Un viaje al pasado

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En el futuro o lo que se llama presente para ellos. Habían tres amigos, todos tenían dieciséis años. El más alto se llamaba Unai tenía pelo negro, ojos café claro y su piel era de un hermoso color caramelo. Por el otro lado, su amigo llamado Magnus era una cabeza más chico que Unai, tenía ojos de color esmeralda, pelo rojo como la sangre y era muy pálido. Su amiga Athalia tenía un cuerpo atlético, era alta pero no como Unai, era delgada pero fuerte, sus ojos eran azules como los ojos de un gato. Veían todo. Todos se habían conocido desde que eran niños. Estaban hablando sobre cómo querían ser parte de una organización secreta, serían como espías y ayudarían al mundo. Sonó la campana que marcaba el inicio de clases, corrieron para no llegar tarde.

Athalia llegó primero ya que era la más rápida de los tres, los otros dos la siguieron y se sentaron en sus lugares, Unai se imaginaba cómo sería, ser parte de una organización secreta. Sería agente Unai y le gustaba como sonaba ese título. Cuando por fin sonó la campana se marchó antes de que sus amigos pudieran pararse de su silla. Magnus pensó que estaba molesto, esta clase no era su favorita pero le pareció muy rara su forma de actuar.

-¿Qué le pasa?- preguntó Athalia un poco sorprendida por la actitud de Unai.

-No lo sé pero no me gusta, creo que lo voy a seguir y averiguar que rayos le pasa.- dijo Magnus con un tono de preocupación.

Magnus era bueno para saber qué le pasaba a Unai pero ahora se había quedado pensando en todo lo que pudo haberle hecho para que se portara así. Vio que Unai dio la vuelta hacia la izquierda, iba en camino hacia su guarida o lo que para muchos era la casa abandonada.

-¿Porque me sigues?- interrogó Unai.

-Pues te estoy siguiendo...no la verdad es que sorprendiste a Athalia y a mi con tu gesto de enojado o molesto.

- ¿Puedes darme unos días para que pueda hacer algo? Quiero hacer algo pero necesito espacio y pues te lo pido de buena onda- Magnus pensó y dijo que tenía todo el espacio que quería pero que después del proyecto lo iba a interrogar.

- Gracias Magnus, te dire todo cuando termine y dile a Athalia que estoy bien.

Magnus se dio la vuelta y corrió hacia el salón en donde Athalia seguía agarrando sus cosas.

-¿Qué pasó?- pregunta Athalia.

-Dice que solo quiere espacio para trabajar y quería que supieras que está bien.- le dije un poco irritado y con falta de aire, ¿cómo podía ser que no le podía decir nada a sus mejores amigos?

Habían pasado algunas semanas desde que lo vieron por última vez, ya no iba a la escuela, no regresaba para comer con sus padres y se perdía de los mejores juegos de Pok Ta Pok, el cual era su deporte favorito que solo se practicaba en nuestra escuela, ya que era muy antiguo y pocos lo conocían. Sabía que no lo debería de molestar pero Magnus y Athalia se estaban preocupando.

Caminando hacia su casa Magnus se encontró con Unai. Era una sorpresa para él no lo había visto en varias semanas y no le parecía real, pensaba que era un sueño pero le dio un abrazo y nada más le preguntó sobre cómo le había ido en su proyecto.

-Para eso vengo, quería enseñarte lo que he estado trabajando. Ya se que no me has visto por casi un mes pero ya he terminado, ven con Athalia a la casa abandonada al terminar la escuela.

-Está bien, te veo mañana y de ahí en adelante ya no más sorpresas o desapariciones.-dije un poco sarcástico. Le sonrió se dio la vuelta y se fue, Magnus se quedó toda la noche pensando pero llegó a la conclusión de que le iba a enseñar en lo que estaba trabajando todas esas semanas pasadas.

Al día siguiente le contó a Athalia lo que sucedió la noche anterior, lo escuchó con una cara de entendimiento.

-Sé que es muy difícil para ti estar lejos de Unai, pero solo faltan algunas horas así que mantén la calma.- Por dentro Magnus sabía que su sabia amiga Athalia tenía razón y que debía mantener la calma así que por unas cuatro horas no pensó en lo que tenía su amigo Unai para enseñarle.

Cuando terminaron las clases Athalia y Magnus fueron a la casa abandonada y se encontraron con Unai quien les estaba esperando con una sonrisa en los labios. Luego les dio abrazos a ambos y les dijo que estaba trabajando en un una forma en la cual podría viajar en el pasado, quería ver civilizaciones y especialmente el símbolo que está en la bandera de México. Athalia y Magnus siempre supieron que Unai quería ver cómo sucedieron las cosas para que el el país de México sería el de ahora. Pero ahora pensaron que estaba realmente obsesionado con la idea de ir al pasado.

Después de varios intentos Unai pudo convencerlos de que ir por el portal sería lo mejor para su futura carrera como historiador. Prendió una máquina en la cual se metieron ellos tres, en cuestión de segundos ya estaban sintiendo como atravesaban los años pasados. Aterrizaron con un fuerte golpe que espantó un águila, pero aquella no era un águila cualquiera, era un águila que tenía una serpiente en la boca. Fue entonces que Unai se puso histérico y empezó a brincar de felicidad.

-¡En verdad estoy aquí! Esto es lo mejor que ha pasado con mi vida ¡No lo puedo creer!- Dijo Unai con una sonrisa pero después se dio cuenta de que algo no estaba bien y su sonrisa desapareció rápidamente- ¡Que he hecho! Como pude hacer esto, no podré hacer nada sin el águila...- Athalia y Magnus lo interrumpen tratando de entender qué era lo que lo estaba molestando- Cuando caímos espantamos al águila, es parte de una leyenda en la que se explica cómo los Aztecas llegaron a la tierra prometida y la bandera tiene ese símbolo sin el no se que haríamos seríamos Italia y no México y eso es un problema, el otro es que no existirán mis hermosas chalupas con salsa verde y roja...- Athalia y Magnus se lo quedaron mirando muy confundidos.

Un problema era cómo sabrán que esta es la ciudad que Huitzilopochtli les había prometido. Otro problema era que como a ellos les gustaban sus chalupas. Magnus y Athalia decidieron ayudar a Unai ya que también fue parcialmente su culpa al no pensar en todas las consecuencias y sus efectos como mi gran maestra de historia nos había dicho.

El águila seguía volando con la serpiente en su pico así que nos alejamos y nos subimos a un árbol para ver si se posaba en el nopal. El águila al ver que no había nadie que le podía quitar su deliciosa comida se posó en el nopal, había una gran migración de gente y alguien gritó-¡Ahí!- Todos miraron al águila y se dieron cuenta de que por fin habían llegado a su tierra prometida.

Athalia dijo que sería mejor si regresamos al futuro o a nuestro presente, Unai y Magnus asintieron y se bajaron de los árboles y corrieron hacia un lugar en donde parecía que no había nadie. Unai sacó un lapicero y escribió la dirección de sus casas para que regresarán.

-La máquina es la forma en la que viajas al pasado y la pluma es cuando quieres regresar. Es más fácil así.- Athalia lo miró y dijo sarcásticamente- Si no te apuras juro que no te ayudaré con la tarea ni con el examen que está por venir.- Unai puso una cara de sorpresa y se puso a trabajar al instante.

Al terminar de escribir sintieron como fueron llevados al futuro o a su presente, aparecieron en sus casas, todo parecía en orden así que cada uno preguntó que había pasado pero sabían que todavía tenían toda la tarde y se pusieron de acuerdo para ver un juego de Pok Ta Pok.

FIN

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