Llegue al colegio con las mismas ganas de mierda de siempre. Había llegado 20 minutos antes de que empezar las clases. Estacioné mi moto en el mismo lugar de siempre y arrastre mis pies hasta donde se encontraban mis "amigas" a decir verdad solo me juntaba con ellas para no estar sola, eran aburridas, siempre lo mismo; hablar de los chicos con los que se revolcaban los fines de semana.
Abrieron las puertas del instituto y como no tenía nada más que hacer me encerré en el baño con alguna que otra amiga, como todos los días, a fumar hasta que la campana suene. Esta sonó, pero como me quedaba la mitad de mi cigarrillo me quede a terminarlo. Tampoco que importara tanto llegar a tiempo a la clase de biología.
Me paré desganada y me dirigí hacia mi salón que se encontraba dos pisos más arriba. Entre y todas las miradas se posaron en mi.
- ¿Otra vez tarde, Harrison? - dijo el profesor de biología fulminándome con la mirada.
Como no estaba para aguantar su malhumor dije - Ohh, Robert ¿Qué paso? ¿No tuviste una buena noche con Matha - Martha era mi profesora de matemática y estaba en, se podría decir, sexo casual con Robert-? -
Se quedo callado y siguió con su clase. Yo, con mi humor cada vez peor, me dirigí a mi asiento que estaba en la última fila al lado de la ventana. Como era mi último año no prestaba atención casi nunca a las clases, a los profesores no me decían nada porque no molestaba y aunque me dijesen algo saben que no me va a importar y mi comportamiento seria el mismo. Me gustaba mi asiento, ya que me la pasaba la mayoría de las horas mirando por la ventana.
Algo me resulto extraño, pero más molesto. Había un chico, dudo que lo haya visto antes, en mi lugar. A decir verdad no era tan feo, es más, era guapo: por lo que lo vi sentado parecía alto, con buen cuerpo y lo que más me llamo la atención unos ojos grises malditamente hermosos. Pero el hecho de que sea lindo no iba a impedir que lo echara de mi lugar.
- Muévete - dije cortante mirándolo con una mirada intimidadora.
No pareció inmutarse y dijo - ¿Quién lo dice? - se le estaba formando una semisonrisa en la cara.
Ja! Más encima creído dije para mis adentros. Mi ira empezaba a fluir por mis venas - Que te importa. Ahora ¡muévete! -
- ¿O que?- dijo levantando una ceja.
- Tu te lo buscaste - y sin vacilar estampe mi mochila en la cara de este quien empezó a gruñir e insultar. Luego de unos segundos vi que de su ceja izquierda le empezaba a salir un pequeño hilo de sangre.
- ¡Ohh Dios mío! Harrison acompaña a Mcdylan a la enfermería ¡ya! Y luego los dos a detención
Mierda, este día iba a ser largo.
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Esta historia es escrita por una amiga y yo. Somos nuevas en esto, asique espero que les guste y si tienen alguna sugerencia no duden en decirlo :)))
