Amanda, hoy es el último día de clases.
Amanda se recostó de su asiento miró unos segundo la pizarra y luego tomó una de mis manos para dirigirme una sonrisa angelical. Era de las expresiones que más derretía mi corazón. Ella sabía perfectamente que estaba enamorado de ella, a principios del ciclo escolar me había declarado pero nunca obtuve respuesta, tampoco me atreví hablar del tema nuevamente. Me gustaba ayudarla en todo, por ejemplo: llevarla hasta en su casa con mi motocicleta, acompañarla siempre cuando quería salir a pasear al igual que cargar sus cosas cuando pesaba mucho para ella. En fin, me apodaron ''El chicle'' porque iba detrás de ella. Quería demostrarle lo mucho que importaba para mí, lo mucho que la quería, que podría ser un buen novio. Estaba pensando declararme nuevamente estas vacaciones o tal vez a mitad del nuevo ciclo escolar.
Las clases pasaron más lento que un caracol, el timbre sonó así que todos mis compañeros salieron disparando del salón para disfrutar sus queridas vacaciones. Los chicos y yo tampoco nos quedamos atrás decidimos correr para ir a la casa de Amanda. Pero antes de cruzar la puerta, choque con el hombro de alguien más. Voltee tranquilamente así la persona.
-Lo siento, por favor ten más cuidado- conteste amablemente.
-Está bien, descuida- pude fijarme que había topado con Leila Moore, ''La chica gótica'' del salón. Intento de alcanzar a su amiga, siempre me he preguntado porque se sienta todo el tiempo atrás del salón. Pero bueno... eso no me incumbe, no estoy para juzgar a los demás.
-Amigo debes de limpiar ese hombro- se rió Darío Clark, mi amigo. Nos hicimos buenos amigos al pretender de hacer equipos de parejas en ciencias.
- Cállate amigo, más respeto- jale su cabeza con mi hombro y lo comencé a sacudir.
- Bueno, que les parece si en mi casa planeamos en dónde iremos para las vacaciones y después vamos por los deliciosos helados- sonrió la hermosa Amanda.
-Perfecto- contestamos al mismo tiempo.
Seguimos nuestro camino, Amanda se ponía mi otro casco mientras se subía en la motocicleta, por otra parte Darío se había ido con su motocicleta a su casa ya que en un rato nos alcanzaría. Unos chicos pasaban delante de nosotros, no dejaban de ver a mi mejor amiga. Pertenecían al grupo ''B''.
-¡Kellog, puedes venir un momento!- dijo uno de ellos.
-¡Hola, Saír espera un minuto!- se bajó de la motocicleta y se dirigió hacia ellos. ¿Celoso? Por supuesto que no, sabía que iban hacer rechazados de todas maneras. A lo mejor, ella no estaba preparada para una relación pero yo estaba dispuesto a esperarla.
Su amigo de Saír le entrego un dibujo de una rosa junto con su nombre de ella. Solamente sonrío, agradeció y luego se quitó. Mis labios dibujaron una inmensa sonrisa de alivió.
-Edward, vámonos- tomó mi mano. Adoro cuando lo hace, sus manos son tan delicadas. A pesar de ser una chica de estatura media es muy hermosa y tierna.
Mientras conducía, tenía la curiosidad de saber que sintió cuando le dieron el dibujo. Sabía que sería rechazado al instante pero tal vez Amanda en un tiempo sienta algo.
- ¿Qué te pareció el dibujo? – solté de inmediato.
- Es bello- miraba nuevamente la hoja de papel.
- ¿Y el tipo, que te pareció?
- También es bello, pero no es mi tipo- me miró desde el espejo. – Edward, dejemos de hablar del tema.
-Sí- seguí viendo el camino.
La casa de Amanda queda del otro lado del pueblo de Dakota. No es un lugar muy grande así que no tenía problema de gastar mucha gasolina. Al llegar a su casa su madre y hermana menor salieron a saludar.
-Hola Edward, pasa que acabo de preparar el almuerzo- dijo su madre.
-Muchas gracias, señora Kellog- sonreí.
- En un rato vendrá Darío – dijo Amanda.
- Bueno, entonces vamos a esperarlo. Y dime Edward tu familia saldrá de viaje estas vacaciones.
- Mi madre piensa ir a New York por una semana a visitar a su amiga. Así que creo que la acompañare.
- Pensábamos ir a París por tres días, no sé si te gustaría acompañarnos- sonrío la Señora Kellog.
Fue una gran noticia escuchar su invitación, solo espero que los días que mi madre viaje a New York no sea los mismos días que planean ir a París.
- París es la ciudad del amor- dijo su hermana menor con unos ojos iluminados y sus cejas alzadas- Puedes llevar a mi hermana en uno de los de los restaurantes más románticos de la ciudad-. Cuando termino la oración mis ojos saltaron de su lugar. Intente de tomar el vaso de agua para evitar las miradas de Amanda y su madre.
- Ignora lo que dice Evie, no tiene más que molestar- Amanda miraba desafiadamente a su hermana menor.
Los minutos pasaron hasta que se asomó Darío en la puerta. –Lo siento, tuve que hacer unos pedidos de parte de mi madre.
-Está bien comprendemos al 100%- sonreímos.
Darío se sentó junto con nosotros en la mesa. A continuación Amanda sacó algunas fotografías y folletos de playas más cercanas.
-Bien, ¿A dónde prefieren ir?- la pregunta no era sencilla de contestar.
Ojeamos los folletos y las fotografías como 5 veces, porque en realidad no teníamos un lugar que escoger.
-¿Por qué no van mejor Long Islanda? Es preciosa, créanme no se arrepentirán- dijo su mamá de Amanda. -Es más inviten a su madres también y si quieren más familiares, hagamos este viaje extraordinario y grupal.
-Me parece bien-dijo Darío.
Asentí con la cabeza porque también estaba de acuerdo. No sabía que hacer estaba decidido en declararme una vez más a mi mejor amiga pero la confusión en cual viaje. Sí en el de parís o de este viaje en la playa.
-¿Entonces iremos a comer helado o no?- dijo Evie.
-¿Tú estabas contemplada?- dijo Amanda.
-Eres mala, la próxima no te compró pastel.
-Es broma, vamos.
Salimos de la casa y directamente fuimos al centro del pueblo en busca de la mejor heladería. Durante el camino, Evie se acercó a mí.
-¿Cuándo serán novios, tú y mi hermana?- susurró.
-¿Qué temas de conversación dices?-dije.
-Deja de ocultar tus sentimientos, futuro cuñado- sonrió.
-¿Tan obvio soy?
-Crees que no sé qué te declaraste a mi hermana, ella aún no tiene novio- sonrió una vez más.
-Ella no me dio respuesta la última vez que le dije mis sentimientos- mire a Amanda caminando detrás de mí. En ese momento sentía el impulso de mi corazón y los ojos en chispas.
-Eso es porque aún no sabe que es lo que siente por ti- dijo Evie. – Yo sé que aun tienes esperanzas.
-Eso es lo que quiero creer- sonreí.
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LA BELLA FLOR NEGRA
Teen FictionUn chico de 17 años enamorado de su mejor amiga desde que tiene recuerdo. Edward Gates hará lo posible para ganar el corazón de Amanda, su mejor amiga pero, ¿qué pasará cuando conozca a Leila Moore? Una compañera de clases apodada '' La gótica''...