capitulo 9

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Llegamos con mis amigas al trabajo, yo pensando que iban a ir los otros jefes pero no encontramos a nadie y nos pusimos a lesear

- Hay alguien por acá – a lo cual nadie contesto

- Aloo – tampoco se escuchó nada, acompañe a la Ángela a que firmara el libro y de pronto me doy vuelta y lo veo a él, al poton mi jefe, lo mire automáticamente y sonreí y el también lo hacia

- Y, ¿usted que hace aquí?

- Como, ¿Qué hago aquí? – me saludo con un beso en la mejilla y siguió su camino

- Si po viene en la semana y el fin de igual – baje con una sonrisa de oreja a oreja tratando de ocultar un grito que quería salir a toda costa... si es verdad estaba feliz porque estuviera como jefe él. Por largo rato mis amigas me molestaron diciendo que estaba feliz a lo cual no respondí.

Estábamos abajo y aparece él

- Aprendió a estirar masas – me miro sonriendo

- Ah no – sonreí inevitablemente con él, se me hace casi imposible no hacerlo pero gracias a eso pensó que le estaba mintiendo

- Si sabe, para cuando termine de limpiar el lobby va a bajar un rato

Baje a remojar la mopa y lo vi a él ordenando unas botellas y como ya nos había visto comer queque, decidí ofrecerle

- ¿le gusta el queque?

- ¿el queque?

- Si

- Si – dijo quitándole la importancia

- Bueno entonces le voy a dejar en la mesa – así lo hice y él cuando subió y lo vio – gracias Gisel

- De nada

Estaba haciendo el aseo en el salón y necesitaba que él levantara los pies para pasar el escobillón, así que le golpee la mesa, me miro, corrió la mesa y levanto los pies, termine de barrer, le corrí la mesa pero él no se movía y me miraba de reojo

- Listo – me miro, sonrió

- Ah ya – mire hacia la cocina y estaban mis amigas observando la situación, son unas ridículas jajaja

Mientras hacia los cortes, la Caro me explicaba mejor y se puso al lado

- Vaya a colación yo me quedo con ella – la Caro se fue y efectivamente se quedó a mi lado – animo Gisel – sonreí – ah y se va a reír, si es así con eso ya me imagino como será para lo otro – a lo cual yo quede helada y lo mire

- No le voy a contestar solo porque es mi jefe – me miro y se rio – y no le voy a dar mas queque

- Ah no me va a dar más queque

- No - puso cara de niño chico, para luego sonreír

- Bueno no importa – estuvo un buen tiempo explicándome a mi lado el corte de una pizza, incluso en una se puso hablar en mi oído en lo cual me y no supe lo que me decía, esa es una de mis debilidades y se aprovecha de eso, volví a cortar otra pizza – animo Gisel ya la quiero ver cómo será para lo otro – le golpee despacio el brazo mientras iba a buscar una bandeja

- Ay porque me tiene que decir esas cosas – y se hizo el loco.

Se subió a una silla para arreglar una cosa del techo y yo empecé hacer mueca como si le estuviera agarrando el trasero y la Ángela se reía nomas.

- Tienes que solo marcar para despacho porque o sino las pizzas se desarman y la devuelven cachay o no cachay, no cachay – sonreía y yo inevitablemente también lo hice.

No podíamos bajar las cajas para poner las pizzas asi que...

- Jefe, jefe ¿puede venir? – me quedo mirando – tranquilo no es nada grave así que no ponga esa cara – la puso con mayor razón cuando estuvo lo suficientemente cerca – bájeme las cajas

- Aah y ¿me va a mandar? – lo tome de la espalda y lo empuje hacia las cajas

- Si si si pero bájeme las cajas – él solo se rio y las bajo, pero para creerse más empezó a bajar todas y se le cayó justo una en la cara y me reí mucho, me miro, sonrió – ya se fue a fumar de esos cigarros que dan risa – yo solo lo mire y me concentre en parar mi risa.

La Ángela me estaba explicando lo de las pizzas y llega él a mirar fijamente, lo cual nuevamente me desconcentro

- Ay no puedo con él aquí – finalmente le dije a la Ángela ya que no se iba y ya no le entendía lo que ella me hablaba y mientras lo decía me tapaba la cara

- Gisel anda a cortar tomate porfa

- Pucha

- ¿Qué paso?

- Nada, nada que usted siempre nos corta la inspiración

- Es que íbamos a contar – le dijo la Ángela

- Bueno que cante ella abajo

- Si claro, claro.

Estaba abajo hablando con la caro, limpiando el lavaplatos para poner los tomates cuando me doy vuelta y lo veo a él

- Ay pero, ¿Qué está haciendo acá? – se rio

- Vamos a ver los tomates que va a picar – entre a la cámara e iba a sacar los tomates y me agarro del brazo – a ver, a ver córrete – empezó a ver las cajas y me paso una

- Debería cargarlas usted – se sonrió y se cargó en la caja, yo solo sonreí y moví la cabeza a ambos lados.

Bajo como dos veces a molestarme con que me apurara con los tomates, obviamente riéndose para que por último se fuera a despedir y con sus grandes manos me tomara de mi espalda y me diera un beso en la mejilla.

Al final estaba hablando con la Ángela y una compañera y yo decía que era complicado cortar cuando tenías alguien en la oreja leseando y mi compañera me dice "¿Quién? ¿El jefe? Yo le respondí sipo quien más y me reí, me dice y cuando no vienes te extraña, en ese momento me puse nerviosa, "el otro día tenías libre y empezó pucha la Gisella la echo de menos" y yo nerviosa a muerte cerré la caja como pude y se la entregue.

enamorada del potonWhere stories live. Discover now